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Corredor de buses eléctricos

La puesta en servicio de una flota de buses eléctricos en 2022 es una gran noticia para la ciudad, que lleva años esperando definiciones en esta materia. Grandes capitales del mundo están apostando hace años por la electromovilidad con muy buenos resultados, logrando que crecientes grupos se sumen a estos medios de transporte.
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La semana antepasada el Ministerio de Transportes anunció la creación para 2022 del primer corredor de buses eléctricos de Antofagasta, el que además será el primero fuera de Santiago.

Los trámites, dijo el subsecretario de Transportes, José Luis Domínguez, ya comenzaron con el envío de las bases de licitación a la Contraloría General de la República, que debe darles el visto bueno legal y administrativo para la posterior licitación.

Según se explicó, serán en un principio cuarenta buses eléctricos que recorrerán un eje estructural que parte en La Chimba Alto, sigue por el par vial Bonilla-Huamachuco, Pedro Aguirre Cerda, pasa por el centro de la ciudad, y finaliza en la Universidad de Antofagasta. En total, fácilmente unos 20 kms. de ruta.

Se trata de un anuncio importante, que sienta las bases para un sistema de transporte público más moderno, limpio y acorde a los nuevos tiempos.

No debemos perder de vista que grandes capitales del mundo están apostando hace años por la electromovilidad con muy buenos resultados, logrando que crecientes grupos se sumen a estos medios de transporte y contribuyan así a un uso más efectivo de los espacios urbanos.

Hace unos días un medio de comunicación español hablaba de esto mismo, y planteaba como ejemplos sudamericanos de estos nuevos modelos de movilidad lo que se está haciendo en Santiago y Bogotá.

La capital chilena cuenta hoy con 776 autobuses eléctricos que operan con contratos privados, mientras que la ciudad cafetalera posee 1.485 vehículos de este tipo, "la flota más grande fuera de China", se recalca en la publicación.

Antofagasta tiene con este proyecto la oportunidad de dar un salto en calidad para su transporte público, que se viene pensando y repensando hace años, sin que aún no se hayan dado pasos concretos.

Si el anuncio ministerial se cumple y el 2022 comienza a operar esta flota eléctrica, la ciudad habrá dado un paso importante hacia la creación de un sistema de transporte público moderno y sostenible, limpio, más amigable e incluso a la larga más económico. Esperemos que esta vez el anuncio si se cumpla.

51 años trabajando por la primera infancia

"Queremos agradecer el trabajo de todas las personas que constituyen la gran familia JUNJI". Lidia Julio Torres, Directora Regional Junji
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Este mes como JUNJI conmemoramos 51 años contribuyendo a la educación e infancia, y se cumplen en un contexto calificado como inédito e, incluso, impensado, que globalmente nos demanda nuevas formas de comprender y hacer. En este escenario nos hemos adecuado al nuevo contexto. Somos una institución dinámica, que toma la contingencia y modernidad como desafío y, en ello, en esta pandemia doblamos nuestro compromiso y elaboramos diversas estrategias para continuar con la educación inicial de niños y niñas y acompañar a las familias en este proceso, asegurando la continuidad de los aprendizajes.

En la década del 70 la JUNJI iniciaba un sueño y una ardua tarea por lograr que todos los niños y niñas accedieran a una educación pública, gratuita, de calidad e inclusiva. A quienes forjaron los cimientos de lo que hoy somos, educadoras, técnicos, personal de oficinas, hoy podemos decirles que nuestro compromiso continúa inalterable.

En un nuevo aniversario, y en especial en el contexto que vivimos, queremos agradecer el trabajo de todas las personas que constituyen la gran familia JUNJI. Reconocemos y agradecemos con total esmero y dedicación; donde tuvieron que innovar y adaptarse, de los pasillos del jardín infantil pasaron a las plataformas digitales; las canciones en aula al patio por sesiones de videollamadas en familia; entre tantas actividades que permiten que niñas y niños entre 0 a 3 años y 11 meses puedan desarrollarse cognitiva y emocionalmente.

Ahora bien, el mérito no sólo es de JUNJI y de todos los equipos que trabajan en sus unidades educativas y oficinas. Es también de las familias, con quienes hemos establecido una alianza, necesaria e imprescindible, en vistas a mantener el proceso educativo en casa. Como JUNJI hemos llevado el jardín al hogar, pero son las familias quienes se esfuerzan para que esta estrategia resulte y resulte bien. JUNJI da las pautas de crianza, pero las familias las acogen sabiendo la importancia que representa para sus hijos e hijas el proceso educativo en la Primera Infancia.

Y no podemos dejar de mencionar cómo la tecnología nos ha permitido seguir conectados con nuestras familias, con actividades como: "Del Jardín a la Casa", donde las familias pueden encontrar contenido para sus niñas y niños en nuestro sitio web; "Mi Jardín Junji", aplicación que ayuda a los equipos educativos y familias a realizar actividades pedagógicas en casa; y nuestras redes sociales, espacios de conversación y vitrina del gran trabajo que realizamos en pos de la Educación Parvularia.

A todas y todos quienes han sido parte de JUNJI, desde sus cimientos hasta estos días desafiantes, queremos darles las gracias y felicitarlos a la distancia. El espíritu de la JUNJI hoy está de aniversario, y son ustedes quienes permiten que ese espíritu viva en cada una de nuestras niñas y niños.

Adaptar la economía regional es ahora

"Tenemos una oportunidad única de repensar nuestras regiones con autoridades que ahora serán elegidas en las urnas". Xavier Altamirano, Director Ejecutivo Horizonte Ciudadano
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Se atribuye a las grandes crisis el legado de grandes lecciones. Pero sería engañoso pensar que se trata de un proceso natural, tal como nos ha mostrado con dureza la pandemia. Chile ha pagado un costo humano y económico demasiado elevado por la tardanza en llegar a aprendizajes compartidos.

En el Día de la Tierra, esta limitación en la toma de decisiones debe llamar a reflexión. La ONU y la Organización Meteorológica Mundial informan que la pandemia no ha detenido el calentamiento global: la desaceleración económica produjo una baja temporal de los gases de efecto invernadero, pero no cambió los niveles de concentraciones atmosféricas. En simple, estamos sellando la década 2011-2020 como la más calurosa de la que se tenga registro y con el 80% de las aguas marinas con aumentos de temperatura.

Por sus características geográficas, Chile cumple nada menos que siete de nueve criterios de vulnerabilidad climática. En la Región de Antofagasta, esta crisis se verá en la disminución y calidad del agua y alimentos; en las costas con aumentos en el nivel del mar, en intensidad de eventos hidrometeorológicos y de ocurrencia de periodos de escasez hídrica.

Lo relevante es que al igual que con el Covid-19, hay maneras de actuar a tiempo. No pretendamos detener el cambio climático, pero al menos aspiremos a moderar sus efectos más perjudiciales. La adaptación climática es el proceso de ajuste en nuestras manos para reducir los impactos negativos e incluso aprovechar oportunidades. Por cierto, esto requiere que muchas voluntades digan presente.

Primero, para destinar recursos fiscales a la altura del desafío. Como parte de un proceso de transición ecológica -que descarbonice aún más la matriz energética y cree nuevas industrias donde la innovación remplace la mera extracción de materias primas-, la adaptación climática invita a repensar nuestra mirada de la infraestructura y las obras públicas. Se necesita invertir más y mejor en obras portuarias, viales, hidráulicas, de canalización y diques, en cortafuegos, sistemas de alerta temprana, viviendas eficientes o soluciones basadas en la naturaleza. El Banco Mundial calcula que por cada peso invertido en infraestructura resiliente, se generan cuatro en beneficios.

Segundo, para convocar a una planificación de desarrollo territorial por encima de los ciclos electorales. Tenemos una oportunidad única de repensar nuestras regiones con autoridades que ahora serán elegidas en las urnas y por ende deberán rendir cuentas de sus acciones e inacciones. La nueva institucionalidad de los GORE debe usarse para acordar una ocupación del territorio más sostenible y políticas económicas, educacionales y sociales de largo plazo.

El tiempo es ahora. Los hechos no esperan. Bien lo decía Churchill, si no tomas el cambio por la mano, te tomará por el cuello.