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Movilidad de San Pedro aumentó y Antofagasta tuvo altos flujos laborales

COVID-19. El Sexto Reporte de Movilidad del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería de la U. de Chile mostró el comportamiento de las principales ciudades de la región. Calama bajó seis puntos cuando pasó a fase 2, pero en febrero subió nuevamente.
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Cristián Venegas M.

Reducir la movilidad de las personas resulta clave para evitar la diseminación del covid-19 y enfrentar el alza de contagios en Chile que ya superó el millón de casos. De ahí la importancia del Sexto Reporte de Movilidad de la Región de Antofagasta que elaboró el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) de la Universidad de Chile, que permite evaluar el impacto de las medidas de distanciamiento y apoyar la toma de decisiones del Gobierno durante la pandemia.

Para su elaboración, los investigadores estudiaron la movilidad de los habitantes de las zonas urbanas de la región analizando información del uso de infraestructura de telecomunicaciones. Datos que son entregados por Entel de manera anónima, agregada y agrupados a nivel de zona censal, y a partir de esos datos se generan indicadores susceptibles de ser analizados.

La investigadora del ISCI, Verónica Díaz explica que el reporte aporta al diseño de las distintas estrategias del Gobierno para mitigar la movilidad, pues a medida que se mitiga esta variable entre las personas, "es menor la probabilidad de contagio. Estamos contribuyendo a poder medir el impacto de las medidas de confinamiento en la movilidad de las personas".

Conclusiones

Díaz informó que la última versión del estudio concluyó, en el caso de Calama, que "cuando pasó de fase 3 (preparación) en que estaban hasta la primera semana de enero, en que pasaron a la fase 2 de transición, se logró una disminución en la movilidad cercana a los 6 puntos porcentuales (p.p.) respecto del mes de diciembre, pero en el mes siguiente, en febrero, ya se alcanzó un aumento en la movilidad cercana a los 2 p.p.".

Aunque recalcó que es "más significativo" lo que ocurrió en San Pedro de Atacama, lo que "forma parte de las principales conclusiones de este Sexto Reporte de Movilidad. En primer lugar, el mes de diciembre de 2020 fue el período con mayor movilidad promedio dentro de la comuna de todo el período de pandemia, alcanzando cifras superiores incluso a las de las semana de referencia en marzo de 2020. Luego, en enero y febrero, la movilidad interna fue disminuyendo. Sin embargo, las personas que visitan la comuna, o sea, personas que se mueven desde otras zonas censales de la región hacia San Pedro de Atacama (lo que llamamos flujos de entrada), aumentó considerablemente".

Sobre ese aumento, la profesional precisó que "los flujos de entrada durante febrero en San Pedro de Atacama aumentaron en cerca de 20% respecto de las dos semanas de referencia, que son las dos primeras semanas de marzo del año pasado (previo a la pandemia), y eso corresponde también a 18 p.p. de aumento respecto del peor mes que había sido diciembre. Entonces en febrero, San Pedro explotó en cuanto a visitas de personas provenientes de la región. Es impactante lo que ocurrió ahí".

Flujo de entrada

Díaz detalló además que el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) realizó por primera vez, además de los reportes de movilidad comunal y regional, un informe interregional, en el que se analizaron específicamente los meses de vacaciones (enero y febrero) para ver la movilidad de las personas en todas las regiones de Chile, y "efectivamente la región y en particular la comuna de Antofagasta tiene una tendencia distinta respecto de otras comunas más turísticas del país, con un flujo de personas, de visitantes, constante a lo largo del año".

En ese sentido, la ingeniera industrial precisó que con la información recabada establecieron que en los meses de verano de 2021 la movilidad de personas de otras regiones no cambió, esto, a pesar que en Antofagasta se decretó cuarentena el 14 de enero, "en realidad los flujos de entrada se mantuvieron constante entre 26 mil y 30 mil visitantes durante enero y febrero".

"Entonces, no es que hubo peak o se redujo esa cantidad en comparación con otros meses del año, sino que se mantuvo constante y eso lo atribuimos a que esas personas pertenecen a un contexto laboral, más que a visitantes turistas, como sí ocurrió en otras ciudades del país", complementó.

Cambio de fase

Otro punto relevante que destacó la investigadora del ISCI, tiene que ver con que en los cambios en el Plan Paso a Paso, es decir, en la medida que se avanza de fase, "vemos que existe siempre un aumento en la movilidad, y cuando se retrocede, vemos que también existe una disminución. Ahora, el impacto siempre es mayor durante la primera semana posterior al cambio de fase, y una vez que va pasando el tiempo esos cambios van mermando, el efecto va mermando en el tiempo".

"Obviamente, agregó, cuando las comunas pasan a fase 1 el impacto es mayor en la primera semana y en las semanas posteriores, pero aún así se va perdiendo el efecto a medida que pasa el tiempo y es independiente de la fase a la que pase la comuna".

8,4 p.p. redujo su movilidad la comuna Mejillones durante la primera semana de cuarentena (lunes 22 febrero).

5,4 p.p. redujo su movilidad la comuna de Tocopilla durante la primera semana de cuarentena (lunes 8 febrero).

19,6% aumentó el flujo de entrada (visitantes) a la comuna de San Pedro de Atacama durante febrero.

Los cuatro factores que explican la alta volatilidad del precio de la libra de cobre

COCHILCO. Uno de ellos es el creciente número de contagios por coronavirus y la aparición de nuevas y más agresivas cepas de la enfermedad en distintos países.
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Las últimas jornadas han sido particularmente volátiles para el precio del cobre, que ayer cerró en US$ 3,977 la libra luego de experimentar una variación negativa de 0,93% en la Bolsa de Metales de Londres (LME) el valor más bajo desde el 18 de febrero (US$3,923). Descenso que dejó el promedio anual del metal rojo en US$ 3,859 la libra, según lo informado por Cochilco.

Respecto de las variables que afectan a la baja el precio del metal rojo, la Comisión especificó al menos cuatro, en ellas la menor actividad manufacturera de China; inventarios internacionales al alza; un dólar más fuerte; y el factor covid-19, pues el aumento de los contagios de la enfermedad y las nuevas cepas reactivaron la incertidumbre.

Sobre estos factores, Cochilco explicó que desde diciembre de 2020 la actividad manufacturera en China en el sector de medianas y pequeñas empresas muestra una persistente tendencia a la desaceleración, debilitando las expectativas de crecimiento del consumo de cobre de corto plazo.

Por otra parte, al cierre de marzo, los inventarios de cobre en las bolsas de metales (Londres, Shánghai y Nueva York) muestran un alza de un 49,8% respecto del cierre del año 2020. Esto se asocia, en parte, a la moderación en la demanda del metal rojo.

Adicionalmente existe una tendencia a la apreciación del dólar estadounidense observada el presente año. Las expectativas de un elevado crecimiento del PIB para 2021 en Estados Unidos, así como la implementación de importantes estímulos al consumo e inversión, que en parte se financiarían con un alza de impuestos, han potenciado las expectativas de inflación para los próximos meses.

A esos factores, informó Cochilco, se suma el creciente nivel global de contagios por coronavirus con cepas de reciente aparición que está obligando a las economías europeas a imponer confinamientos severos, generando incertidumbre pese al avance de los procesos de vacunación.

US$ 3,977 se cotizó ayer la libra de cobre, luego de un descenso de 0,93% en la Bolsa de Metales de Londres (LME).

US$ 3,859 es el promedio de la libra de cobre en lo que va corrido de 2021, según el último informe de Cochilco.