Viernes Santo
"En mi infancia, el Viernes Santo era un día de silencio, una pausa de recogimiento, en la que sólo cabía el paso de una idea: Jesús moriría por los hombres, para redimirlos con el fuego de Sus llagas y Su sangre.
Pasaba el día quieto y lento. Cuando las primeras estrellas se encendían, Abuelita Delfina reunía a sus hijos. Sentándome junto a ella, leía pasajes del Evangelio y nos invitaba a la oración. Enseguida, rodeaba a la casa completa melancolía: nadie decía palabra. Tras esta obra de verdadera desolación, nos retirábamos a vivir cada uno nuestra viva tristeza cristiana"
(Andrés Sabella, 1983)
Viernes Santo
"El sol de abril aún es ardiente y bueno /y el surco, de la espera, resplandece;/
pero hoy no llenes l´ansia de su seno,/ porque Jesús padece./
No remuevas la tierra. Deja, mansa,/ la mano en el ardo; echas las mieses/
cuando ya nos devuelvan la esperanza, / que aún Jesús padece./
Ya sudó sangre bajo los olivos, /y oyó al que amaba, que negó tres veces./
Mas, rebelde de amor, tiene aún latidos,/ Aún padece!/
Porque tú, labrador, siembras odiando, / y yo tengo rencor cuando anochece,/
y un niño va como un hombre llorando, /¡Jesús padece!/
Está sobre el madero todavía /y sed tremenda el labio le estremece./
¡Odio mi pan, mi estrofa y mi alegría, /porque Jesús padece!/"
(Gabriela Mistral)
"Aquellos Viernes Santos eran de meditación. La santidad estaba en el corazón de las gentes. En su fondo, ninguna deseaba más ideal que el amor de unos y otros."
(Andrés Sabella, 1983)
Viernes Santo
"La tierra es una sima enajenada / sombra furiosa en víspera del llanto./
El día, lenta burbuja que resbala / sobre el lomo del mar frío y amargo./
Ni un ángel en forma de horizonte /sostiene recio muro de silencio./
Tus ojos son dos lirios fugitivos/hoja amarilla sobre el polvo./
El dolor es una espada desnuda/sobre tu cuerpo macilento./
La muerte es un río abandonado/en el hondo meridiano de tus huesos./
(Matías Rafide)
"Guardamos una esperanza de paz, una inmarchitable ansiedad de concordia entre hombres y pueblos. Cuando la Humanidad logre tanta ventura del ser, Cristo Vivo será más vida plena en la sangre y en los surcos del mundo."
(Andrés Sabella, 1983)
Varios autores. Selección de María Canihuante, Coordinadora