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Anthony Hopkins: "La vida es absurda, nos tomamos todo demasiado en serio"

CINE. Entrevista con el actor que fue nominado al Oscar por su papel protagónico en la película "El padre".
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Efe

Treinta años después de ganar su primer Oscar por uno de los personajes más icónicos de la historia del cine, el Hannibal Lecter de "El silencio de los inocentes", Anthony Hopkins podría repetir estatuilla con "El padre" en un registro radicalmente opuesto y frágil de un hombre que sufre demencia senil.

En la vida real, el actor de origen galés exhibe un talante amable y un humor excelente que contrasta con las turbulencias de ambos personajes: cuenta anécdotas, recita poemas y se mete a su público en el bolsillo, incluida Olivia Colman, su compañera de reparto e hija en la ficción.

"La vida es absurda, es ridículo, nos tomamos todo demasiado en serio", dice Hopkins a sus 83 años. "Trato de cultivar el arte de la indiferencia, no en un sentido de frialdad, sino que las cosas que hace unos años creía importantes ahora no me lo parecen, vamos a morir todos y ese es el chiste más negro y divertido".

"El padre" es la ópera prima del escritor y dramaturgo francés Florian Zeller. Su gran hallazgo es que pone al espectador en la mente del enfermo, le hace vivir en carne propia su confusión, su enfado, su miedo.

El peso del guión

Hopkins recuerda que cuando leyó el guión sintió algo parecido a lo que le ocurrió con "El silencio de los inocentes". Supo al instante que quería hacerlo. "Me reuní con Florian y le dije que sí, pero tenía pendiente el rodaje de 'Los dos Papas' (junto a Jonathan Pryce y la dirección de Fernando Meirelles) y estaba realmente preocupado por que no me esperaran, pero lo hicieron", señala.

En el caso de Hannibal Lecter, Hopkins rememora que cuando empezó a leer el guión le preguntó a su agente si el trato ya estaba cerrado. "Me dijo que no y no quise leer más hasta saberlo, porque era el mejor personaje que podía haber soñado nunca", afirma.

Dice que para mantener su cerebro activo toca el piano, pinta o memoriza poemas de Dylan Thomas, pero cuando se trata de hablar de sus méritos como actor o de desvelar los secretos de algunas de las escenas más míticas de su carrera, se empeña en restarle importancia.

"Actuar no requiere ser un genio ni un gran esfuerzo intelectual, habrá gente a quien le interese que parezca así, pero no", apunta.

"En 'El silencio de los inocentes' Jodie (Foster, su coprotagonista) venía con un café en la mano, nos mirábamos fijamente a través de un muro de cristal y soltábamos el texto. Ya está. Aún quedamos a veces para comer juntos y comentamos lo divertido que es este modo de ganarse la vida", relata el veterano actor.

Un actor instintivo

Según Zeller, Hopkins es un profesional instintivo. "Simplemente soy viejo", replica el intérprete, "llevo muchos años activo así que conozco algunos trucos; el método Stanislavski es maravilloso y lo practiqué de joven, pero ahora es más sentido común que otra cosa".

"Cuando llegas a los 83 años, no sé si eres más listo o más estúpido, pero desde luego no pierdes el tiempo pensando demasiado en ti mismo", añade. "A la hora de actuar, simplemente lo hago y ya está, y con una actriz al lado como Olivia, un director maravilloso y un buen guión como este, eso es lo más importante", añade en referencia a "El padre".

No obstante, en otro momento de la entrevista confiesa que cuando estaban rodando, entre tomas, se ponía frente a un espejo y se repetía a sí mismo: "Esto es solo un juego ¿vale? No sufro demencia, estoy actuando, estoy actuando".

"Hay que tener cuidado con el mensaje que trasladas a tu subconsciente porque se lo puede creer", explica. "Yo le recuerdo cosas a mi cerebro, cuando me dice que me falla la memoria o que me estoy haciendo mayor, le digo que no, que sigo siendo joven y fuerte, y el cerebro se lo cree, de verdad que funciona".

No mirar atrás

Tampoco practica demasiado mirar atrás. "Mi pasado me parece como un sueño, siento que no puedo hacerme responsable de nada, no sé por qué me hice actor, no lo recuerdo, tiendo a pensar que todo ha sido un solipsismo, que mis padres nunca existieron, solo son recuerdos".

Su padre murió hace más de 40 años de una enfermedad cardíaca. "Es doloroso cuando sabes que están muriendo pero supongo que lo único que puedes hacer es tranquilizarles y hacerles saber que estás ahí", sostiene Hopkins.

Su madre falleció años después. "Estaba con ella mi esposa Stella y para tranquilizarla le dijo que cuando llegara al otro lado se reencontraría con su marido. Mi madre, que no era muy religiosa, le contestó: '¿me saldrá muy caro?'. Tuvo mucho sentido del humor al final", recuerda.

83 años tiene el actor que busca su segundo Oscar tras el obtenido por "El silencio de los inocentes"

Jennifer Garner: "Cuando fui madre extrañé mi trabajo"

COMEDIA. Tras 10 años la actriz vuelve a la pantalla con "Yes Day", en la que interpreta a una mujer estricta con sus hijos.
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Hubo un momento en el que Jennifer Garner aparecía en tantos proyectos y géneros distintos que no parecía haber explicación para entender cómo no se agotaba, pero la protagonista de "Alias", "Juno", "Elektra" y "Daredevil" llegó a echar de menos ese ritmo de vida cuando formó una familia.

"Cuando me convertí en madre había una parte de mí que extrañaba lo que hacía antes", asegura la actriz que acaba de estrenar "Yes Day" en Netflix, la primera película que Garner produce en diez años y que protagoniza junto a Édgar Ramírez.

En la comedia, que debutó en la plataforma de streaming el viernes pasado, una estricta familia de California decide dar un giro y dedicar un día en hacer todo lo que propongan sus hijos, sin negarse a nada. El "no" desaparece del diccionario durante 24 alocadas horas que en el fondo hablan de lo que supone formar una familia sin ayuda de nadie ni manuales de instrucciones.

"Cuidar a un hijo a veces supone ser estricto, decir que no. Pero podemos decirlo tanto que nos olvidamos de disfrutar", analiza Garner.

Decir sí a todo

Después de un año de pandemia en el que "los niños de todo el mundo han escuchado un constante 'no' por respuesta", muchos padres y madres se sentirán tan extraños consigo mismos como el personaje que la actriz interpreta, basado en su propia experiencia con sus hijos.

La idea de dedicar un día a hacer todo lo que los hijos propongan llegó por un libro de Amy Krouse Rosenthal que la actriz y su hija leyeron hace casi una década y comenzaron a aplicar a su vida. "Pero sin hablarlo mucho", detalla.

Hasta que Garner publicó en Instagram las imágenes de unos de esos días del sí y un amigo productor pensó que se debería llevar al cine.

La actriz (madre de tres hijos con su exmarido, Ben Affleck, siempre ha tratado de educar a su familia de la manera "más normal" posible, a pesar de que la presión de los paparazzi llegó a impedir que pudieran ir al colegio con tranquilidad, por ejemplo.

"Esta comedia habla de todo eso. Pero también de lo difícil que es crecer para los niños y también para los padres. Tengo 49 años y sigo pensando en cosas que haré cuando crezca. Uno siempre tiene que verse como un trabajo en progreso", dice la superestrella.

Para el proyecto se unió con el director puertorriqueño Miguel Arteta, amigo de la actriz y referencia en el género de la comedia con películas como "The Good Girl" (2002, con Jennifer Aniston) y episodios de "The Office" y "Six Feet Under" a sus espaldas.