Ollas comunes siguen cerrando por falta de recursos y donaciones
SOLIDARIDAD. Hoy solo la mitad de ellas continúa prestando ayuda en la comuna.
Una compleja situación están viviendo hoy por hoy las ollas comunes, las que desde hace al menos un año comenzaron a funcionar en la comuna tras el estallido social y que luego se incrementaron en el contexto de la pandemia ante la falta de empleo que afectó a muchas familias antofagastinas.
Durante estos meses de emergencia sanitaria, los comedores populares han jugado un rol clave para ir en ayuda de quienes perdieron su trabajo, siendo incluso el único sustento para los sectores más populares de la comuna.
Según un catastro realizado por el Instituto de Políticas Públicas de la UCN, hasta los últimos meses del año pasado cerca de cien ollas comunes estaban en funcionamiento en la ciudad, beneficiando a más de 9 mil personas gracias al trabajo de organizaciones sociales, juntas de vecinos y voluntarios.
Hoy, solo la mitad de estos comedores populares siguen activos, ya que un número importante de ellos se vio en la obligación de cerrar por la falta de apoyo económico, perjudicando a cientos de personas que a diario acudían en busca de alimento, principalmente adultos mayores, gente en situación de calle y desempleados.
Adultos mayores
En la casa de Gladys Valdivia (68), vecina de la población Miramar Norte, durante casi un año funcionó una olla común a la que acudían cerca de cien personas los fines de semana para recibir alimentación.
Con pesar esta solidaria mujer cuenta que hace algunos días tuvo que cerrar su comedor, justamente por la falta de recursos y donaciones.
"Lamentablemente han bajado mucho los aportes y por eso nos vimos en la necesidad de cerrar hasta que podamos obtener más ayuda. La semana pasada tratamos de conseguir donaciones pero no hubo forma de continuar entregando un plato de comida. A mí me preocupa porque nosotros ayudamos a muchos adultos mayores y gente enferma que necesita alimento", detalló Gladys.
Esta vecina, incluso, comenta que como familia tuvieron que colaborar con plata de su bolsillo para que la olla no dejara de entregar ayuda.
"Gracias a Dios en mi familia tenemos una buena situación económica y muchas veces tuvimos que correr con los gastos, pero ya estos últimos días no teníamos nada y se nos hizo muy difícil funcionar viernes, sábado y domingo. Yo sé que en estos momentos les estoy fallando a muchas personas pero no es porque quiera. Me da mucha pena no poder ayudar sobre todo a los adultos mayores que reciben una miseria de pensión y no les alcanza para vivir el mes", manifestó la mujer.
Problema alimenticio
El caso del comedor popular de la población Miramar Norte no es el único. Según detalló el vocero de la Coordinadora de Ollas Comunes de Antofagasta, Alexis Contreras, solo durante los primeros meses de 2021 ya han cerrado 15 comedores de ayuda en la comuna y no más de 60 continúan operando, aunque con mucha dificultad.
"El principal motivo del cierre de algunas ollas es por el poco recurso para sustentar la ayuda. Las donaciones bajaron muchísimo y la mayoría de las que siguen activas es gracias a aportes de los propios voluntarios y los mismos vecinos del territorio donde está la olla", comentó Contreras.
El dirigente enfatiza que la situación de los comedores populares es crítica en cuanto a la falta de apoyo, especialmente por parte del Gobierno Regional, quienes a juicio de los organizadores de las ollas comunes, no han dimensionado el problema alimenticio que están viviendo cientos de familias afectadas por la pandemia.
"Nosotros sentimos que hasta hoy en día el Gobierno Regional no ha tomado conciencia a esta problemática alimenticia que hay en Antofagasta. Muchas familias están sin pega y esa es una realidad. Eso ha dificultador llevar alimento a las casas y las ollas comunes se han hecho cargo de esa situación", puntualizó.