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Solidaridad en fase 1: ollas comunes se reactivan por aumento en la demanda

NECESIDAD. Dirigentes de estas iniciativas relataron las dificultades económicas y sociales que viven cientos de familias a causa del desempleo y la pandemia.
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Jonathan Villella Coyán

Nuevamente las ollas comunes vuelven a ser la fuente de alimento más importante para cientos de familias en Antofagasta, quienes producto de las dificultades económicas y laborales que ha traído la pandemia, han visto disminuidos sus ingresos, agudizando su vulnerabilidad.

La reactivación de estas iniciativas, posterior a las fiestas de fin de año, ha evidenciado realidades diferentes, ya que si bien algunas ollas comunes cesaron su actividad producto del cansancio y la falta de recursos, hay otras recientes, con apenas unos días de existencia, congregando a aquellos que se quedaron sin sustento, debido a esta disminución.

Según un catastro realizado por el IPP, 88 ollas comunes llegaron a haber catastradas en octubre del 2020 (concentrando el sector norte la gran mayoría, con 49 iniciativas). Luego hubo una baja de estas iniciativas, pero en enero de este año ya hay 46 ollas comunes nuevamente funcionando.

Un ejemplo de lo anterior es la olla común "Un Nuevo Comienzo en el Amanecer", tercera iniciativa alimentaria en el campamento Villa Constancia 2, que nació apenas el 21 de enero y ya entrega cerca de 70 raciones al día, tres veces a la semana. Su dirigenta, Patricia Villalobos, explicó que al ser una olla reciente, se han encontrado con algunas dificultades.

"En el campamento hay tres ollas comunes, el Flor de Chile, Nuevo Amanecer del Desierto, y la que hacemos nosotros, que empezamos el 21 de enero. La inicié (la olla), por que hay mucha gente que necesita, que está sin trabajo. Hay mucha necesidad en este momento", precisó.

Acotó que una de las mayores complicaciones que ha encontrado es el poder financiarse, puesto que funciona a través de aportes de los mismos vecinos, pero no todos pueden aportar en igualdad de condiciones.

Según el catastro, fue el sector norte de la ciudad donde se concentró el mayor número de ollas comunes, llegando a tener 5.468 beneficiados a octubre del 2020 (del universo total de 9.290 personas). No obstante, a la fecha, es también este sector donde se han cancelado más de estas iniciativas, quedando un universo cercano a las 3 mil personas, sin alimento.

Karen Rivera, participante de la olla común La Familia, que funciona en el sector norte, explicó que desde que comenzó la cuarentena, el flujo de personas que asisten a su iniciativa aumentó considerablemente.

"Ha aumentado bastante, por ser hoy viernes entregué 204 raciones, y yo estaba trabajando con 120. Vi muchas caras nuevas, vecinos de otras poblaciones que habían perdido sus trabajos, lo sé porque llegaron mostrándome todos sus datos, y a mi lo único que me importaba es que se llevaran su comida", manifestó.

Agregó que "además de aumentar las raciones diarias, aumentó el número de veces que hacemos la olla. Antes estábamos trabajando de lunes a viernes, pero ahora es de lunes a lunes, no hay descanso, porque el hambre no tiene descanso, y por acá donde vivo, no hay ollas comunes el domingo, más que la mía".

Una experiencia similar relató Jocelyn Morales, integrante de la "Olla de la Prosperidad", en el sector norte, quien sostuvo que parte importante de las raciones que da a diario, son para personas en situación de calle, y ahora último a algunos migrantes recién llegados.

"He visto que la situación para mis vecinos está muy difícil, no se les ha arreglado nada la situación. Yo estoy dando almuerzo desde el 20 de junio del año pasado a las mismas personas, no se ha arreglado nada. Les ha costado mucho conseguir trabajo. Ha aumentado mucho la presencia de gente en situación de calle e inmigrantes, por todo lo que se ha visto, creo que por la misma razón de que hay ollas que han cerrado ", dijo.

Consistente

Asimismo manifestó que dada la contingencia actual y la precarización de algunas familias, es necesario contar con un aporte o ayuda gubernamental, que permita seguir realizando estas labores, pese a la dificultad de los tiempos.

"Ahora cuesta más reunir las cosas, la gente ya no quiere ayudar, son muy pocos los que se mantienen. Por eso necesitamos una ayuda que sea más consistente; al menos, con lo que es la proteína, que es lo más difícil. El arroz y los fideos es lo más fácil de juntar, nosotros hacemos 40 paquetes de fideos al día, pero la proteína es muy cara", explicó.

"Nuevas realidades"

Sobre el punto, uno de los dirigentes de Olla Digna, iniciativa que funciona a nivel nacional apoyando a diversas ollas comunes y a mini emprendedores, explicó que la realidad nacional sobre estas iniciativas, claramente ha comenzado a ir en aumento, situación que evidencia cada día, por la llegada de más personas a este tipo de iniciativas.

"La realidad de las ollas comunes a nivel nacional es que están lejos de acabarse o bajar la frecuencia con la cantidad de gente que atienden a diario, de hecho es al revés, están aumentando. En Antofagasta seguimos trabajando con la misma olla, y ellos han aumentado la cantidad de gente a la que ayudan, llegado a cerca de 200 raciones diarias, lo están haciendo de lunes a sábado, y eso también significa una carga importante".

"Es complejo financiar estas iniciativas, funcionamos con aportes de los mismos vecinos, pero no todos tienen para aportar igual".

Patricia Villalobos,, olla Un nuevo comienzo.

"Las raciones han aumentado bastante, creo que por el hecho de que algunas ollas cerraron. He visto muchas caras nuevas".

Karen Rivera,, olla La Familia.

"Ha visto que la situación de mis vecinos está muy compleja, no se les ha arreglado nada, siguen con los mismos problemas y peor".

Jocelyn Morales,, Olla La Prosperidad.

"Hay gente que está en situaciones dramáticas, de mucha pobreza y falta de recursos. ¿Qué pasaría si no los ayudáramos?".

Yudith Valenzuela,, olla "Copihue de Chile".

"La realidad de las ollas comunes a nivel nacional, está lejos de acabarse, hay que comenzar a entenderlo de esa forma, ya que seguirán".

José Cox,, participante de Olla Digna.