Nuevas formas de educar
La pandemia puso en jaque al sistema educativo tradicional y mostró que nuestros universos enseñanza pueden, y deben, ser ampliados. Es importante validar los impulsos innovadores porque están ayudándonos a construir mejores aprendizajes. El cine, los cómics, los videojuegos, las series más populares en Netflix son oportunidades.
La pandemia cambió el ambiente educativo de los profesores, quienes pasaron de la sala de clases y el contacto estrecho con sus alumnos, al uso del computador o el celular, frente a audiencias distantes y muchas veces apáticas.
Cámaras apagadas, micrófonos silenciados, poca participación y escaso "feeling" respecto a lo que estaba pasando en las mentes de los alumnos, se mezclaban con ambientes hogareños poco estimulantes, problemas familiares, distracciones y otras situaciones indeseables en el proceso educativo.
No se trata del hábitat ideal, por cierto, para algo tan importante como la educación de un niño, niña o adolescente, y así lo han observado los mismos maestros, quienes se han manifestado preocupación por los déficit que pudieron quedar tras un año completo de enseñanza no presencial.
Pero en este contexto adverso surgieron también ejemplos de una nueva forma de trabajo pedagógico que abre un espacio para reflexionar.
Un día el profesor Carlos Wormald se presentó ante sus alumnos de la escuela "Las Américas", vestido como el caballero jedi Luke Skywalker en su clase de literatura y lenguaje, y entonces el circuito se recompuso.
El caso fue destacado como un ejemplo de ingenio e innovación aplicado a la enseñanza en el contexto de la pandemia, y claramente lo fue.
El docente sabía que el modelo tradicional ya no servía y apostó por una manera distinta de entregar el mensaje. Un disfraz, un cambio de relato, y su contagiosa pasión por la saga George Lucas, le permitieron reestablecer la conexión con sus alumnos.
Es importante validar estos impulsos innovadores porque efectivamente están ayudándonos a construir mejores aprendizajes. El cine, los cómics, los videojuegos, las series más populares en Netflix, incluso las redes sociales pueden ser nuevos universos de aprendizaje. Hay que considerar que nuestros estudiantes son nativos digitales y por ende la tecnología es parte de su vida. Eso es una ventaja.
Tras la pandemia se debe trabajar en la idea del sistema educativo menos estructurado, más sorprendente y, por supuesto, tecnologizado.