Optimistas desafíos para la región
Hay razones fundadas para creer que a la región le irá muy bien por las condiciones y demandas del planeta. Esa gestión debe capitalizarse por las futuras autoridades. El mundo será más eléctrico y exigirá bienes y servicio más amigables con el medio ambiente, condiciones que se dan perfectamente en Antofagasta. El territorio será uno de los más importantes del planeta.
Es tiempo de dudas en Antofagasta, el país y el mundo y razones hay muchas: estallidos sociales, crisis migratorias, guerras comerciales, las complicaciones derivadas de las acciones de Donald Trump, el auge de los extremos políticos, el cambio climático, entre otros factores, más o menos importantes.
Pero en Antofagasta -territorio también golpeado por un ánimo disperso- la sensación térmica debiera ser distinta. No cabe duda de que este espacio geográfico tiene un futuro promisorio en lo económico, muy notable para las próximas décadas.
Y esto no solo tiene que ver con las industrias presentes, sino con el desarrollo que éstas y otras tendrán en el futuro inmediato.
La electromovilidad, el desarrollo de las energías renovables no convencionales, la producción de cobre verde, la mejor integración al Zicosur, son cuatro fenómenos que tendrán un impacto gigantesco en empleo, energía, riqueza y desarrollo, mayor o menor dependiendo de cuán preparados estemos para entender y facilitar cuestiones que pondrán a Antofagasta entre los sitios más importantes del planeta. Léalo bien: del mundo.
Es aquí donde tenemos cobre, litio, energía del sol, grandes espacios de control estatal, puertos y cercanía geográfica con el sur peruano, de Bolivia y Brasil, más Argentina y Paraguay, universidades y una mano de obra capacitada, condiciones que deben tenerse presentes para diseñar algo mejor que lo obrado en las últimas décadas.
Y en esto serán claves las autoridades que vendrán, las que deben comprender a cabalidad el potencial que tiene la zona, sin dejar de ubicar a las personas en el centro de las políticas, lo que significa cuidarlas y entregarles las mejores condiciones para su desarrollo.
Es cierto que tenemos enormes déficits en materia de vivienda, áreas verdes, educación y salud, entre tantas otras y ciertamente son muy importantes; no obstante, no perdamos de vista las posibilidades que se abrirán y de las cuales todos deben ser beneficiados. Esa gestión es la que debieran tener presentes quienes dirigirán los destinos de Antofagasta, tanto en los niveles comunales y regional.