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"Mis héroes son los niños con cáncer"

ANTOFAGASTINIDAD. Rafael Bannura Durán, kinesiólogo y fundador de Oncofeliz.
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Hace veinte años y tras una experiencia familiar, Rafael Bannura Durán, decidió hacer algo para apoyar el tratamiento de los niños y niñas con cáncer en Antofagasta y el norte.

Dos décadas después, este kinesiólogo, nieto de un inmigrante palestino, no oculta su orgullo por el camino recorrido. Dos mil niños y niñas han recibido asistencia de la corporación para luchar contra una enfermedad cruel, que no solo castiga a quien la padece, sino a la familia completa.

En esta labor, Bannura no ha estado solo. A su lado está su esposa, la sicóloga Ximena Reyes, sus hijos Rafael y Nazery, y cientos de socios que colaboran con esta ya tradicional institución solidaria.

¿Cómo nace Oncofeliz?

- Oncofeliz nació hace 20 años porque yo tuve un hijo que se enfermó de cáncer, y se mejoró afortunadamente, y entonces vimos la falencia que había en el sistema público para atender a niños con cáncer. Por lo tanto, decidimos formar esta corporación para que los niños pudieran atenderse mejor. Nosotros detectamos varios problemas. El primero era el traslado de los niños, porque tenían que viajar a Santiago y no siempre tenían los medios. Entonces les pagábamos los pasajes. Otro problema era que los médicos a veces recetaban remedios que no estaban y nosotros los comprábamos. Y lo tercero que vimos es que los tratamientos de los niños oncológicos son largos y normalmente la que se queda con ellos en el hospital es la mama, no así el papá, que permanece en Antofagasta. Por eso nosotros lo mandamos una vez al mes a Santiago para que también esté con su hijo.

¿Qué ha significado para usted liderar esta organización?

- Para mí es un regalo de Dios, la verdad. Poder ayudar a quien lo necesita es una bendición. Yo tengo contacto directo con los niños y son como hijos para mí. Por eso seguimos luchando cada día. Tenemos un grupo de gente que está con nosotros, preocupados todos los días de ayudar a esos niños y a sus hermanos, que no tienen cáncer, pero ven el dolor, la pena, la angustia. Estoy feliz de haber fundado Oncofeliz junto a mi esposa, Ximena Reyes.

¿Hay más o menos solidaridad en estos tiempos tan difíciles?

- Yo creo que hay más solidaridad. Creo que la gente cuando se vio tan indefensa ante este virus, cuando se dio cuenta que no tiene comprada la vida y que en cualquier momento te puedes infectar y te puedes morir, entendió que necesitamos a todos. Todos servimos, todos somos del mismo bando, aquí no hay política, no hay religión. Si hay algo que rescatar de estos tiempos es que nos dimos cuenta que teníamos que ayudarnos y con eso la solidaridad ha sido más fácil. Por supuesto que hay una limitante, porque hay gente sin trabajo o que le bajaron el sueldo, pero así y todo la gente igual aporta en forma muy masiva.

¿Qué recuerdos marcaron su infancia?

- La casa de mi familia estaba en 14 de Febrero, que es una calle de gran connotación, porque es la fecha de conmemoración del día de Antofagasta, entonces cuando yo era chico, los vecinos cerraban la calle todo el día y poníamos guirnaldas de flores de papel de poste a poste y hacíamos competencias deportivas, jugábamos guerras de globos de agua, etc. Y después en la noche los papás organizaban una fiesta y todas las familias sacábamos los comedores a la calle, y se armaba una orquesta y bailábamos. Fue muy maravillosa la infancia viviendo ahí.

¿Cuál fue la mayor enseñanza de sus padres?

- Yo diría que la honradez, la responsabilidad, y el amor a la familia, por supuesto.

¿Cómo cree que será el mundo post pandemia?

- Será distinto, será más solidario, habrá más compañerismo, no habrá tanta competencia por tener más plata que el otro, la meta será tener más amigos, para tener más resguardo. Creo que vamos a privilegiar viajar por nuestro querido Chile más que salir tanto al extranjero. Y la parte económica va a mejorar, el país se tiene que reactivar, vamos a volver en eso a la normalidad.

¿Cuál es su lugar favorito de la región, por qué?

- Mi lugar favorito es Hornito, estar ahí con mi familia, los amigos. No vamos muy seguido ahora, pero es un lugar que siempre es grato para mí.

¿Cuál ha sido la mayor felicidad y la mayor tristeza de su vida?

- Casarme con mi mujer fue lo más maravilloso que me ha pasado, y ser papá dos veces fue otra gran felicidad. Y mi gran pena es que haya ido mi papá. Mi padre se fue hace diez años de un cáncer. Han pasado diez años y aún lo lloro.

¿A quién o quiénes admiras?

- Admiro más que a cualquiera a los niños con cáncer, ellos son héroes en una gran batalla. Ellos en el fondo me llevan a hacer lo que hago.

¿Cuáles son tus metas en la vida?

- Quiero seguir trabajando unos años más, y luego viajar, antes lo hacíamos mucho, deseo seguir recorriendo el mundo, y estar tranquilo.