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Uaysén y Proceso Constituyente: Aportando desde su misión territorial y descentralizadora

La institución abrirá espacios para articular a la sociedad civil, sector público y privado, la academia y líderes locales para incorporar la mirada regional a la discusión sobre una nueva constitución.
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En el nuevo escenario de redacción de una nueva constitución para el país, las universidades juegan un rol protagónico, con el objetivo de vincular al territorio, levantar las necesidades de las comunidades y articular las respuestas y soluciones a los diversos problemas que existen.

En esta línea, la Universidad de Aysén, institución nacida al alero de una demanda social de la Región de Aysén, se plantea como una institución que debe hacerse parte de este importante e histórico proceso, cumpliendo así con la misión de vincularse con el territorio desde una mirada local para poder articular opiniones de todos los actores de la sociedad.

María Patricia Baeza, directora de Vinculación con el Medio, indica que lo relevante en este proceso es cómo nos conectamos y trabajamos con el territorio y la sociedad en general fomentando la participación. "La universidad tiene el gran rol de generar incidencia, conectarse con las políticas públicas, de levantar propuestas técnicas y también de hacer estos acompañamientos a la sociedad civil en estos procesos participativos", explica.

La académica plantea que estos espacios de participación son una tremenda oportunidad para la región y que es clave "abrir los espacios para la reflexión y el análisis, a través de la realización de talleres, foros o conversatorios, ya que sabemos la importancia que tiene este proceso histórico, por lo tanto como universidad regional tenemos una misión y este es un momento clave para cumpir con esta tarea. Las universidades son de las pocas instituciones que todavía tienen credibilidad en la sociedad civil y en ese sentido el rol articulador con la ciudadanía y los territorios es trascendental".

En ese sentido, la Universidad de Aysén desde una mirada regional y por medio de sus académicos, académicas y estudiantes, tiene la misión de contribuir con las distintas áreas y disciplinas en la discusión constitucional, sobre todo en temas vinculados con la educación.

Respecto de la Educación Superior, la rectora de la Universidad de Aysén, Natacha Pino, plantea que la actual constitución señala que corresponderá al Estado fomentar el desarrollo a la educación en todos sus niveles, pero que, a su juicio, más allá de fomentar, lo que debe hacer es asegurar, a través de mecanismos concretos. "El Estado fomenta, pero no lo asume, no lo cuida y es fundamental hacer ese cambio y me parece que ahí debe estar uno de los puntos centrales de esta nueva constitución, como un factor muy relevante para avanzar hacia un sistema distinto que permite, por ejemplo, no tener que estar año a año pensando en cómo se financian las universidades".

Nury Soza, docente e integrante del equipo de educación de la Dirección de Vinculación con el Medio de la universidad, sostiene que una nueva Constitución debe "garantizar la dimensión humana, como principio y fin último de la nueva arquitectura social, dimensión que revitalizará el concepto de educación; y reivindicar la naturaleza y fin social de la enseñanza en los primeros años de escolaridad, reasignando el valor al modelamiento de formas de comportamiento y normas de convivencia para construir una nación basada en el derecho del ser y hacer".

Bajo ese contexto, Soza señala que "debemos reasignar el valor intrínseco del sistema educativo, no solo velar por el derecho a la educación, sino que, ofrecer una escuela que se moderniza y avanza al ritmo de los cambio sociales y tecnológicos".

En la Región de Aysén, todas las necesidades de salud recaen en el sistema público, muchas veces limitado por recursos económicos y de especialistas. Tamara Bustamante, Jefa de Carrera de Enfermería, sostiene que es relevante que los y las profesionales participen como referentes en los aspectos sociales y en el trabajo comunitario que va a existir con este proceso. "Lo fundamental es avanzar hacia garantizar el derecho a la salud y consagrar todos los aspectos sociales y territoriales que hacen única a esta región y cómo se inserta en el país", indica Bustamante. "Se va a ir generando una nueva perspectiva en la salud pública que traerá consecuencias positivas, como la garantía de mayores recursos humanos, de infraestructura, de acceso, mejoras de la red asistencial, entre otros".

Por su parte, un nuevo enfoque de desarrollo y una economía sustentable también son temas fundamentales para la región y el país. José Barrena, economista y académico del Departamento de Ciencias Naturales y Tecnología, destaca que esta discusión debe contemplar dos elementos centrales.

"Reconocer que existen distintas formas y orientaciones de desarrollo, no es un camino único y lineal como se ha planteado. Se supone que los países en vías de desarrollo debemos seguir el camino de los países desarrollados, y eso no es así. También, se trata de trazar límites ecológicos y avanzar hacia una economía circular, que las materias primas que se extraen de los ecosistemas, sean capaces de mantener una bio capacidad para poder seguir generando recursos".

El establecimiento de un requisito de paridad en la convención constituyente abre la posibilidad inédita de que tengamos una nueva constitución escrita por hombres y mujeres en igual cantidad. En ese sentido, la antropóloga y profesional de apoyo de la Unidad de Equidad de Género de la UAysén, destaca que "el establecimiento de esta medida asegura que las mujeres que históricamente hemos estado subrepresentadas tengamos voz y voto en este importante ejercicio democrático y podamos instalar en la discusión política los temas que son de relevancia para las mujeres y que han estado fuera de las construcción del Estado".