Expertos apuntan a Colombia como ejemplo en materia constitucional
POLÍTICA. En 1991 ese país definió su carta fundamental a través de una asamblea constituyente.
A nivel internacional, y en particular en Latino América, varios países han optado por el sistema de asamblea constituyente para elaborar sus cartas fundamentales.
Bolivia, Ecuador, Venezuela, Argentina y Colombia son algunas de las naciones que recurrieron a esta fórmula, aunque cada uno a su modo y con disímiles resultados.
Según los expertos en derecho constitucional consultados, el caso colombiano es el que más se acerca al proceso que comenzó a vivir Chile a partir del domingo pasado, eligiendo por amplia votación el órgano convención constituyente como fórmula para redactar su nueva hoja de ruta.
"Las experiencias de asambleas constituyentes en América Latina no son muchas. Tenemos algunos casos bien paradigmáticos, particularmente el de Colombia que se realizó en 1991, en un contexto de profunda crisis política, institucional y económica. Donde también existía gran violencia asociada no necesariamente al proceso político constituyente, sino que particularmente por la situación propia de violencia política", detalló Enrique Díaz, doctor en Derecho y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Santo Tomás.
El académico puso como ejemplo al país cafetalero destacando que este proceso es el que debemos revisar con atención ya que a su juicio permitió "un cambio político constitucional en Colombia que ha tenido una buena experiencia desde la perspectiva institucional. Es un buen proceso para mirarlo desde la perspectiva técnica de cómo se desarrolló la asamblea constituyente a través de una serie de comités y grupos de trabajo que permitieron proponer finalmente el borrador constitucional que luego fue ratificado por la ciudadanía".
Diferencias
El abogado constitucionalista y académico del Departamento de Derecho de la Universidad de Antofagasta, Jerson Valencia, también valora como positivo el modelo colombiano.
"Como buenas experiencias de asambleas constituyentes, podemos mencionar el caso de Colombia, que surge de un procesos no previsto en dicha institucionalidad, pero termina dicho órgano por limitarse a la elaboración de un proyecto de nueva constitución, la cual, se mantiene vigente hasta la fecha, dotando de estabilidad a dicho país, gracias al pluralismo político y social que gozó", comentó el jurista.
Sin embargo, el académico plantea que existen algunas diferencias entre el caso chileno y colombiano, ya que si bien ambos surgen de una crisis política e institucional "en el caso nuestro, fue el propio poder legislativo quien reformó la carta fundamental vigente, con el fin de regular un proceso constituyente, agregando la alternativa de una asamblea constituyente con el nombre de convención constitucional", precisó Valencia.
"En el caso nuestro, sin embargo, dicha situación se ve bastante resuelta y regulada, porque las atribuciones del órgano constituyente, fueron expresamente reguladas, no dejando margen de discrecionalidad para ejercer otras funciones, salvo la de redactar un proyecto de nueva constitución", aclaró.
Otra de las diferencias que marca el abogado Enrique Díaz es que el modelo chileno para redactar la nueva constitución tiene como característica propia la paridad de género en su elaboración. "Esto implica que la mayoría de los chilenos queremos un nuevo pacto de convivencia pacífica que permita integrar a todos los sectores de la comunidad nacional sin dejar a nadie fuera. Creo que este proceso constituyente va a marcar un hito no solo en Chile sino que también en el mundo", manifestó.
Venezuela
Por otra parte, a nivel de experiencias constitucionales fallidas, ambos ponen como caso lo sucedido en Venezuela.
"En los malos ejemplos, podemos nombrar el caso venezolano, principalmente, porque dicha asamblea constituyente toma la decisión de usurpar poderes de otros poderes del Estado, pues, excediéndose de atribuciones netamente constituyentes, comenzó a adoptar funciones legislativas lo que contraviene a los principios y características básicas de una asamblea constituyente real", apuntó el académico de la UA.
"En estos momento mirar el proceso venezolano con ojos del año 2020 creo que es un error político porque el país hoy está en un estado de descomposición política donde tanto la izquierda como la derecha han bombardeado las bases del sistema democrático, lo que no nos permite hacer una comparación", aportó el profesor de la Universidad Santo Tomás.