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Crisis sanitaria obliga el cierre de cuatro jardines en la región

PANDEMIA. Descenso en la matrícula, despidos, problemas económicos y un futuro aún más incierto son parte de las consecuencias que han impactado a este sector.
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Daniel Contreras Palma

En apenas seis meses el trabajo de seis años de Nelly Andrade llegó a su fin. Esta educadora de párvulo y dueña de la sala cuna y jardín infantil Safari Kids no logró superar el impacto económico que afectó a su emprendimiento, primero por el estallido social y luego con la llegada de la pandemia.

Según relata Andrade, el panorama para ella y su negocio se comenzó a complicar cuando los apoderados dejaron de enviar a sus hijos al establecimiento preocupados por la emergencia sanitaria que se avecinaba a principios de marzo en nuestro país. A ello se suma que muchos padres decidieron retirar a sus hijos tras quedarse sin trabajo pos movimiento social.

Con esas señalas sobre la mesa no le quedó otra opción que cerrar las puertas del establecimiento a la espera de que en los próximos meses surgiera la posibilidad de reabrir. Mientras debía seguir cumpliendo con las cuotas del crédito hipotecario que paga por el edificio que habilitó como jardín infantil.

"Este año ya lo di por perdido. Cada vez que voy al jardín lloro. Es un esfuerzo grande que se perdió. Fue muy fuerte el último día ponerle el candado a la reja y decir muchas gracias por tantos años. Era eso o arriesgarme a que me quitaran el jardín por no poder pagar el dividendo, gasto que tuvo que asumir mi marido", comentó Nelly.

Esta emprendedora agrega que su sector se ha visto abandonado en medio de la crisis económica al no recibir ningún tipo de ayuda que les permitiera sostenerse mientras durante estos meses complejos.

"Por parte del gobierno no hemos tenido ningún beneficio. Muchos jardines intentamos pedir créditos pero para los bancos no era un buen negocio porque al no poder trabajar no teníamos cómo devolver ese dinero", aclaró.

Baja matrícula

El caso de este establecimiento no es el único. Según explicaron desde la asociación gremial de Jardines Infantiles y Salas Cuna Particulares de Antojaste (organismo que se constituyó este año a raíz de la situación que los aqueja), de los 43 establecimientos que la integran, cuatro de ellos cerraron sus puertas en la región.

Actualmente este sector de la educación inicial en la zona es fuente de trabajo para 405 funcionarias, entre educadoras de párvulos, asistentes de párvulos, manipuladoras, nutricionista, contadores, servicios, profesores de inglés, y atienden a cerca de 2 mil niños.

"Estos meses han sido terribles para todos los jardines y salas cunas particulares. Desde el estallido social empezamos a tener una baja en la matrícula y a partir de marzo cuando tuvimos que cerrar nuestros establecimientos por la pandemia se complicó mucho más el tema. Hoy no tenemos cómo solventar nuestros jardines", enfatizó Sthepanie Nielsen, vocera de la asociación y sostenedora de la sala cuna Rayito de Sol.

A raíz del complejo escenario que atraviesa este rubro, Nielsen detalla que muchos propietarios de estos establecimientos se vieron en la obligación de despedir a su personal o se acogieron a la ley de protección de empleo.

"La mayoría nos hemos tenido que reinventar fuera de lo que sabemos hacer. En mi caso estoy vendiendo cosas para bebé. Tengo otras colegas que están vendiendo materiales de higiene o alimentos para generar ingresos y solventar sus gastos", puntualizó la dirigente.

Esta educadora de párvulos manifiesta que el futuro para su sector es incierto. Si bien señala que aún hay jardines y salas cunas que están funcionando vía online, la mayoría de ellos no alcanza a cubrir sus gastos operacionales.

"Existe una alta preocupación de que se sigan cerrando establecimientos. A esta altura hay jardines que ya no les alcanza aunque estén acogidos a la ley de protección del empleo porque tenemos la obligación como empleadores de seguir pagando las cotizaciones de nuestros trabajadores", afirmó.

Sin apoyo

Paula es la sostenedora del jardín y sala cuna Pequeños Talentos. Con 13 años de experiencia en el rubro esta emprendedora tuvo que declarar en quiebra su negocio agobiada por el descalabro económico que significó el tener que cerrar su establecimiento por la pandemia.

"Después del estallido social nos pusimos las pilas para levantar el jardín para este año pero nos pilló muy mal parados la pandemia. Como jardines y salas cuna particulares nos constituimos como asociación para pedir ayuda pero nadie nos escuchó. Y todas las ayudas de préstamos y créditos que se anunciaron para las pymes eran exclusivamente para gente que no estaba en crisis. Por lo tanto no tuve acceso a ninguna clase de beneficio. Lo único que recibimos fue la caja de alimentos que consiguió esta misma agrupación", puntualizó.

Esta pequeña empresaria añade que la mayoría de los jardines y salas cunas particulares funcionan en edificios arrendados, situación que ha generado cuantiosas deudas entre quienes siguen trabajando de manera virtual.

"Me atrevería a decir que el 90% de los establecimientos es arrendado. Afortunadamente el dueño de mi jardín fue muy generoso y entendió bien el tema y no presionó pero la deuda se fue acumulando igual. Nosotros veníamos gritando desde marzo que no íbamos a subsistir y así fue en mi caso", sentenció.

"Por parte del gobierno no hemos tenido ningún beneficio. Muchos jardines intentamos pedir créditos pero para los bancos no era un buen negocio".

Nelly Andrade, Jardín Safari Kids

"Existe una alta preocupación de que se sigan cerrando establecimientos. A esta altura hay jardines y salas cuna que ya no les alcanza para seguir funcionando".

Sthepanie Nielsen, Jardín Rayito de Sol

Más de 13 mil alumnos han recibido chips de internet

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Un total de 35 establecimientos municipales de Antofagasta han adquirido tarjetas SIM como parte de las acciones insertas en sus planes de mejoramiento educativo, los que este año y con ocasión de la pandemia han debido ser reformulados para dar respuesta a las necesidades que involucra la entrega de aprendizajes vía remota.

Se trata de 13.510 chips de internet, de 45 gb y 60 gb, planes que estarán habilitados hasta fines de este año. Uno de los establecimientos que se sumó a esta iniciativa es el Liceo Polivalente "General Óscar Bonilla Bradanovic" A-26, establecimiento en el que se realizó la entrega de 200 tarjetas SIM, como así también de 200 canastas a los alumnos beneficiarios del Programa de Alimentación Escolar (PAE) de JUNAEB.