Acceso a internet en la región
La penetración de este servicio llega al 85% de la región, pero sabemos que cada caso es singular. Hay, de hecho, mucho acceso realizado desde teléfonos móviles prepago. La región y el país debiera plantearse el desafío de "iluminar" vastos sectores de las ciudades, en especial parques, plazas y los sectores más desposeídos. Quedar fuera de este juego es dar mucha ventaja.
El estudio "Brecha en el uso de Internet: Desigualdad Digital en el 2020", desarrollado por la Fundación País Digital midió cómo ha aumentado el número de usuarios de Internet y vale la pena analizar en mayor detalle los resultados.
El informe se construyó empleando información de la encuesta Casen y aplicando criterios usados para la versión 2018 del estudio, relacionados con factores que condicionan el uso de Internet en el país, entre ellos, nivel de ingresos, edad, zona de residencia y nivel educación.
En este contexto, las regiones con mayor porcentaje de usuarios de Internet fueron la Metropolitana, con 87,5%; Magallanes, con 85,8%; y Antofagasta, con 83,1%, dato que implica un aumento de 3,2% al compararlo con el año 2017. De 6,4% con el 2015 y de 14%, respecto al 2013.
Sobre los tipos de usos que las personas dan a Internet en la región, el 78,3% dice que es para obtener información en buscadores; 91,1% en entretenimiento; 54,9% compra y venta de artículos y servicios; 58,3% para operación de banca electrónica; 49,5% en actividades de educación formal y capacitación y 52,3% para trámites en línea con instituciones públicas.
Aunque Antofagasta es una de las regiones que poseen una mayor proporción de habitantes con uso de Internet, no todos los hogares tienen esta herramienta. Así, al revisar la estadísticas de la Subsecretaría de Telecomunicaciones, en la región a marzo del 2020 el número de conexiones fijas alcanzaba las 142.246, sobre un total -según Censo- de 174.314 hogares.
Es decir, hay una alta penetración de esta herramienta, pero no todas las conexiones de la misma calidad. La pandemia ha desnudado que en muchos hogares tal desarrollo está vinculado a un teléfono móvil, muchas veces de prepago, con las complicaciones que eso tiene.
Ni hablar de los fallos y caídas recurrentes que tienen las empresas prestadoras del servicio, por lejos las más cuestionadas por los consumidores, en esta coyuntura y también antes.
Hay muchísimo por hacer en este asunto.