El pasado 30 de mayo tuvo lugar el lanzamiento de la misión Crew Dragon Demo-2. Con esta misión, la NASA volvía a recuperar la capacidad de enviar astronautas al espacio. Desde la clausura del programa de transbordadores espaciales en 2011, la NASA carecía de un sistema propio para llevar a sus astronautas al espacio y debía hacerlo contratando los viajes en naves rusas Soyuz. Esto llevó a la NASA a implementar programas con compañías privadas estadounidenses que les permitiesen desarrollar la tecnología y abaratar los costos de dichos viajes. Las naves Crew Dragon están desarrolladas por la compañía SpaceX, fundada por Elon Musk, el conocido empresario que está también detrás de la compañía de baterías y autos eléctricos Tesla.
La nave Crew Dragon de esta misión, bautizada Endevour, fue lanzada desde Cabo Cañaveral, Florida, y tras un día de viaje llegaba y se acoplaba autónomamente a la Estación Espacial Internacional (ISS). Allí los dos astronautas que transportaba, Behnken y Hurley, permanecieron durante poco más de 2 meses realizando diferentes experimentos. Una vez terminado su trabajo, Behnken y Hurley volvieron al Endeavour, que se desacopló exitosamente de la ISS el 1 de agosto, para amerizar en el océano Atlántico, frente a las costas de Florida, un día más tarde. La cápsula, con sus dos ocupantes sanos y salvos a bordo, fue rápidamente recuperada por un barco que la estaba esperando.
Tras el éxito de esta misión, ya hay planeados nuevos lanzamientos de las misiones Crew Dragon con más astronautas (puede llegar a llevar hasta a 7) en los próximos meses. Tanto la nave espacial Endeavour, como el cohete Falcon-9 en que fue lanzada, podrán volver a utilizarse en próximas misiones.
Javier Alonso-García es Astrónomo del Centro de Astronomía de la U. de Antofagasta, www.astro.uantof.cl