Plebiscito y metamorfosis política
Esta semana debutó la campaña para el apruebo o rechazo de la nueva constitución, que se extenderá hasta el 22 de octubre. Las estrategias propagandísticas oscilaron entre videos, lanzamientos en redes sociales, banderazos y carteles (La Tercera, 26/08/2020). Las estrategias locales fueron menos vistosas debido a la cuarentena que estamos experimentando, y se abocaron sólo a lo que se denominó 'franja digital' con mensajes icónicos en productos audiovisuales, stickers y memes que han dado cuenta de la necesidad del cambio o no de la carta magna actual.
Sin duda, este proceso nos rememora el plebiscito de 1989 a través del cual el país se bipolarizó en dos opciones: el SI y el NO. Las gráficas entre ambas posiciones eran muy distintas: el azul, el rojo y el blanco fueron parte de una estrella y banda tricolor en el caso del SI; mientras que el otro bando jugó con el negro en su logotipo (NO) y un arcoíris que representaba la salida del período oscuro de la dictadura. Desde un análisis de la Ciencia Política, los/as expertos/as de la época ya señalaban que en propaganda, las opciones 'negativas' eran muy difíciles de levantar en términos de voluntad de votos. Por eso, los/as opositores/as al Régimen Militar proyectaron una estrategia a largo plazo, siguiendo la línea de la Escuela de Columbia para incrustar la idea de 'la alegría ya viene' en la mente de los/as electores/as. Por su parte, el SI tuvo dos períodos: la visualización de los logros de la dictadura y cuando las encuestas empezaron a ser públicas mostrando el triunfo del NO, empezaron a aparecer "… parodias a los spots que presentaba el "No" y otros que mostraban quemas de autos y disturbios en medio de una manifestación contra el régimen militar". (Ascanio y otros, 2008: 623). La propaganda del actual proceso se muestra más fresca, menos ideológica y mucho más pragmática.
La campaña del apruebo muestra una mayor pluralidad de partidos políticos, agrupaciones civiles y sociales y simbolismo conceptuales, pero con menos creatividad en las ideas fuerza. Los diversos comandos han optado por lo virtual, lo audiovisual y algunas tácticas presenciales como ocurrió en la facción 'Apruebo Chile Digno' constituido por los partidos Comunista, Progresista y FRVS entre otros, que se movilizó a la Plaza Baquedano para hacer una manifestación con banderas. La gente de Convergencia progresista (PPD, PS y PR) hizo un mega lanzamiento a través de la plataforma zoom. En tanto que 'Que Chile Decida', integrado por el Frente Amplio y algunos/as personeros/as de la sociedad civil, se dedicaron a entregar mascarillas en el centro de Santiago. Por su parte, la DC con su eslogan simple 'Yo Apruebo' generó una dinámica más centrípeta de convención entre sus mismos partidarios para discutir las directrices generales de la campaña. Por una red social más tradicional como Facebook y con el hashtag #CuidaTuPlebiscito, la Red de Centros Por una Nueva Constitución (Red Liberal, Chile 21, Fundación Horizonte ciudadano, Fundación Participa, Fundación Progresa e Instituto Igual) presentó su estrategia propagandística.
El rechazo volvió a las prácticas del pasado con una tenue y breve 'guerra del terror', pero más solapada, aunque ésta finalmente no logró cuajarse en el 'mindset' de los partidos políticos de la opción (Leighton, El Mostrador 26/08/2020). El viraje a una estrategia más propositiva deja de lado la idea de la incertidumbre y se enfoca en la idea fuerza "Rechazo para Reformar", un eufemismo que desde una definición filosófica produciría un efecto tautológico, algo así como una proposición discursiva que es verdadera en sí misma, aun cuando se le asignen distintos valores de verdad. Esta clausura conceptual sólo es válida para aquellos partidos políticos que se refuerzan a sí mismo en resistirse a una nueva constitución, y prueba de ello es que el conglomerado opositor a una nueva carta magna espera un fracaso digno de un 30 o 40%, "para que la derrota no sea tan dura y empodere a la centro izquierda" (Joaquín Lavín, Tolerancia Cero 23/08/2020). Sin embargo, el comando sale de este 'circulo de sal' a través del eslogan "el 10% salió sin cambiar la constitución", valorando aquello que se demonizó en su minuto.
Hace rato que se vienen viendo curiosas 'metamorfosis políticas', inclusive al nivel de las volteretas de Tomás González y de la mano de posturas que declaran 'independencia' de aquellas manos que algún día les dieron de comer, o se hacen abanderamientos de ideas políticas que no se comparten para nada. Mi preocupación es que estas 'contorsiones' le hacen mal a la política, porque ésta se convierte en utilitaria, se une al vagón de cola del triunfo y después se diluye en lo que el Frente Amplio llama 'desinteligencia política'. Las transformaciones en el país, independientes de las opciones constitucionales, se están dando día a día en nuestras prácticas éticas de gobernanza y conversaciones políticas. Chile no había ha vuelto a estar 'politizado'.