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La aguda crisis del gobierno

La Moneda ha persistido en sus errores debido al mal diagnóstico que tiene de Chile. Ahora está en crisis casi total: sin agenda, respaldo, poder ni credibilidad. Asumir que el país requiere un nuevo pacto social es tanto un ejercicio de realidad política como honestidad intelectual: esta es mucho más grande que la crisis de un gobierno que heredó el problema y lo mal gestionó.
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La discusión respecto al retiro de hasta el 10% de los fondos de AFP fue lo más parecido a un tsunami, explicado en la magnitud de la crisis económica actual, la mala evaluación del problema por parte del gobierno y el simbolismo en que se tradujo para buena parte de la ciudadanía darle un golpe a las administradoras.

Los sucesivos reveses de La Moneda son sólo un síntoma del extravío en que se encuentra el Ejecutivo que no ha dado con el tono desde el 18 de octubre de 2019. Una interpretación errada de lo que está abierto en Chile ha devenido en una permanente equivocación de las propuestas y los resultados están a la vista. Hoy por hoy tenemos un gobierno superado por las demandas, sin control sobre lo que ocurre a su alrededor, sin agenda y sin liderazgo. Su orfandad es inédita en décadas.

Ante ello, un cambio de gabinete está en ciernes y de lo que allí salga podremos inferir varias cosas: la lectura que el Presidente Piñera ha hecho del momento y lo que pretende hacia el futuro. ¡Nada menos!

Un acto de honestidad política debiera llevar al Mandatario a asumir que cualquier cosa parecida a una salida algo exitosa a lo que queda de su gestión, pasa por asumir que deberá iniciar y encauzar cambios que sistemáticamente ha negado porque no quiere, al no estar en su agenda, o porque no lo ha comprendido.

La historia lo puso en este trance de conducir la discusión (en ningún caso cerrarla) y deberá tener la altura para entender que hoy sólo puede aspirar a aquello, que no es poco, a riesgo de dañar aún más la paz social y estresar a una sociedad que ya enfrenta demasiados problemas.

Para Piñera será, en lo personal, un asunto difícil: algo muy parecido a negarse a sí mismo, pero que a la luz del contexto y el momento, parece absolutamente inevitable. Llegar a un gran acuerdo político con la oposición, diseñar un plan de ruta e invisibilizarse lo más posible, parecen una opción única de salida.

Veremos si el Mandatario lo entiende o persiste en un camino errado que puede terminar incluso peor que lo visto hasta ahora.

Convencer y escuchar

"Escuchar supone que el mundo que compartimos con los demás no contiene ideas verdaderas que sean evidentes para todos". Mario Valdivia, Consultor
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No pudimos convencerlos, dijo el ministro después de una votación adversa en el Congreso. Convencer - vencer con todo, sugiere el diccionario etimológico. Un lenguaje de enfrentamiento militar. Me asiste una idea verdadera, tengo la razón, lo evidente está de mi lado, los demás deben aceptarlo, callar y darse por vencidos. Si fallo en convencerlos - como le ocurrió al ministro -, quiere decir que triunfa la sinrazón, el error; se imponen los equivocados. El mundo se hace más oscuro. En el ánimo de convencer, defino de entrada una conversación como ganar o perder, una lucha entre verdad y error, declaro a los otros enemigos - cuando menos oponentes - y procuro subyugarlos.

Escuchar - inclinarse y auscultar, dice la etimología -, es otra forma de apearse con las demás personas. Parto de la base que las necesito para conseguir lo que quiero. Me propongo auscultar con cuidado sus deseos, preocupaciones, intereses, para considerarlos francamente en lo que proyecto. No defiendo una verdad, no me considero poseedor de normas superiores, de aquello que es correcto: busco el acuerdo que necesito.

Querer convencer más que procurar escuchar presupone vivir en un mundo en el que hay ideas verdaderas, conceptos "objetivos", normas y reglas correctas; sean de origen divino o científico. Y que tenemos acceso a ellas. La Inquisición con vencía a menudo, con un garrote es fácil con vencer, un ejército poderoso también es útil para con vencer, los expertos con vencen con facilidad cuando anuncian consecuencias atemorizantes.

Escuchar supone que el mundo que compartimos con los demás no contiene ideas verdaderas que sean evidentes para todas las personas. Como mínimo, que no busco imponer las mías - si las tuviera -, aunque pueda hacerlo. Inclinarse a auscultar interpreta condiciones para convivir, no para imponer modelos. Escucha la dueña del café del barrio, el que vende cerezas en China, la banda popular, la política que busca legitimar las leyes con solidez, el servidor público que se preocupa de proteger el Estado democrático. Quienes no están movilizadas por ideologías - verdades en las alturas -, sino por el afán de crear una convivencia decente.

Convencer apuesta a la fuerza de mi razón. Escuchar apuesta a articularnos y convivir. Convencer desconfía de las demás - que no acepten la verdad evidente en sí misma demuestra sus intenciones inconfesables. Escuchar confía y crea confianza - ausculta como legítimas las intenciones y preocupaciones ajenas, como parte integrante de la convivencia que inventamos.

Está, por último, la razón de Sun Tzu en favor de escuchar. Declarar la guerra es muy peligroso: se puede perder. Hay que dar por hecho que el enemigo es astuto. Lo que sí resulta difícil de entender es que alguien insista en dar batalla cuando una docena de sus samuráis anuncian que se pasan al bando enemigo. Misteriosa es la mente de algunos humanos.

Desarrollo regional y paradiplomacia

"Un importante desafío es alzar la voz por una transferencia de competencias a las regiones en materia de integración". Mg. Alberto Torres Belma, Miembro HUB Desierto de Atacama
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Desde hace varias décadas, y especialmente desde la creación de la Zona de Integración del Centro Oeste Sudamericano (Zicosur) a la que se encuentra adscrita nuestra región, es común hablar de oportunidades de integración entre regiones de países del Cono Sur y de éstas con el Asia Pacífico. Los Encuentros Internacionales ordinarios y extraordinarios de Zicosur, los Comités de Integración NOA - Norte Grande y otros eventos que han aglutinado a entes públicos y privados en pro de la integración subregional sin duda han sido útiles para el intercambio de experiencias y consolidación de algunos avances. No obstante, muchos de éstos se conciben aún como tímidos o en clara deuda con anhelos de integración que datan de mucho antes de la creación de la Zicosur.

Lo anterior puede explicarse por motivos diversos (que se perpetúan) y, que a su vez, se transforman en oportunidades de mejora. En primer término, en el contexto de la transferencia de competencias a los nuevos gobernadores regionales que serán elegidos en 2021, y que se enmarca en la Ley de Fortalecimiento de la Regionalización, durante 2019 el Gobierno del Presidente Piñera ingresó a la Contraloría cinco decretos supremos que establecieron que dichas competencias se vinculan a los Ministerios de Economía, Desarrollo Social, Vivienda y Transportes. Aquí encontramos el primer talón de Aquiles para el desarrollo regional, al no figurar una transferencia de facultades en materia de relaciones exteriores, lo que permitiría fortalecer la paradiplomacia, entendida como todo tipo de relacionamiento formal o informal ejercido por los gobiernos regionales o locales con actores internacionales, sean públicos o privados.

Por ello, un importante desafío es que los actuales parlamentarios o en su defecto los futuros gobernadores regionales, alcen la voz por una transferencia de competencias a las regiones en materia de integración subnacional, relevando las cualificaciones de las Unidades Regionales de Asuntos Internacionales, que podrían enfrentarse a dos escenarios: replantear completamente su rol, otorgándole un mayor valor dentro de la gobernanza regional; o su mutación a una Seremi de Relaciones Exteriores, ejerciendo su liderazgo inherente a la paradiplomacia, permitiendo con ello el seguimiento de los acuerdos establecidos con las contrapartes internacionales.

Cabe señalar que una de las principales falencias que se atribuye a esta ausencia de valor sobre la paradiplomacia es la poca concreción de muchos de los acuerdos suscritos en eventos internacionales por nuestra Región, por lo que este clamor a favor de la gobernanza regional se haría cargo de dichas problemáticas.

Junto con lo anterior, la elaboración de la próxima Estrategia Regional de Desarrollo de la Región de Antofagasta es un hito relevante que requiere incorporar las necesidades de desarrollo regional en materia de internacionalización, como es el caso del anhelado Corredor Bioceánico, en el cual trabaja desde 2019 la Universidad Católica del Norte para la construcción de capacidades que faciliten su concreción.