Mariela Elvira Flores Baltazar, nació en Antofagasta en 1983 y proviene de una familia de origen Aymara.

Su papá nació en Chiapa y su mamá en Illaya, ambos pueblos vecinos, ubicados al interior de Iquique hacia la Cordillera de Los Andes.

"Nuestra familia es grande y de mucho esfuerzo. Contamos con muchas costumbres propias de nuestros orígenes. Con mis hermanos desde muy pequeños observábamos como nuestros padres realizaban sahumas en señal de agradecimiento a la tierra cada vez que se mostraba generosa con nosotros".

¿Cuál es la principal enseñanza de tus padres?

- Si pudiera resumir diría el valor por el esfuerzo, las cosas cuestan, no llegan solas. La diferencia está en que en algún momento debemos aprender a parar, decir, ya he caminado lo suficiente, merezco descansar, detenerme, observar el paisaje y volver a caminar quizá a un paso más lento, no está mal.

Otra enseñanza que mantengo es el ser agradecida, realizar ofrendas, tanto a la tierra como a las personas, porque en ambos casos nos proveen y sostienen. He tenido la fortuna de que colegas han recomendado mi trabajo, profesores que han descubierto cosas en mí que yo no veía, amigos que han sido maestros de vida, entonces, cada vez que está en mí la oportunidad de tender una mano, dar una idea, invitarlos a soñar con algo posible aparece la Mariela dando sugerencias, consejos, datos, tips, generando nexos, etc. Quienes me conocen saben que a veces ni me lo piden y yo lo hago igual, lo hago porque la vida ha sido generosa conmigo, para mí es una forma de retribuir lo recibido.

¿Qué suele ser lo primero que piensas al despertar?

- Pienso en lo que debo hacer en el día y en lo que deseo. Me guío más por lo que deseo que por lo que debo, aunque a veces hay excepciones y debo focalizarme en lo que debo sin dejar de lado completamente lo que deseo ¿se entiende? Por ejemplo, yo cocino todo lo que como porque así lo deseo… "Deseo comer pancito casero, cúrcuma con huevo y té verde". Ya satisfaciendo ese deseo me puedo concentrar en lo que debo, por ejemplo: terminar un informe u oficio.

Estudiaste psicología... ¿Cuál fue la razón?

- Siempre fui humanista, porque soy pésima con las matemáticas. Soy de la generación de la última PAA, recuerdo que pensé en estudiar Derecho, fuimos con mis amigos del pre universitario a realizar nuestras postulaciones y para mi sorpresa el puntaje solicitado para Psicología en esa época era más alto que el puntaje solicitado para Derecho, entonces mi pensamiento fue "debe ser más difícil psicología que Derecho porque el puntaje que solicitan es más alto", y por ese motivo escogí esta carrera, creo que no me equivoqué.

¿Qué es lo mejor de ti?

- Durante el último periodo he participado en un coaching que realiza una colega, desde aquellas apreciaciones he descubierto que las personas me han observado como alguien que entrega energía y a la vez calma. Eso me pone muy feliz, dado que la calma ha sido algo que me ha costado alcanzar. De igual forma me he estado reconciliando con mi intensidad, pues antes la interpretaba desde el tomar decisiones rápidas y poco pensadas, hoy veo cómo esa intensidad me permite también conectarme y me energiza y así sufro menos.

¿Qué te gustaría que los demás supieran de ti?

- Me gustaría ser recordada como alguien que cree en el potencial de las personas, sus recursos personales y familiares. Eso que traemos es tan grande, desde nuestra historia, que confluye con el presente. Desde el constructivismo existe la metáfora del ser humano como científico de su propia existencia, que continuamente realiza hipótesis respecto de su vida, hipótesis que son sujetas a cambios y comprobación.

¿Dónde encuentras la felicidad y tranquilidad?

- En la no postergación de mis necesidades, actualmente intento ser consciente de lo que me hace feliz y ejercitarlo como un músculo a través de la meditación que en otras palabras significa "familiarización" de una actividad, un hábito, gusto, etc. Para lograr esto se requiere regularidad en la aproximación con aquello que te hace bien, constancia. Se podría decir que lo que me hace feliz y me entrega tranquilidad para mí hoy es prioridad.

¿Qué características definen a los nortinos?

- Te voy a responder desde el lenguaje del desierto. El desierto es extenso, árido y se puede observar muy solitario. Entre pueblos hay kilómetros de distancia que antiguamente se aproximaban caminando en manada, si alguien de la manada se separaba corría el riesgo de perderse, esto me lo ha contado mi mamá que de niña viajaba caminando en manada con mi abuela por el desierto. Así son los nortinos, podemos vernos a simple vista, solitarios, áridos (serios) incluso mal humorados (hablamos poco, trabajamos mucho), pero en la intimidad somos fieles a nuestra manada, nos cuidamos los unos a los otros, la unión es un valor fundamental para sobrevivir.

¿Qué cosa has aprendido en estas semanas y meses tan inciertos?

- Este tiempo lo he vivido como un banco de ahorro, creo que todo aquello que he venido trabajando y elaborando años anteriores, hoy ha convergido en un depósito a largo plazo.

Durante un tiempo anterior ya transite por mis miedos, gracias a eso hoy cuento con herramientas que me permiten sostenerme y sostener también a mi familia, mi hija, mis hermanos, mis sobrinos, mis padres, mis amigos, mi red. Se podría decir que he aprendido a reconocerme y a encontrar certezas en lo incierto.