"Creo en el poder de lo colectivo"
IDENTIDAD. Lorena Cisternas, periodista.
Lorena Cisternas es periodista de la Universidad Católica del Norte y su área de desarrollo profesional ha estado siempre ligada a procesos de educación, cultura y desarrollo social.
Desde el Proyecto Enlaces, el CIMET en la UCN, Balmaceda Arte Joven, hasta el CREO Antofagasta, Educación 2020 y hoy en Movimiento Fibra en Santiago.
"Todas han sido experiencias en que mi propuesta ha sido relevar los procesos comunicacionales como base de relaciones horizontales, constructivas, honestas y comprometidas con objetivos de largo plazo. Es mi profesión como periodista, pero creo que también mi forma de pararme en todos los espacios en que me muevo, entre ellos la organización feminista a la que pertenezco @Flujobundante".
¿Cuándo y dónde naciste?
- Nací en Santiago el año 75, pero a muy poco tiempo de nacida, mi mamá se trasladó a Antofagasta donde nos quedamos hasta que cumplí 5 años. Vivíamos en la población Las Rocas y alcancé a ir unos meses a la escuela en 1ero básico. Luego nos devolvimos a Santiago y no vine de vuelta a Antofagasta, hasta que llegué a la universidad en 1994.
¿Cuál es el recuerdo de tus padres y cuál fue su mejor enseñanza?
- De mi padre el único recuerdo que tengo es que "trabajaba en la Coca Cola" cuando vivíamos en Antofagasta, luego desapareció como muchos hombres en los 80, que me imagino agobiados por la responsabilidad de la familia, en un contexto que estigmatizaba la separación, mucho más a las mujeres por cierto, optaban por "salir a comprar cigarros" y no volver. Así que bueno, de mi padre mucho no puedo decir, pero eso implicó que mi mamá tuviese un rol absolutamente pregnante en mi vida. La mayor enseñanza que reconozco de ella es el nunca bajar los brazos y tener siempre fe en que "querer es poder".
¿Qué poema o canción te i-dentifica?
- Canciones ¡paso!. Es mucha la música que me ha tocado profundamente en diferentes momentos de mi vida, elegir sería siempre insuficiente. De poesía, quizás como no tengo un gran acervo, viene de inmediato a mi mente el libro "Hojas de hierba" de Walt Withman que recuerdo con especial emoción, porque fue primera vez que me conmovió leer poesía ¡y sentí tan propio el "Canto a mí mismo"!; no tenía esa edad, pero leí muy honesto eso de "A los treinta y siete años de edad, gozando de perfecta salud, comienzo y espero no detenerme hasta morir". Ahora que lo pienso, quizás esa es la edad más menos, en que empiezo a conocer el feminismo y en efecto, espero no detenerme en ese aprendizaje hasta morir.
¿Qué es lo mejor de ti?
- Creo que mi capacidad para conectar con personas muy potentes en diferentes ámbitos y hacer conexiones con otras que se fortalecen en ese intercambio. Reconozco en esa capacidad de articulación de intereses, energías y objetivos, una forma de vivir. Creo en el poder de lo colectivo y por lo mismo, pienso que cuando esos nodos de articulación están basados en la honestidad y la legítima convergencia de intereses, creo que todo es posible. Siempre digo además, que tengo el mal del optimismo, no ese de la esperanza ciega en un mundo mejor, si no uno que se basa en la fuerza que tiene lo colectivo; cuando sentimos profunda fe en nuestra intención y a eso le asociamos acción, todo avanza innegablemente hacia algo bueno.
¿Qué características definen a los nortinos?
- Somos gente de esfuerzo, gente que habita el desierto, eso es una gran hazaña. Por supuesto que hoy lo hacemos con los avances del progreso, pero en nuestro ADN yo creo que está grabado eso de ganarle a la aridez. Quiero hablar de las mujeres nortinas en especifico, por que me identifica más y creo que somos las mujeres y la conexión con la tierra, con los alimentos y con la escasez, la que en el norte nos hace desde siempre conectar con lo comunitario.
¿Qué objetivos debe plantearse la región para su desarrollo?
- Así directamente y siempre, focalizar los esfuerzos en la educación que se ofrece en la región. Es imposible que el desarrollo sea equitativo, sostenido y sustentable, si no se articula desde la educación. Reconocernos en la diversidad que siempre ha sido atraída por nuestro territorio y valorar esa interculturalidad que históricamente a enriquecido y conformado nuestra identidad, creo que es base para cualquier proyecto financiero, de infraestructura o espacio público que tenga por objetivo el desarrollo de la región. ¿Queremos más y mejores espacios públicos?, ¿queremos mayor tecnología para el uso de energías?, ¡perfecto!, pero no significarán desarrollo real si no tomamos acuerdos y acciones para que en los jardines infantiles, en las escuelas y en los liceos de la región, los objetivos y las implicancias de esos proyectos, sean entendidos y compartidos como una forma que queremos, merecemos y sostendremos como sociedad.
¿Qué cosa has aprendido en estas semanas y meses?
- ¡Montones! Primero, ser más ahorrativa, en todos los sentidos, también respecto a la energía que se destina a ciertos aspectos de la vida. No es que no lo supiera, pero es que ahora se ha vuelto evidente y creo que el mejor aprendizaje ha sido poder observar con calma. También se ha reforzado la certeza de que todos y todas dependemos unas de otras para estar bien; si algo nos ha enseñado esta pandemia es que nadie se salva solo y espero que esa premisa traspase este momento, para volverse una concreción en nuestras leyes, en nuestra forma de relacionarnos y en nuestras ideas de desarrollo.