En las columnas del 9 de febrero y 12 de abril de 2020, hablamos del Square Kilometre Array (SKA), el radiotelescopio en construcción en Australia y Sudáfrica que equivaldrá a una enorme antena con la mayor superficie colectora del mundo, con 1 km². El SKA está diseñado para observar la luz en ondas de baja frecuencia (MHz y GHz). Necesitarán antenas especiales para la observación en radio que capturen este tipo de luz que los ojos y telescopios tal como el VLT no pueden ver (ver la imagen artística hecha por la Organización SKA).
Hoy presentamos un tercer objetivo del SKA, que será el estudio del magnetismo cósmico. Medir campos magnéticos cósmicos es un tema aún en su infancia, restringido principalmente a objetos cercanos o brillantes. La dificultad es que un campo magnético no emite luz, por eso no puede ser observado directamente. Algunos métodos indirectos involucran observaciones de la luz creada por electrones muy acelerados o de la rotación del plano de polarización de la luz a través de un medio magnético. El SKA podrá medir ambas luces, electrónica y polarizada, para millones de cuerpos celestes cercanos y lejanos, tal como planetas, estrellas, el gas interestelar de galaxias, el gas intra-cúmulo en cúmulos de galaxias, o alrededor de agujeros negros supermasivos gracias a su enorme campo de visión y sensibilidad extrema.
Con estos medidas, los astrónomos estudiarán el origen y evolución de campos magnéticos en el Universo y comenzarán a responder: ¿cuándo aparecieron los campos magnéticos en la historia del Universo? ¿Antes del nacimiento de las estrellas y galaxias primordiales? ¿Durante el Big Bang? Podrán también saber por primera vez si puede existir campos magnéticos entre galaxias y entre cúmulos de galaxias, así como el papel del magnetismo en la formación de las estructuras cosmológicas a gran escala.