"Me encantaría estar en unos Juegos Olímpicos. Ese sueño es mi motor"
A su corta edad (19 años), la antofagastina Valentina González se ha transformado en unas de las lanzadoras de jabalina de mayor proyección a nivel nacional. Sexta en el país en la modalidad adultos, campeona nacional juvenil y bicampeonato en U20, avalan su calidad y rendimiento.
Actualmente, está entrenando desde su hogar. Antes de la pandemia, la deportista local vivía en Santiago y practicando bajo las órdenes de unas las entrenadoras más exitosas del país, como era la cubana Dulce Margarita, quien hace unos meses falleció.
¿Cómo ha sobrellevado este periodo de interrupción de las competencias por el COVID-19?
-Al principio fue complicado, porque no tenía la experiencia de entrenar en mi casa y cambiar de ambiente de práctica, porque son nuevas condiciones. Pero con el paso del tiempo, me fui adecuando con lo que tenía, consiguiendo barras, pesas e implementos para realizar ejercicios funcionales.
En este momento tengo mi propio gimnasio en el patio. Incluso mi papá me construyó un artefacto para simular el lanzamiento. Estoy adaptándome a lo que tengo en casa y a la vida diaria, siempre he sido de la idea que hay que trabajar con lo que se tiene a mano y hacerlo lo mejor posible.
¿Consideras que en Antofagasta el apoyo al deportista es poco y que aquello se ha evidenciado más en este tiempo de crisis?
-Creo que falta mucho apoyo, sobre todo en estos tiempos de pandemia, donde no muchos tienen una casa grande o implementos. De hecho yo las cosas me las tuve que conseguir con un club.
Hay niños que no tienen ninguna colchoneta. Creo que el Seremi del Deporte debería haberle entregado un kit a todos los deportistas regionales, para así entrenar desde el hogar y mantenerse.
¿Cuál era tu panorama como deportistas antes de todo este panorama que se está viviendo?
-Yo me había tomado un tiempo de descanso la verdad, principalmente por lo que había pasado con Dulce Margarita (su entrenadora fallecida). Pese a ello, atléticamente estaba muy bien y me estaba preparando para el Mundial Juvenil de Kenia 2020, que obviamente fue aplazado, eso sumado a los torneos nacionales que venían.
¿Te impactó bastante el fallecimiento de Dulce?
-Me impactó mucho, la Dulce era mi segunda mamá, compartíamos 24 horas juntas, siempre haciendo algo en el día, tarde y noche. Era muy cercana a mí, porque pese a que era mi entrenadora hicimos lazos fuera de la pista. Ella siempre será importante en mi vida como deportista.
Todo esto ha sido un tremendo proceso, donde vamos mejorando día a día. Sé que ella siempre va a estar conmigo en cada lanzamiento. Era la que más me subía el ánimo, incluso en un momento de mi carrera no creía mucho en lo que podía hacer y ella me daba ánimo para seguir.
Tengo entendido que luego te entrenó Natalia Duco…
-Sí, es verdad pero ahora dejé de entrenar con Natalia, ya que ella entró a sus proyectos personales, pero me sigue apoyando, además la veo como una hermana mayor. Continúa entregándome contención en lo anímico.
Ahora la preparación física la estoy viendo con el cubano Andrés González, porque él está en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) conmigo. En la parte técnica, aún estamos viendo quién me puede entrenar, porque igual me debo sentir cómoda con esa persona, ver si hay lazos, entre otras cosas.
¿Esperabas lograr lo que has conseguido hasta ahora?
-La verdad es que sí lo esperaba, porque todo lo que trabajé a lo largo de mi adolescencia, lo proyecté en todos estos momentos y la idea es seguir creciendo. Obviamente que todo lo que pienso hacer es con los pies en la tierra, teniendo presente siempre que hay que trabajar y esforzarse el triple.
Espero muchas cosas más, lo digo con mucha humildad. Puede sonar como que me creo mucho, pero lo digo porque sé que me puedo seguir esforzando.
Imagino que los desafíos son grandes…
-Mi próximo desafío es seguir consagrándome como campeona nacional y conseguir la clasificación al Mundial de Kenia, logro que siento cerca. La idea es ir escalando hasta lo que más se pueda.
Me encantaría estar en unos juegos olímpicos, creo que es la aspiración de todos los atletas. Cuando chica no soñaba con ser princesa o algo ligado así, siempre he querido estar en es competencia que nombre. Ese es mi motor diario.