Consumo de alcohol
Se estima que casi 700 mil chilenos tienen consumo problemático de alcohol, de drogas o ambos. ¿Aumenta aquello en estas semanas? Difícil saberlo. Esto significa que además de los daños que generan a su salud, hay consecuencias sociales asociadas, como la posibilidad de violencia y las agresiones debido a los patrones de consumo.
Entre las recomendaciones que la Organización Mundial de la Salud (OMS) formuló con motivo de la pandemia del coronavirus, se encuentra el llamado a los países para tratar de controlar el consumo de alcohol mientras dure el aislamiento social obligatorio. El organismo pidió que las personas eviten la ingesta de bebidas alcohólicas en la cuarentena ya que hacerlo compromete el sistema inmunológico y aumenta el riesgo de resultados adversos en relación a esta enfermedad.
De acuerdo con los antecedentes que dispone, el consumo de esas bebidas se triplicó en los países que están en aislamiento por el COVID-19. Ello es riesgoso si se considera los daños que esa adicción genera y que puede exacerbar la vulnerabilidad de la salud, los comportamientos de riesgo, los problemas de salud mental y la violencia, sobre todo de tipo intrafamiliar. De ahí que la OMS haya sugerido minimizarlo en cualquier momento, y particularmente durante la pandemia. También ha derribado el mito peligroso que circulaba de que las bebidas alcohólicas podrían proteger a la gente de contagiarse.
A inicios del presente año, la Organización Mundial de la Salud había señalado que Chile es el país latinoamericano con los índices de ingesta de alcohol per cápita más elevados, con un consumo anual de 9,6 litros de alcohol puro por persona. Si bien los hombres son mayores consumidores, con 13,9 litros al año, las mujeres han avanzado rápidamente, para llegar a 5,5 litros.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud de Minsal, el 11,7 % de la población consume alcohol en forma riesgosa, cifra que incluye a mayores de 15 años. El número de adultos en Chile que presenta algún trastorno por consumo de alcohol, asciende a 260.206, es decir, dos de cada 100 mayores de edad, prevalencia que hasta ahora es mayor en el caso de los hombres que en las mujeres.
Este no es un problema menor, si se considera que alrededor del 10% de las muertes que se producen en Chile pueden atribuirse al consumo de alcohol. No empeoremos estos indicadores que ya son muy preocupantes.