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ENTREVISTA. Constanza Alicia Dalla Porta, chilena en EE.UU.:

"Hubo cuatro días con fiebre, tos, y mucho dolor de cuerpo que impedía levantarme de la cama"

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Víctor Toloza Jiménez

A las puertas de cumplir tres décadas está Constanza Dalla Porta, estudiante chilena que hoy está enferma de coronavirus en Estados Unidos.

A la distancia es observada por su familia, especialmente la materna, que tiene su origen en nuestra ciudad y el Norte, donde aún viven primos y tíos.

Constanza está desde el 2018 en la Universidad de Princeton, en el estado de New Jersey, en la costa este de Estados Unidos.

En el prestigioso plantel nacido en 1746, y donde hizo clases nada menos que Albert Einstein, termina su doctorado en Historia, luego de estudiar Licenciatura y Magíster en Historia en Chile.

El problema es que hoy Estados Unidos es la nación más golpeada del planeta por el virus descubierto en Wuhan, China. Poco más de 600 mil infectados y 25 mil decesos (1.500 ayer), la gran mayoría en Nueva York, son el saldo sufrido hasta ahora.

La pandemia

¿Cuándo te enteraste de un caso en EE.UU.?

-Me enteré a finales de febrero, porque apareció en todos lados y en todas las plataformas de noticias. La Universidad fue precavida y muy tempranamente implementó medidas de distanciamiento social obligatorias.

¿Cuándo asumiste la gravedad de esta pandemia?

-Cuando tuve más información sobre la situación en China, cuando supe de los casos en Europa y Estados Unidos, y cuando la Universidad canceló todas sus actividades no esenciales y transfirió todas las clases a formato on-line. Esto fue entre la última semana de febrero y la primera de marzo. En el curso de una semana, toda la Universidad estaba cerrada y todos los estudiantes de pregrado tuvieron que dejar sus dormitorios e irse del campus. Fue bastante rápido e impresionante, porque la Universidad siempre está llena de gente y actividades, ya que acá en Estados Unidos los estudiantes viven en el campus.

Hoy estás enferma. ¿Cómo te contagiaste?

-Yo vivo con una amiga y ambas estuvimos expuestas a una persona del staff de la Universidad que estaba contagiada pero no lo sabía porque aún no mostraba síntomas (estuvimos en una reunión). Como los síntomas se demoran un poco en aflorar, el servicio de salud de la Universidad de Princeton nos contactó una semana después de la reunión, apenas notaron que esta persona mostró síntomas evidentes de COVID-19. Nos contaron lo que había pasado y dijeron que debíamos hacer cuarentena obligatoria, en caso de que nos hubiésemos contagiado. Nos quedamos encerradas en nuestro departamento, y algunos días después mi amiga mostró los primeros síntomas. Ella estuvo enferma por aproximadamente ocho días, y justo cuando estaba sintiéndose mejor, yo empecé a mostrar síntomas.

¿Qué te han dicho tus padres?

-Mis padres han estado preocupados y pendientes en todo momento. Sin embargo, saben que la Universidad me ha protegido y que estuve monitoreada por el equipo médico en todo momento, y eso siempre fue una fuente de calma.

¿Cómo fue el proceso de detección de la enfermedad?

-Es diferente para distintas personas en Estados Unidos. Comúnmente, si una persona muestra síntomas de COVID-19, la recomendación oficial es que se trate como a un presunto positivo, quede en aislamiento total en su casa, trate los síntomas con paracetamol, y sólo acuda a hacerse el test o a tratarse a un centro de salud si los síntomas se agravan. Esta recomendación responde a dos factores principales: la falta de test y el déficit en la política de testeo, y la prevención del contagio.

Sin embargo, la política de detección y testeo es distinta para los campus universitarios, según lo que me explicó mi doctora de acuerdo con los lineamientos del CDC. Debido a que se trata de lugares donde hay mucha concentración de gente (dormitorios, casinos y salas de clase), la Universidad hizo lo posible por testear a todas las personas sospechosas en el campus. Por eso, tanto mi amiga como yo pudimos hacernos el test y supimos que estábamos contagiadas.

¿Cuándo ocurrió específicamente el contagio?

-Es difícil saberlo. A nosotras nos contactaron el día 10 de marzo para informarnos sobre nuestra exposición a una persona contagiada, y en ese mismo momento empezamos la cuarentena. Mi amiga comenzó con síntomas el día 17 o 18 de marzo. El 27 de marzo yo empecé con mis síntomas y la doctora de la Universidad indicó que debía aislarme totalmente y seguir monitoreando mis síntomas. Como no cedían, el 2 de abril me hice el test de coronavirus. Me empecé a sentir mejor el día 8 de abril y estuve sin síntomas desde el 9 en adelante. Mi aislamiento terminó ayer 14 de abril, luego de seis días sin ninguna sintomatología. La indicación es que debo seguir en cuarentena preventiva como todas las otras personas, pero puedo terminar mi aislamiento estricto.

¿Qué problemas físicos has sufrido con la enfermedad? ¿Qué dolores y molestias?

-Mis síntomas fueron leves y no requirieron hospitalización, pero no por eso fueron poco dolorosos. También entiendo que los síntomas son bastante variados y son diferentes entre distintas personas, así que voy a describir lo que yo sentí, entendiendo que puede haber muchas experiencias diferentes.

Yo empecé con fiebre, molestias en la garganta, y dolor de cabeza los primeros dos días de síntomas. Me sentía mal, pero no se sentía muy grave, era bastante parecido a una gripe fuerte. Sin embargo, los días siguientes la fiebre se mantuvo, aunque nunca fue muy alta (37.9 en mi peor momento), y empezó la tos seca y el dolor de pecho. Hubo aproximadamente cuatro días en que me sentí muy mal, con fiebre, tos, y mucho dolor de cuerpo que impedía levantarme de la cama. El dolor de pecho era constante y se agudizaba cuando tosía, era como una mezcla de presión con ardor. El paracetamol ayudaba un poco. Aunque no tuve problemas graves para respirar ni me ahogaba, sí notaba que me faltaba el aliento y estaba muy cansada. Por ejemplo, me cansaba mucho cuando caminaba desde mi dormitorio al baño, una distancia de menos de dos metros; tenía que "recuperar el aliento" cuando volvía a la cama.

Luego de ello empecé a sentirme mejor y la tos fue cada vez menos frecuente, me sentí menos cansada y el dolor de pecho desapareció. Al final, me empezó a doler mucho la parte alta de la espalda, y ese fue mi último síntoma. Ahora ya estoy casi completamente recuperada, pero siento mi cuerpo débil y me sigue faltando el aliento cuando hablo mucho o me río. En total, estuve 13 días con síntomas.

Salir adelante

Constanza explicó que la Universidad tiene una página web desde la cual se monitorea y entrega información relacionada con COVID-19. Hasta el 8 de abril, se informó de 51 estudiantes y 26 trabajadores enfermos. El plantel suma casi 9 mil educandos.

Lo complejo es que están en el área más golpeada por el virus. El asunto está todavía lejos de llegar al final, pese a los dichos previos del presidente Donald Trump que pareció no prever la magnitud del fenómeno.

¿Cómo calificas la reacción del gobierno federal y estatal en la materia? Acá ha llamado mucho la atención que Trump parece que no tomó muy en serio el problema al inicio...

-Personalmente creo que la reacción ha sido un desastre a nivel de política nacional, muy representativo del individualismo y de un sistema económico que promueve el consumo y la generación de riqueza extrema por sobre la protección social. Y el resultado es un poco evidente: Estados Unidos es el país con más casos de contagio y muerte del mundo. No solamente fueron tardías las respuestas, sino que muchos políticos y el presidente le bajaron el perfil a la enfermedad, calificándola como un resfrío, asegurando que estaba todo bajo control e incluso promoviendo percepciones racistas al llamarlo "virus chino".

Contrario a lo que ha ocurrido en otros países del mundo, como Canadá, por ejemplo, la desprotección laboral acá es absoluta; las cifras registran más de seis millones de peticiones de seguros de cesantía en una sola semana. Las imágenes de las Unidades de Cuidados Intensivos de hospitales de New York, el epicentro de la pandemia en el país, dan cuenta de la gravedad de la enfermedad y de lo sobrepasados que están los sistemas de salud. El gobernador del estado de New York, junto a otros, ha denunciado continuamente la ausencia de una respuesta nacional frente a la falta de insumos médicos y ventiladores, declarando que los diferentes estados deben "competir" por comprar insumos, los que son básicamente vendidos al mejor postor. Las cifras preliminares de contagiados y fallecidos de Chicago y New York también demuestran que la enfermedad afecta abrumadoramente más a población latina y afroamericana. La verdad es que el escenario se ve bastante pesimista.

¿Qué recomendarías a la gente para su cuidado?

-Es importante que la gente tome consciencia de la gravedad de la enfermedad. Yo recomendaría que, si pueden, se queden en sus casas en cuarentena, restringiendo las salidas lo más posible. Que sigan las recomendaciones de higiene al pie de la letra, sobre todo el lavado de manos y la desinfección constante de superficies.

"Quizás, el error fue que a nivel de política nacional no se implementaron cuarentenas obligatorias preventivas antes, sino que se efectuaron cuando ya había casos de personas fallecidas y cuando era evidente que la situación de contagio era prácticamente incontrolable".