Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Actualidad general
  • Opinión
  • Clasificados
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes
  • Espectáculos

Días de pandemia y educación

"La educación pública necesita brillar, necesita esparcir los desayunos al primer amanecer". "Estimamos que el intendente debe conformar una Mesa Social Regional COVID-19".
E-mail Compartir

Nuestro país persigue un sueño, un Estado que regale bienestar y seguridad, se trata de construir una casa en la cual las reglas sean claras y aplicables para todos y todas. Dentro de la casa las personas se ocupan del valor de coexistir en igualdad de trato, en condiciones de vida que aseguren oportunidades. En este sueño, todos en la familia se sienten parte de ella. La familia valora que, al enfermarse, producto de una pandemia, por ejemplo, se sientan protegidos. La casa les entrega bienestar, oportunidades y desarrollo. Estudiar no significa ruina y tristeza para nadie, educarse es parte del proyecto de familia, ser mejores personas, ser mejores ciudadanos, mejores cada día para su barrio y su país.

En este sueño, los jóvenes y niños juegan a correr por el pasillo y los jardines de la casa. Añoran el día del colegio y la universidad, una educación pública que les pertenezca, donde la experiencia de aprender sea libre y fascinante.

En esta casa soñada, todos y todas tienen acceso a plataformas que les permiten bienestar y seguridad. El profesor, es inmensamente feliz en su escuela y universidad pública…se hace parte de sus ilusiones. En este sueño, el profesor regala alma con lenguaje, les regala el tiempo para que la pobreza sea un mal recuerdo, un abismo que se olvidó mientras se perdía miedo a la enfermedad, se perdía el miedo a expresar su libertad en clave de derechos y deberes.

Los padres de todos y todas piensan educación y se preguntan en época de enfermedad ¿cuál es el espacio del estudiante? ¿un espacio impregnado de comunidades, de aprendizajes, de discusión sobre las ilusiones y los sueños futuros? Los padres de todos y todas sueñan educación… pero sin hambre, sin sudores y preocupaciones por el virus de turno o el desayuno de niños que nos recuerdan el abismo, nuestra desigualdad que ofende hasta el empresario más devoto.

Las paredes de las escuelas y universidades del desierto crujen, se iluminan con la didáctica del pueblo, la supervivencia, con la verdad, con la música desenterrada que transfiere cultura y esperanza, con la poesía que emerge de las garantas asfixiadas, traslúcidas de tanto virus que nos deja en evidencia.

La escuela y la universidad pública reclaman contra la injusticia del niño y el joven, el que no accede a los sueños de la red en épocas de pandemia. Reclamamos vacantes, luz y fibra óptica para fortalecer la esperanza y la imaginación. La educación pública necesita brillar, necesita esparcir los desayunos al primer amanecer y dejar caer la miel sobre cientos de cabezas que no sobran.


COVID-19: transparencia y descentralización

Diversos expertos del ámbito sanitario han alertado sobre el peligroso ocultamiento de información relevante de parte del Gobierno Central en torno a la pandemia por COVID-19 que estamos enfrentando. Urge por tanto que las autoridades transparenten todos los datos que tengan disponibles para conocer la real situación de cada región y comuna. Por ejemplo, se desconocen las necesidades no cubiertas de exámenes de pesquisa en la población, cuyos datos permitirían proyectar las cifras de casos detectados hasta ahora, mejorando así las posibilidades de decisiones preventivas más pros activas y oportunas. Además de lo anterior, se hace muy necesaria una mayor cuota de descentralización, ya que es notorio el excesivo centralismo en la toma de decisiones y la total falta de voluntad política de las autoridades nacionales para escuchar y enfrentar la situación con sentido de pertinencia territorial. La falta de empatía con los Municipios es el mejor ejemplo de aquello.

Ante esta realidad, estimamos que el intendente debe conformar una Mesa Social Regional COVID- 19, que permita enfrentar esta pandemia con mayor transparencia, de cara a la ciudadanía, y con pertinencia locaI. La referida mesa podría mejorar nuestro diagnóstico, a fin de que se tomen las medidas que la región necesita de acuerdo a su propia realidad, matizando o corrigiendo las acciones instruidas por el nivel central que acá carecen de efectividad, u otras que son necesarias pero que ni siquiera son percibidas en La Moneda. Se requiere un liderazgo regional con una gobernanza pertinente, participativa e inclusiva, que convoque y articule la visión de la sociedad civil organizada, del sector público y privado, de la academia y del mundo político, entre otros, con foco regional y comunal.

Aun no es tarde para una iniciativa como esta, pues creemos que así se estará en mejores condiciones de enfrentar el pick esperado, pues de acuerdo a los datos oficiales, la tasa de incidencia regional se acerca aceleradamente a la del país: al 6 de abril, en la región habían casi 10 personas contagiadas por cada 100 mil habitantes y 26 en el país; mientras que tres días después, al 9 de abril, estas cifras ascendieron a 16 personas y a 34 contagiadas por 100 mil habitantes respectivamente.

Proponemos que esta mesa parta abordando dos graves problemáticas sociales que nos aquejan y que constituyen factores de riesgo graves en el contagio del COVID-19, como lo es el hacinamiento crítico y la existencia de un gran número de campamentos; problemáticas que implican precarias condiciones sanitarias para más de 27 mil familias identificadas y catastradas de la región, según datos de Desarrollo Social 2017. Una iniciativa así, permitiría planes de acción focalizados, integrales y participativos, destinados a abordar esta crisis con un sentido de inclusión, equidad social y de no discriminación, lo que finalmente va a redundar en un bienestar general de la comunidad. Priorizando el cuidado de los más vulnerables finalmente se facilita el cuidado de todos.

Pablo Camus

Decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Antofagasta

Lila Vergara Picón

Presidenta PPD Región Antofagasta

Casos de violencia intrafamiliar

Autoridades y expertos advierten el posible aumento de la violencia al interior de los hogares, producto de la cuarentena. Es obvio que el problema es cultural. Hoy están disponibles para responder consultas similares a las que entrega el 1455, el fono Familia de Carabineros 149, el fono de la Policía de Investigaciones 134 y de la Fiscalía 600330000.
E-mail Compartir

Un aumento de 70% en las llamadas realizadas a la línea telefónica 1455 de orientación sobre violencia intrafamiliar, el primer fin de semana bajo cuarentena total, que se decretó a fines de marzo, reportó para el país el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género.

Antofagasta se encuentra entre las seis regiones del país que experimentaron alzas significativas entre febrero y marzo de este año, según la labor conjunta del SernamEG y el Ministerio de la Mujer y la EG, las que dan cuenta que en febrero de este año en la región llamaron a este fono 33 personas y en marzo, 64. Las otras regiones que experimentaron incrementos fueron Aysén, Coquimbo, La Araucanía, Los Lagos, y Arica y Parinacota.

Las denuncias recibidas en la Fiscalía Regional, que considera Calama, Antofagasta, Tocopilla, Taltal y Mejillones, pasaron de 348 en febrero de este año a 349 en marzo; el Tribunal de la Familia de Antofagasta de 116 a 112 en el mismo periodo y el Tribunal de Familia de Calama de 66 a 64.

Según la experiencia internacional y estudios encargados por el ministerio, en períodos de cuarentena las mujeres pueden verse expuestas a más situaciones de violencia. Las mujeres que llaman buscan principalmente aclarar si la situación que viven es o no violencia así como recabar información sobre procedimientos a seguir en casos determinados.

Pese a las insistentes campañas que se han desarrollado durante los últimos años, los ataques a mujeres por parte de sus maridos, parejas, convivientes o pololos no han cesado, incluso hasta llegar al femicidio, que es la forma más extrema de violencia y una muestra de que en algunos sectores de nuestra sociedad todavía se cree que los hombres tienen derecho a controlar la vida de las mujeres.

El año 2018 se registraron en Chile 42 de femicidios y en 2019 fueron 46 casos consumados. En lo que va del presente año, se contabilizan diez. Sin embargo, hay también casos frustrados y en los tribunales se tramitan miles de causas sobre violencia física. Lo que importa es que esta situación debe denunciarse a tiempo para evitar más desgracias.