"Veo que se están cometiendo los mismos errores que en Italia al principio"
Iván González nació en Concepción, pero a los 18 años se vino a la Universidad Católica del Norte para estudiar Ingeniería en Ejecución Informática.
En la capital regional vivió por 12 años, acá tiene una hermana y dos sobrinos antofagastinos, además de muchos amigos, varios de los cuales conoció como parte del equipo de ajedrez de la Universidad.
"Me enamoré de Antofagasta", apunta desde Milán, Italia, una de las ciudades más complicadas con el brote de COVID-19 en el planeta.
Los aproximadamente 5.500 decesos ahorran mayores comentarios.
González llegó el 2017 a Europa, tras un paso de cinco años por Buenos Aires donde estudió "armónica blues". Y luego llegó al Conservatorio Giuseppe Verdi de Milán donde siguió canto.
¿Cuando te enteraste de la existencia del COVID-19?
-Me entere por los videos que giraban en internet, me llamaba la atención la manera en que desinfectaban las calles de China. Se veía fuerte.
¿Cuando fue la primera vez que escuchaste de un contagio en Italia?
-Fue el 22 de febrero, después de dar un concierto. Conversando con los dueños del local nos dijeron que había llegado el COVID-19 a Milán, al día siguiente cancelaron todos los shows musicales, cerraron cines y museos de la ciudad, restringieron el funcionamiento de bares y restaurantes hasta las 18 horas.
¿En ese momento le tomaste el peso a la gravedad de lo ocurrido?
- Cuando declararon Milán zona roja, porque los números de contagiados se estaban disparando, ya estábamos hace una semana haciendo la cuarentena sugerida. Al declararse zona roja, comenzó la cuarentena estricta, con penas de cárcel para los que salieran de casa sin justificación, además del cierre total de la ciudad que luego se extendió a todo el país.
¿Qué se hizo mal?
-Pienso que de haberse declarado antes la cuarentena estricta y haber cerrado la ciudad, el virus se habría expandido más lento y no habría colapsado el sistema de salud.
¿Por eso hay tantos casos?
-Milán es una ciudad muy viva, con mucho turismo y actividades grandes. Va y viene gente de todo el mundo, es difícil apagar una ciudad así, de un día a otro, si no se tiene consciencia de lo que está pasando.
También hay una población considerable de adultos mayores y culturalmente los jóvenes tienen mucho contactos con los ancianos.
Se ha criticado mucho la reacción tardía de las autoridades, pero también la poca consciencia de la ciudadanía. ¿Fue así?
-Sí, durante la cuarentena sugerida, la gente no le tomó el peso, se lo tomaron como vacaciones y muchos viajaron provocando la expansión del virus a otras ciudades que no tenían casos. Otros hicieron grandes fiestas donde también se expandió el virus.
Drama completo
González trabaja hoy como músico, todo lo cual está detenido por la estricta cuarentena existente.
Muchos lo conocen por su nombre artístico: "Iván el campesino".
¿Tienes amigos, familiares afectados?
-La verdad todo Italia está afectado ya sea directa o indirectamente por el virus. Los números de contagiados y de muertos no han parado de subir desde hace un mes, y la cuarentena nos ha cambiado totalmente el estilo y la rutina de la vida.
¿Cómo te ha afectado en lo cotidiano lo ocurrido? ¿Cómo es un día promedio?
-Soy trabajador independiente y todas mis fuentes laborales están cerradas debido a la cuarentena. Somos muchos en esa situación, pero entendemos que es por un bien mayor, y nos toca apoyarnos entre todos.
El día es como estar bajo arresto domiciliario, la gente se habla de balcón a balcón, se dan mensajes de aliento, se asoman a la ventana todos a mediodía a aplaudir a los médicos y trabajadores de salud. Los niños hacen diseños con arcoíris que dicen "Tutto andrá bene!!" (Todo estará bien!). Se hacen filas afuera de los supermercados a un metro de distancia y dejan entrar solo cierta cantidad de gente, la mayoría anda con mascarillas y cada cierto tiempo pasa un camión desinfectando las calles, mientras la policía da mensajes de advertencia por altoparlantes.
¿Cuéntame cuáles son las sensaciones promedio en Milán?
-Hay mucha tristeza e incertidumbre, no sabemos bien lo que va a pasar o cuando va a terminar esto. Está llegando la primavera, todos tenemos ganas de salir de casa, pero la población está consciente del problema… Se envían mensajes del tipo "quédate en casa" o "yo me quedo en casa".
¿Qué conversa la gente?
-La gente está usando la web para conversar, se hacen llamadas por Skype, se juntan en grupo vía internet, se hacen "cibercarretes" ya que no nos podemos juntar físicamente. En la calle verdaderamente la gente conversa poco o nada, dada las circunstancias.
¿Qué observas de lo que está pasando en Chile?
-Veo que se están cometiendo los mismos errores que en Italia al principio, y eso no debería pasar, porque ya tienen la experiencia de China e Italia. No entiendo eso de declarar estado de catástrofe y no cuarentena, se están demorando demasiado y en esto el tiempo juega un rol fundamental: una cuarentena que podría durar un mes, al final puede durar tres meses con muertos y más contagiados.
¿Cuáles son los principales consejos que puedes entregar?
-Chile me preocupa un montón, ya que están viviendo un estallido social, del cual también he sido participe junto a la comunidad de chilenos que vivimos en el extranjero, y este virus viene como un balde de agua fría a parar todo el movimiento, pero tengo que decirles que este virus es real, la gente se enferma, se colapsan los hospitales, han habido muchos muertos. Es momento de replegarnos, pensar y planear bien las cosas con la consciencia y responsabilidad de que si no nos cuidamos entre nosotros estamos perdidos.
"Milán es una ciudad muy viva, con mucho turismo y actividades grandes. Va y viene gente de todo el mundo, es difícil apagar una ciudad así, de un día a otro, si no se tiene consciencia de lo que está pasando".