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Del Valle de la Muerte al Valle de Sísifo

"Debemos entonces, hoy más que nunca, ayudar a construir un mejor Chile". Julio Cerna, Director Asociación de Industriales de Antofagasta
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Chile por tres décadas ha crecido y las Pymes siguen muriendo de forma brutal, en promedio, el 80% fracasa antes de los cinco años y el 90% no llega a los 10, llevamos décadas en lo mismo. Aumentan en cantidad, pero disminuyen su participación en el mercado. De las que sobreviven, la mayoría no se consolida, llevan una vida angustiante, en una permanente precariedad financiera y, las que salieron del valle de la muerte muchas lo han hecho para quedar atrapadas en otro valle, al que he denominado El Valle de Sísifo. En la mitología griega Sísifo fue fundador y rey de Corinto. Fue castigado por los dioses a empujar por una montaña una piedra que, antes de llegar a la cima, volvía a rodar, repitiéndose una y otra vez el frustrante y absurdo proceso. "Los dioses habían pensado con algún fundamento que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza" (El mito de Sísifo de Albert Camus).

Hasta ahora, la visión romántica es que las empresas están en un juego compitiendo e intentando ganar, en el supuesto que la cancha esta nivelada y todos los jugadores conocen las reglas del juego. El estado es el árbitro, de manera que el que gana es el mejor. El desarrollo empresarial tiene muchas aristas, pero los resultados creo que son malos ¿Qué nos impide entonces comprender lo que está sucediendo? Pensar el futuro de las Pymes, requiere pensar su génesis, y no solo desde que está en condiciones de emitir facturas y pagar impuestos, si no la historicidad de quien emprende, ¿quién es ese emprendedor?, ¿de dónde surge?, ¿cómo llega a constituir?, ¿qué lo impulsa a iniciar y a pesar de las dificultades intentar mantener su empresa?

La Empresa del futuro, requiere empresarios mejor preparados, con sueños, pero sin creencias en un mundo utópico que genera fracasos y una gran pérdida de recursos y el estigma social lapidario para los que fracasan en este intento. Entender del sistema financiero, impuestos, leyes laborales, cláusulas de contratos, el valor, precio, capital de trabajo, liquidez, conflictos legales por deudas y cobros, la verdad-verdad y la verdad jurídica, ¿cómo creamos poderes fácticos en la empresa por ignorancia y exceso de confianza?, entre otros temas que le darían pragmatismo y eficiencia a la aventura empresarial. Como empresarios contamos con las experiencias que, sistematizadas, serían un potente programa para formar competencias empresariales que mejoraran la sobrevivencia y calidad de vida de las nuevas generaciones de Pymes.

La historia de nuestra existencia empresarial, la que ha determinado nuestros derroteros, podrá sin lugar a dudas, determinar a otros sus condiciones de posibilidad futura. Debemos entonces, hoy más que nunca, ayudar a construir un mejor Chile .

Hacer la ciudad

El desencuentro entre el Serviu y el Municipio por las obras en la costanera sur solo nos revela la ausencia de un plan para Antofagasta. ¿Qué es aquí prioritario? Si dos estamentos tan relevantes tienen tal nivel de divergencia, solo quedan en claro las escasas muestras de coordinación que tiene la capital regional. Una y otra vez los decepcionantes desencuentros.
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Antofagasta tiene una polémica entre el Serviu y el Municipio por un proyecto en la costanera sur de la ciudad. Se trata de un asunto con argumentos bastante comprensibles para cada posición.

Por un lado, es efectivo que ese sector de la ciudad enfrenta -como tantos otros- síntomas de colapso por la cantidad de automóviles que circula por el sector; por otro, vale la pena preguntarse si la solución va por el lado de restar espacios de áreas verdes.

Pero el asunto también puede observarse desde otra óptica distinta, ni mejor, ni peor, solo diferente.

En medio de la crisis social más compleja en 30 años de democracia y mientras Antofagasta enfrenta serios problemas de orden público, resulta más necesario que nunca evaluar cuáles son las prioridades que tiene el nivel local, es decir, qué es lo urgente.

¿Era necesaria, por ejemplo, la rotonda de la avenida de La Minería? Antes del 18/O, diríamos que sí, pero en otras condiciones; aunque hoy la veríamos como innecesaria, teniendo presente que hay otros asuntos impostergables en la capital regional.

Uno de los grandes detalles de estas semanas es la confirmación de la fuerte segregación de la ciudad. Antofagasta es una, arriba de la línea del tren, y otra muy distinta, hacia la costa. La falta de servicios conforme se sube hacia los cerros es palpable. Hay una carencia del Estado, traducida en obras como presencia policial, centros de salud, oficinas y más aún con bienes de uso público como parques y plazas, espacios donde los ciudadanos pueden encontrarse, conversar, jugar, hacer comunidad, sin que tengan que pagar por ello.

En tal contexto de tan evidente emergencia, ¿es necesaria una obra como la planteada para la costanera sur? Son $16 mil millones para intervenir entre Homero Ávila y el enlace con la Ruta 28.

Es cierto que una hipotética suspensión de la iniciativa no implicará que esos fondos se trasladen a otros requerimientos, las cosas no funcionan así; sin embargo, queda en evidencia la ausencia de una matriz que explique cada una de las decisiones que se toman en la ciudad. ¿Qué es lo prioritario? ¿Construir las viviendas que faltan, los parques que no existen, o avanzar sobre una carretera de tres pistas?

No saberlo es otro más de nuestros fracasos, igual que la ausencia de iniciativas para desarrollar.

Una esperanza anti anarquía y delincuencia

"La mayoría ciudadanía aguarda el despertar de carabineros, institución vital para recuperar la paz social". Carlos Tarragó, Presidente de Corporación Proa
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Desde el 18 de octubre pasado, inicio del estallido social, hemos sido testigos del vandalismo más extremo y perjudicial exhibido en el país. Tradicionalmente Carabineros era una de las instituciones públicas más respetadas y simbólicas de Chile. Lamentablemente esta imagen hoy está por los suelos, dado a que la ciudadanía percibe que la institución se ha alejado de cumplir su rol más básico, que radica en mantener el orden público.

Veamos algunos ejemplos. En otras épocas un ataque incendiario, habría contado en minutos con un contingente de carabineros dispuesto a detener a los causantes de la tropelía. Sin embargo, esto no se aprecia actualmente.

Otro. Hoy diversos dirigentes anuncian públicamente que ya no solicitarán permisos a las autoridades pertinentes para sus marchas, en claro desacato legal, sin respeto a quienes deben hacer respetar las leyes o sea a Carabineros. El último. La noche del pasado jueves alrededor de 200 conductores se reunieron en el kilómetro 2 de la Costanera Norte (Vitacura), para presenciar carreras clandestinas al más puro estilo de "Rápidos y furiosos".

Centenares de observadores, sin ninguna norma de seguridad, aplaudían las arriesgadas maniobras. Los vecinos del sector debieron soportar ruidos molestos de 22:00 a 02:00 horas. Personal de la autopista estuvo obligado a cortar temporalmente el tránsito. Carabineros acudió al lugar con el propósito de dispersar a los participantes y terminar con las carreras. Nada de esto ocurrió y optó por retirarse. Anarquía pura.

Ante este desperfilamiento del actuar policial, no se está propiciando un apaleo a diestra y siniestra, ni disparar a mansalva, pero tampoco que muestren pasividad ante ataques a cuarteles o acciones criminales a su personal. Nunca antes se había visto a carabineros recluidos en sus cuarteles, renunciando a su mandato de ser garantes de la seguridad pública, resguardándose de ataques con piedras, bombas incendiarias e incluso disparos.

Pero no veamos solo el vaso medio vacío. Hay esperanza y ésta viene de la mano de un cambio de estrategia de control público de parte de la Institución, recientemente llevada a cabo. En efecto, fuentes policiales han informado el desarrollo de un plan de capacitación y entrenamiento especial que ha considerado a más de 2,500 efectivos. Dentro de las materias consideradas están: diálogos con los manifestantes, control de estrés, derechos humanos, primeros auxilios y técnicas de detención. Este último aspecto se pudo apreciar hace unos días atrás, cuando en la Plaza Baquedano se detuvo a 44 manifestantes por desórdenes público. La mayoría ciudadana aguarda el despertar de carabineros, institución vital para recuperar la paz social.