F. Arbulú / Agencias
A inicios de este año comenzó a circular el rumor de que Ozzy Osbourne se encontraba en su lecho de muerte. Y si bien la noticia fue desmentida, lo cierto es que la preocupación por su salud venía desde el año pasado, pues tuvo que cancelar dos veces la gira "No More Tours 2".
A principios de año, una gripe que derivó en una infección respiratoria severa lo obligó a ser ingresado a la UCI y en abril se cayó en su casa, lo que le provocó el desplazamiento de las vértebras del cuello -"ahora tengo muchas más tuercas y tornillos en mi cuello que en mi auto", dijo en aquella oportunidad-, situación que lo llevó a cancelar de forma definitiva el tour.
Ayer el vocalista de la banda de heavy metal Black Sabbath conversó con el programa "Good Morning America", donde reveló que la caída "arruinó mis nervios", pues las secuelas le siguen afectando con dolores y dificultades de movilidad. A todo ello se sumó el diagnóstico de párkinson recientemente revelado a raíz de la misma operación en el cuello.
Nuevas respuestas
Acompañado por su esposa y representante, Sharon, el hombre de "Paranoid" comentó que saber de la enfermedad "ha sido terriblemente desafiante para nosotros" y explicó que decidió hacer pública su enfermedad porque "no soy bueno con los secretos" y que ya no tenía excusas para seguir ocultándolo.
"En un mes se cumple un año desde que estuve en un estado de shock. Estoy consumiendo muchos medicamentos, principalmente por la cirugía. Tengo dormida la zona bajo el brazo y mis piernas tienden a enfriarse. No sé si es el Párkinson u otra cosa. Ese es el problema, porque cuando te hacen cirugía afecta algunos nervios. Nunca había escuchado de 'dolor de nervios' y es una sensación extraña", explicó Ozzy.
Entre medicamentos para el Párkinson y analgésicos para palear los dolores de las cirugías, los Osbourne anunciaron también que buscarán segundas opiniones y nuevos tratamientos.
"Llegamos al máximo punto que podemos alcanzar en este país (EE.UU.). Tenemos todas las respuestas que podemos obtener aquí. Así que en abril iremos a ver a un profesor en Suiza que se especializa en enfermedades relativas al sistema inmune. Iremos a donde tengamos que ir para encontrar las respuestas", sostuvo Sharon Osbourne.
La esposa del artista también dijo que el hecho que tenga Párkinson "no es una sentencia de muerte bajo ninguna extensión de la imaginación". Sin embargo, "sí afecta ciertos nervios en tu cuerpo. Es como tener un buen día, otro buen día y luego un día muy malo", detalló.
"extraño a mi gente"
El músico, de 71 años y ganador de tres premios Grammy a mejor interpretación de metal, también dijo sentirse mal por no poder trabajar, en especial "viniendo de un entorno de clase trabajadora. Odio decepcionar a la gente, odio no hacer mi trabajo".
"Y cuando veo a mi esposa ir a trabajar, mis hijos van a trabajar, todo el mundo está haciendo, tratando de ser útil para mí... Eso me deprime porque no puedo contribuir con mi familia", añadió.
A pesar de todo esto, se mostró optimista, pues "ponlo de esta manera: estoy mucho mejor ahora que en febrero pasado. Estaba en un estado impactante". Por último, el músico dedicó unas palabras a sus fanáticos: "Son mi aire", manifestó, añadiendo que "me siento mejor. He reconocido el hecho de que tengo párkinson y sólo espero que aguanten y que estén allí para mí porque los necesito". "Quiero ver a mi gente... los extraño mucho", concluyó.
"Tengo dormida la zona bajo el brazo y mis piernas tienden a enfriarse. No sé si es el Párkinson u otra cosa".
Ozzy Osbourne, Músico británico
"Tenemos todas las respuestas que podemos obtener aquí. Así que en abril iremos a ver a un profesor en Suiza".
Sharon Osbourne, Representante y esposa, del cantante