Ricardo Pinto Neira
La paradoja llama a la reflexión. Mientras en Calama se siguen entrampando las gestiones para darle avances reales al proyecto de alto rendimiento proyectado para el sector de la Cancha Roja en la ex Finca San Juan, los fondistas más importantes del país llegan en total anonimato y preparan su año 2020 con un fuerte trabajo en el centro de entrenamiento natural más propicio en el país.
Por una parte, el joven maratonista Hugo Catrileo y por otro, Víctor Aravena y Daniel Estrada. No hay hotel de deportistas que los cobije, ni pista construida donde puedan entrenar con las condiciones ideales. Sólo hay esfuerzos personales detrás -como el de los municipios de Puerto Saavedra y Coronel- para entregarles aportes y buena voluntad de actores deportivos locales como Martín Navarro y Katherine Marihuán para entregarles alojamiento.
Su primera maratón fue nada más y nada menos que la de Nueva York, aunque Hugo Catrileo (22) reconoce que "ahora estamos haciendo una preparación mucho más acabada, que es fundamental en el entrenamiento de un fondista. La etapa en altura es parte de la planificación de cualquiera. Yo antes la hacía en Colombia" relata el sureño que se vino solo el pasado 29 de diciembre y esta semana retorna al sur.
Hace tres años comenzó en las maratones y ahora prepara la de Hamburgo, en el mes de abril en Alemania. Además, de sus dos jornadas de entrenamiento diario debe cocinarse, comprar insumos, preocuparse de sus quehaceres y distribuir su tiempo.
"Tener un hotel para deportistas significaría, por ejemplo, que los representantes chilenos de alto rendimiento vengan a Calama, entrenen y sólo se preocupen de eso", comenta el pupilo de Víctor Belmar y Ricardo D'Angelo, este último fundamental en la decisión de su venida a Calama, tras el convenio que firmó la Corporación Maratón de Santiago con la Cormudep de Calama, una visita que podría repetirse.
"Vamos a evaluar venir en una segunda etapa de la preparación. Pero de ahora en más, yo me prepararé en Calama. Espero que la gente que está encargada de darle desarrollo al proyecto lo haga y así, muchos otros deportistas nacionales e internacionales van a elegir Calama para venir a prepararse", expresó.
Dupla
Víctor Aravena llegó en solitario en el mes de diciembre a entrenar a la zona y ahora, desde el 7 de enero, lo hace con el viñamarino Daniel Estrada, otro maratonista de nivel Alto Rendimiento en los registros del IND.
Ayer, por ejemplo, dejaron de lado la Cancha Roja y cruzaron el desierto para hacer el trayecto de 37 kilómetros entre Calama y la laguna Inka Coya.
"Han sido días de duro entrenamiento, pero con el calor y la altura, los resultados siempre son óptimos", relata Aravena, quien está en la etapa final de su preparación para encarar la Maratón de Róterman en abril próximo, una en donde espera conseguir la marca para llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Estrada viene por su año de revanchas, tras una suspensión que apeló por supuesto caso de doping. Está volviendo con todo en 2020 y en su proceso de retorno a la alta competencia, con Aravena, Catrileo y muchas veces con David Balderas compartió pista y sueños en la superficie de tierra de la Ex Finca San Juan.
"La idea de que Calama sea el centro de entrenamiento en altura en Chile es demasiado necesaria. Por costos, por la cultura deportiva que comienza a haber aquí", comentó.