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El Líbano vive fin de semana marcado por la violencia, que deja 400 heridos

PROTESTAS. El sábado y domingo fueron las noches más violentas que se han vivido desde que las revueltas sociales se iniciaron el 17 de octubre del 2019. Hechos ocurrieron luego de dos semanas de relativa calma tras las fiestas de fin de año.
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Un violento fin de semana se vivió en el Líbano, luego de que 400 personas resultaran heridas solamente en dos noches, cuando manifestantes se enfrentaron a fuerzas de seguridad locales.

Estas dos jornadas han sido las más turbulentas desde que las protestas iniciaron, el pasado 17 de octubre.

Solo el sábado la cifra ascendió a 170 personas hospitalizadas, mientras que 140 debieron ser atendidas por los equipos de la Cruz Roja libanesa.

Una fuente de dicha entidad, indicó a la agencia EFE el último catastro de heridos tras los choques entre protestantes y fuerzas de seguridad, que se prolongaron hasta después de la medianoche del sábado, en las inmediaciones del Parlamento, en el centro de Beirut.

La noche del domingo no fue distinta. El centro de la capital libanesa fue escenario de enfrentamientos. Según los últimos datos de la Cruz Roja local, 38 personas fueron hospitalizadas en recintos de la zona. Mientras que 52 individuos recibieron tratamiento médico en el lugar.

Sin tregua

Los disturbios han dejado cientos de heridos en las noches del sábado y del domingo, tanto del lado de los manifestantes como agentes de las fuerzas de seguridad. Esto ha empañado una revuelta que hasta ahora ha sido pacífica.

Las Fuerzas de Seguridad Interna informaron que 142 de sus miembros sufrieron heridas la pasada noche, incluidos siete oficiales, y tres casos graves que presentan fracturas.

La ministra de Interior en funciones, Raya al Hasan, afirmó ayer en Twitter que mantiene el contacto con el comandante del Ejército Joseph Aoun, quien elogió el trabajo de los cuerpos militares y de seguridad en esta "delicada etapa" y aseguró que "continúa la coordinación para mantener el orden" en las calles del Líbano.

El sábado, los manifestantes salieron a las calles para exigir la formación de un nuevo Gobierno, después de que en diciembre se le encargara esa tarea al Primer Ministro designado, Hasan Diab, tras la dimisión de Saad Hariri a finales de octubre, luego de estar desde el 2016 en el cargo.

Los manifestantes se enfrentaron ante los efectivos policiales, utilizando piedras, bengalas y cócteles molotov.

Del lado de las fuerzas de seguridad, se utilizaron gases lacrimógenos, pelotas de goma, y cañones de agua, para impedir que la masa de personas se acercara a la sede donde reside el poder legislativo.

Solo efectivos del Ejército consiguieron poner fin a los enfrentamientos entre manifestantes y policías, como ya ha ocurrido anteriormente en las protestas libanesas cuando los militares han tenido que intervenir para aplacar los ánimos y controlar la situación.

Situación de DD.HH.

Human Rights Watch denunció que en la jornada del sábado el personal antidisturbios "lanzó gases lacrimógenos (directamente) a las cabezas de los manifestantes, pelotas de goma a sus ojos y atacaron a personas en hospitales y mezquitas".

"Los eventos de la pasada noche (la del sábado) demuestran la necesidad urgente de que las autoridades pongan fin a la impunidad de los abusos policiales", agregó la ONG en un comunicado.

Después de la calma

Las protestas en el Líbano se han reavivado esta semana, tras una pausa debido a las fiestas navideñas y a la designación de Diab. Pero el deterioro de la situación económica y la falta de avances políticos han dado nuevo oxígeno al movimiento.

"Estamos en una escalada y ha acabado el movimiento pacífico de hace más de un mes; ahora es el momento perfecto", aseguró a Efe Ali Samadi, un estudiante universitario de 25 años. Agregó que "hemos estado en las calles durante más de 90 días y al Gobierno no le importa lo que digamos o hagamos, así que si no escuchan nuestra voz sentirán nuestra rabia", aseguró el estudiante.

El joven auguró una campaña de arrestos y más violencia en las calles si no se forma un nuevo gabinete.

Mantener el carácter pacífico

Las Fuerzas de Seguridad Interna de El Líbano pidieron a los "manifestantes pacíficos" que mantengan el carácter no violento de las protestas y eviten que "los agitadores" prosigan atacando a los antidisturbios, que en la tarde del domingo emplearon cañones de agua pero negaron haber lanzado gases lacrimógenos. Ayer se convocó a nuevas marchas bajo el lema "No hay vuelta atrás", pero la lluvia y la violencia de la víspera ahuyentó a la mayor parte de los participantes y sólo unas decenas de personas volvieron a concentrarse frente al Parlamento del país.

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