En su último Informe de Política Monetaria (IPoM) del año, el Banco Central expuso el "sombrío" panorama para la economía chilena, algo que se presume obvio considerando el escenario externo y los efectos de la crisis social, que lamentablemente incidieron negativamente en algunos puntos precisos. Según el Instituto emisor, la actividad se expandirá un 1%, por debajo del rango entre 2,25% y 2,75% estimado en el IPoM de septiembre. Si esto se confirma, será el peor desempeño anual de la economía chilena desde la crisis subprime en 2009, cuando la actividad se contrajo un 1,6%. Respecto a 2020, el instituto emisor proyectó que el PIB de 2020 crecerá entre 0,5% y 1,5%, por debajo del rango entre 2,75% y 3,75% estimado en septiembre.
"La crisis que se inició el 18 de octubre se ha caracterizado por demandas sociales que han llevado a la discusión de cambios institucionales relevantes y mayores presiones en el gasto fiscal. Este proceso, sin embargo, ha sido acompañado de episodios de violencia significativos y prolongados, los que han provocado importantes disrupciones en el sistema productivo, incidiendo fuertemente en una menos actividad y debilitando el empleo", detalló el Central en el informe.
Es obvio que un efecto negativo en el empleo es uno de los asuntos más delicados, lo que pudiera agudizarse si no hay acuerdos básicos y realizables que traigan paz social.
No está en lo dicho por el BC, pero también podría advertirse que la discusión de una nueva Constitución -proceso que podría tardar un par de años- sumará más incertidumbre para los inversionistas. No se trata de exponer este asunto como algo negativo, sino de remarcar la necesidad de que este diálogo se dé en forma democrática, y a consciencia del mundo.
Por lo anterior, es indispensable que el país se concentre en lo relevante, abra las discusiones necesarias, pero con respeto y tolerancia a la diferencia. Si continuamos sometidos a la violencia e intolerancia de unos pocos el país sufrirá años malos.
Cuidar lo conseguido, corregir lo necesario, son urgentes necesidades que Chile puede y debe conseguir lo antes posible.