Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Cartelera y Tv
  • Clasificados
  • Clasificados
  • Espectáculos

Instituto de Tecnologías limpias: etapa clave

"El presupuesto total de este proyecto es de los 200 millones de dólares, asegurado para 10 años". Fernando Cortez, Gerente general Asociación de Industriales de Antofagasta
E-mail Compartir

En el complejo y desafiante escenario en el que los chilenos tenemos la responsabilidad de asegurar avance en la agenda de cambios sociales e institucionales que la comunidad demanda y, al mismo tiempo, dar continuidad a la vida diaria y proyectos que estaban en marcha, la región de Antofagasta debe tener muy presente que un proyecto estratégico que se encuentra en etapa clave de su avance es el Instituto Chileno de Tecnologías Limpias.

Recordemos que este proyecto, inicialmente llamado instituto del litio y de energías limpias, surge de los nuevos contratos de producción de litio en los que Chile aseguró recursos para la investigación aplicada, las comunidades de regiones y comunas productoras y, producción para proyectos de agregación de valor. Este instituto es para investigación aplicada en minería de bajas emisiones, generación y acumulación de energía solar y, materiales avanzados de litio y otros minerales. También es importante recordar que el presupuesto total de este proyecto es de los 200 millones de dólares, asegurado para 10 años.

Las autoridades, parlamentarios, gremios y líderes regionales jugaron un rol muy proactivo para asegurar que la Región de Antofagasta fuera un actor protagónico en este estratégico proyecto para su desarrollo sustentable.

Fue así como Corfo y las autoridades, desde Antofagasta, anunciaron que este instituto tendría su sede principal en Antofagasta.

En paralelo, la Universidad de Antofagasta, Universidad Católica del Norte y la AIA, firmaron un acuerdo para trabajar y postular unidos a esta iniciativa. Posteriormente junto a otras universidades e instituciones crearon el consorcio Asdit para postular al primer llamado.

Concluida exitosamente la primera etapa, hoy todo el trabajo se encuentra volcado en la etapa final de la postulación, cuyo resultado se conocerá en los primeros meses del año próximo. Todos, en esta región, debemos vibrar y seguir muy atentos este avance, dada la importancia estratégica para nuestro desarrollo futuro.

La UCN, UA y AIA, siguen trabajando para que la propuesta de Asdit signifique la mayor capitalización regional de este proyecto. Innovación aplicada a la industria, formación de capital humano avanzado y técnico profesional, desarrollo de emprendedores, participación de empresas, nuevo equipamiento e infraestructura, investigación en terreno, son beneficios esperados de este proyecto para la región.

Este futuro centro del conocimiento, descentralizado y aplicado en el corazón del Desierto de Atacama, cuna de recursos mineros y estratégicos para la civilización moderna, es una innovación institucional estratégica concreta que juntos y comprometidos debemos hacer realidad.

Paposo y la crisis

"La igualdad, la dignidad, la libertad, quedan subordinadas a criterios como rentabilidad, ganancia y utilidades". César Trabucco, Sociólogo
E-mail Compartir

Nuevamente la cuesta de Paposo cobra su precio a quienes a diario deben luchar contra los elementos de la naturaleza para poder sobrevivir en medio de un entorno brutal. Hecho del cual, el resto del país, se entera por noticias de tragedias que siegan vidas pero que se minimizan entre las noticias del entorno más centrado en el vandalismo y el vedetismo de la política.

Dramáticamente situada kilómetros al sur de ESO Paranal, sino, otra seria su historia y así tendría estándar de primer mundo, la cuesta que ha sido desde siempre el nexo entre Antofagasta y Taltal, no alcanza, según los tecnócratas de la capital, la rentabilidad social que justifique su intervención, a diferencia de la entrada sur de Antofagasta que tuvo un enorme gasto para mejorar las áreas verdes del sector.

Esto que podría parecer una dolorosa y dramática tragedia aislada está en el fondo del sismo social que hoy experimentamos día a día y que tiene que ver con la brutal imposición de las lógicas de la economía al resto de todo el hacer de la sociedad.

El ethos propio del hacer económico ha logrado imponerse sobre cualquier otra consideración. Han caído en sus manos la religión, la política, la ética del diario hacer, la justicia y todas las áreas que tornan humana las interacciones en la sociedad. Solo la racionalidad económica, en este modelo liberal dramáticamente basado en principios de un pastor presbiteriano- Adam Smith- tiene prestigio para, a partir de sus razonamientos, tomar decisiones.

Así consideraciones como la igualdad, la dignidad, la libertad, quedan subordinadas a criterios como rentabilidad, ganancia y utilidades que son los sacrosantos principios de esta neo religión, el neoliberalismo, y por tanto consideraciones como ¿cuánto valen las vidas perdidas en este accidente? Quedan fuera de lugar.

Estructuralmente este modelo, desde la base, nos impone reglas a partir de las cuales deshumanizados, transitamos entre, bancos, financieras, AFP, Isapres, buscando hacer una vida digna que vaya más allá del consumo y el endeudamiento que permite pedalear para mantenernos vigentes al interior del sistema. Que no conocía ciudadanos, hasta el 18 de octubre, y que ahora se asombra de verlos marchar por las calles demandando la dignidad perdida.

Ciudadanos que caen presa de cálculos de rentabilidades que solo se manejan en términos de la abstracción numérica y que en una interacción perversa entre las rentabilidades sociales y rentabilidades privadas ponen un bus que para maximizar utilidades usa dos pisos inestables, en una vía más corta y más barata, pero saturada de riesgos.

Así el concepto de rentabilidad social, un engendro contradictorio del modelo, trata de morigerar la idea de rentabilidad a secas vistiéndolo de social como si no fuera siempre cuestión de números al final del día.

Pensar Chile

En el país falta más análisis crítico, más estudios, menos obsecuencia y más disposición al debate. Ese sustrato le sirve a lo político para generar política pública. El Chile de hoy no es el mismo de hace 20 años y no será similar al de dos décadas más; lo cual exige pensar qué fenómenos estarán en entredicho. La labor de los investigadores y pensadores es clave.
E-mail Compartir

¿Dónde están hoy los académicos que deben estar pensando el Chile de hoy y el que vendrá en los próximos años? Si descansamos en que ese trabajo es propio de la clase política, el augurio no es muy halagüeño, pues no son muchos los que parecen tener la estatura y la sensibilidad para ello.

Tampoco se trata de endosarles toda la responsabilidad, porque sería injusto. El punto es que la sociedad está compuesta por una diversidad de personas e instituciones y cada cual debe cumplir un rol. La clase política, por ejemplo, está para representar los intereses complejos y diversos del país y montar futuros posibles por medio de la política pública.

Pero tales interpretaciones son posibles y mejores si la experiencia acumulada, la educación, las conversaciones y las lecturas apropiadas son contundentes y certeras. Ese es el problema con los políticos de hoy.

En tal sentido, las sociedades -cada vez más globales- requieren de pensamientos que traduzcan lo que se modela y transforma en la sociedad, desde distintos puntos de vista, insumos que son tomados, por ejemplo, por quienes tienen cargos de poder para generar acción.

El Chile de hoy no es el mismo de hace 20 años y no será similar al de dos décadas más; lo cual exige pensar qué fenómenos estarán en entredicho. La labor de los investigadores y pensadores es, entonces, fundamental. Hasta ahora los expertos de la economía tenían ese liderazgo de forma casi exclusiva y poco escuchábamos a otras voces como historiadores, científicos, filósofos, sociólogos, psicólogos y antropólogos, entre otros.

Ellos reproducen e interpretan lo que llamamos la realidad y a partir de sus visiones es posible entender mejor el cómo se desarrolla la persona con otros en la sociedad. Requerimos una visión más holística, para comprender mejor lo que nos rodea y las repercusiones que ello puede tener.

La crisis social es un ejemplo a la mano, pero vendrán otros que serán probablemente menos agresivos, pero mucho más transformadores, como la robótica, la inteligencia artificial, China, el avance de la derecha más extrema, el individualismo, entre tantos otros.

Tales desarrollos son los que a continuación permiten construir política, construir país, dotar de sueños realizables a una población que hoy parece estar más huérfana de ideales y creencias.