De la hermana Elsa
Laura Elsa Abud Yáñez es rancagüina. Para quienes aún no la identifican, diremos que es la niña inquieta y sonriente, que se alejó muy joven de su Rancagua natal para convertirse en la Hermana Elsa, de la Congregación del Divino Maestro.
La misma a quien vemos caminar por las calles de su Rancagua, adonde llega a visitar a sus parientes, en los días de descanso que le dejan sus múltiples actividades.
Como alumna del Colegio del Sagrado Corazón, la niña Elsa demostró su clara inteligencia y su afán de saber. En sus profesoras, religiosas argentinas, descubrió casi sin saberlo sus anhelos de convertirse en educadora cristiana.
Alcanzó a hacer clases en Rancagua antes que su vocación de maestra se manifestara en invencible vocación religiosa, Congregación, a la que fueron llamadas otras muchachas rancagüinas de su época. En Buenos Aires, realizó sus primeras tareas como educadora religiosa y se destacó al organizar audiciones de radio y grupos teatrales.
Recibió una beca para estudiar radio y televisión en la BBC de Londres.
Fue, en su juventud, una fiel colaboradora de El Rancagüino. Sus primeros versos juveniles fueron publicados en ese diario. Muestran una gran delicadeza de expresión y profundidad de pensamiento. Su tema fue el religioso. Pero también sus impresiones de viaje, volcadas en largas y simpáticas cartas. Páginas amenas, con exactas pinceladas descriptivas, captadas con espíritu observador. Pese a que fueron escritas siempre al correr de la pluma, muestran un precoz buen manejo del idioma.
Roque Esteban Scarpa dijo que la Academia no elegía a sus miembros. Que ellos surgían por sus propios méritos y que la institución no hacía sino reconocerlos.
La Hermana Elsa, sin quererlo ni desearlo, con extrema sencillez cristiana, trató de ocultar sus méritos intelectuales, bajo la modesta vestimenta de religiosa. La Academia ha sabido descubrirlos y reconocerlos. La vacante que dejó el poeta nortino Andrés Sabella, era, sin dudas, para ella.
Nota de la Redacción. Hermana Elsa Abud muere el 8 de diciembre de 2000.
Héctor González V. (1920-2016), escritor rancagüino