Padre Berríos
Valiosas las palabras del padre Felipe Berríos publicadas en su diario. Sin embargo, yerra al indicar que hay "cosas que no se pueden cambiar por la Constitución (vigente), como las AFP".
Sobre el sistema de pensiones, la Carta actual es sumamente abierta: solo establece el derecho a la seguridad social, exige que las prestaciones básicas sean uniformes (para no volver a los más de 150 regímenes distintos del sistema antiguo) y que, sea que intervengan entidades públicas o privadas, su actuación sea supervigilada por el Estado. Error de detalle excusable en quien no se dedica a estas tareas, pero que nos invita a informarnos diligentemente, ahora que nos preparamos para la redacción de una nueva Constitución.
Pablo Manterola D.
Antofagasta
Es muy triste ver como destruyen la ciudad, esta que es mi tierra, que hace 73 años me vio nacer. La quiero la amo, estudié, me casé vi a mis hijos crecer, que impotencia ver el estado que la están dejando, caminar por sus calles es como si hubiese sido bombardeada. Farmacias, casas comerciales, bancos, plazas, pequeños comerciantes y otros saqueadas incendiadas. Cuánta gente ha perdido su trabajo, no quiero eso para mi Antofagasta. Qué lejanos están los días cuando vivíamos en una ciudad pacífica.
Waldo Campusano Álvarez
Crisis social I
Es urgente que los políticos, todos, realicen un esfuerzo y terminen con sus intereses personales e ideológicos y se coloquen a trabajar de manera imperiosa por nuestro país, de esta noche oscura o día intenso de hermosa revolución, tenemos que avanzar y ser un país más justo y solidario. Ningún chileno más, debe perder sus ojos o su vida, ya que sin duda como es nuestro país, a la vuelta de la esquina los olvidaremos; tal como una gran mayoría de chilenos lo hemos hecho; con todos aquellos compatriotas que lucharon por nuestra libertad y que aun sin justicia; desaparecieron en la inmensidad del mar o en nuestro querido e inmenso desierto.
F.G.S.
Crisis social II
La normalidad que conocíamos hasta el 17 de octubre pasado, nunca volverá. La nueva normalidad que aspiramos, la debemos volver a construir entre todos, siendo uno de sus fundamentos, no el único, una nueva constitución, pues dicha norma jurídica nos dará el marco regulatorio básico de nuestra convivencia y tales regulaciones deben provenir de la participación activa y vinculante de los ciudadanos en su elaboración, participación que permitirá que dicha normalidad sea reconocida como propia por todos y por ello será respetada, apreciada y cuidada por la comunidad.
Rolando Héctor Lorca Silva
Democracia
Es muy distinto querer un Chile mejor, a querer el poder a como de lugar. Una parte de la izquierda chilena busca es generar un vacío de poder absoluto, bajo la presunción de que ellos lo pueden llenar de mejor forma. En ese afán buscan deshacerse de cualquier marco institucional adverso. Entonces, ya no es el problema solo el gobierno, sino el sistema completo. Como ironía, el trazado es similar al que la izquierda, convenientemente desmemoriada en muchos casos, intentaba generar desde mediados de los años sesenta en Chile.
No hay que olvidar que en esa época, una parte importante de ella desdeñaba del orden democrático e institucional pues lo consideraban, al igual que ahora, un orden en todo sentido injusto, que había fallado, que solo servía a los ricos y por tanto que no admitía reformas sino el ser desmantelado completamente.
En ese afán fueron sistemáticamente intentando horadar las bases institucionales de la democracia de la época, por dos vías, la insurreccional y la de los resquicios legales. Con ello contribuyeron a llevar a la democracia chilena directamente al matadero, tal como lo advirtió Radomiro Tomic en 1973. Y todos sabemos cómo terminó ese maximalismo destructivo.
Cuidemos la democracia.
Jorge Gómez Arismendi
Violencia
¿Podemos llamar a esto "manifestaciones pacíficas" propias de una democracia? Excusas, explicaciones y pretextos no faltarán para creer que se puede justificar. El sistema completo ha fallado (democracia, gobierno, políticos), qué duda cabe e independiente de razones nos demuestra que, por un lado; la democracia ha sido incapaz de captar, prever, dimensionar, corregir los problemas a tiempo, etc., lo que sería propio y fundamental de ella, y además, incapaz de controlar los desbordes en forma civilizada y peor aún, significaría que nuestra sociedad no estaría preparada o ha sido mal preparada para este desafío.
José Manuel Caerols Silva