En tiempos en que, injustamente, el servicio público es visto con desconfianza por muchos chilenos, surgen ejemplos dignos de destacar, que nos demuestran que servidores hay en todos lados y que incluso cualquiera de nosotros, desde nuestra experiencia y quehacer diario, puede convertirse en uno.
La semana pasada este medio de comunicación publicó en su portada la imagen de la seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Gloria Valdés, impartiendo un taller de fieltro a internas de la Cárcel de Mujeres de Antofagasta. Era una imagen sencilla, que no ganará ningún concurso de fotografía periodística, pero que compensa sus falencias técnicas con valores superiores que merecen ser destacados.
La historia es sencilla. Durante una conversación con representantes de la Defensoría, Gloria Valdés se enteró que este organismo planeaba impartir un taller de fieltro (una antigua técnica textil) a un grupo de internas de origen indígena, pero no tenían un monitor disponible en Antofagasta.
El problema fue asumido como un desafío por la seremi, quien no dudó en ofrecerse para realizar las capacitaciones, aprovechando los conocimientos que tiene en esta área.
Así, el taller pudo implementarse y hoy once internas, principalmente quechuas que cumplen condenas por transporte de drogas, aprenden una técnica que podría ayudarles una vez que recuperen la libertad.
La narración retrata a una persona que quiso ir más allá de sus obligaciones inmediatas y que, voluntariamente, ofreció su tiempo, conocimientos y experiencias para ayudar a los demás.
Muestra, creemos, la vocación de servicio que debe estar presente en todas las personas que se dedican a lo público, y tiene que servir de ejemplo para reforzar este espíritu en todas las esferas.
El servicio público debe ejercerse con pasión, compromiso y, sobre todo, con generosidad, pues es una labor que se realiza para la sociedad, buscando el bienestar de las personas. Es finalmente ponerse al servicio de los demás, entender sus necesidades y tratar de resolverlas, como lo hizo la seremi en cuestión. De eso se trata.