Caso Main
El ambiente policial siempre es tenso para los nerviosos que acuden a declarar, siendo normal que algunos involucrados experimenten el trastorno de sentirse perseguidos (paranoia), como está ocurriendo con los municipales que se sienten inducidos, abusados e intimidados por un investigador que hace su trabajo de manera absolutamente profesional.
El hecho que el detective le haya indicado a la Sra. Soza que no podía mentir en su declaración, porque podría ser imputada por obstrucción a la justicia, no tiene nada de intimidante. Muy por el contrario, se trató de una ayuda, de una noble advertencia para que la señora no cometiera el error de mentir porque la iban a pillar igual.
Si la Sra. Patricia Meléndez acudió por segunda vez a declarar lo mismo, es porque se le dio la oportunidad de ratificar lo antes dicho o prestar una declaración con la verdad, ella elegía. En el fondo también se le ayudo.
Sinceramente pienso que la querella en contra del Investigador Cea es una perfecta lesera que no tiene pies ni cabeza, por lo que solamente podría servir como distractor.
J. C. Marín
CDA
Concuerdo medianamente con usted, con el editorial de la edición del 27.07.2018. Estoy plenamente de acuerdo con la falta de identidad por la camiseta del Club que nos representa en el fútbol Nacional, no estoy de acuerdo en culpar a las sociedades anónimas por la falta de identidad.
En la edición del día 26.07.2018, exjugadores hablan de la identidad, ellos jugaron y saben el sufrimiento de los dirigentes "amateurs" de su época. Para sostener el equipo algunos hicieron huelgas, el año 1978 se hizo un equipo bueno, ganaba, pero los hinchas no iban al Estadio. Hoy, la solución han sido las sociedades anónimas, no solicitan dineros, ni hacen bingos ni rifas, para sostener a los clubes "profesionales", han sido un acierto. Sería muy bueno que publicaran opiniones de exdirigentes, que estuvieron comprometidos con el Club y nuestra ciudad, no con aquellos que endeudaron a nuestro club, lo abandonaron y ahora quieren recuperarlo, no por identidad, sólo por la sanidad que ahora tiene y hacer un pingüe negocio. Para finalizar, no pueden darnos clases de identidad, personas, que cambiaron identidad de su país de origen, por cualquier razón, la identidad y el patriotismo se llevan en el corazón.
Miguel Bascuñán Sfeir
Corrupción
Habiendo en Antofagasta problemas graves de corrupción y malversación más una serie de otros males municipales que todavía se mantienen en suspenso, no faltan los descolocados que prefieren echarle tierra al honorable Sr. intendente o a honorable diputada Dra. Marcela Hernando, en vez fijarse en la única plaga malediciente que perjudica a esta ciudad desde hace siete años.
La misión de Intendente es demasiado amplia, como para estarse preocupando de la minucia de regularizar a todos los migrantes, aunque no se presenten. El interés parte por el interesado, no por el Gobierno. Por su parte, Marcela Hernando es única en cuanto a probidad e idoneidad; la mejor alcaldesa que ha tenido esta ciudad.
E. Latorre R.
Recuerdo de un amigo
La comunidad la antofagastina acaba de perder a un hombre valioso. Me refiero al amigo, médico y rotario Domingo Solar Cartagena.
Sentimos un enorme vacío, y su partida fue como ver apagarse un faro. Domingo fue un verdadero amigo, porque la palabra amigo viene de amor. Nada de lo que ahora podamos decir logrará aumentar lo que fue su larga y brillante trayectoria; sin embargo, no podemos acallar sobre su calor humano, con ideas nuevas y con proyectos claros, que lo hacían aparecer como un soñador alegre tan necesario en este tiempo.
Conversar con Domingo sobre salud, sobre el servicio desinteresado, sobre Rotary, sobre nuestra Antofagasta o platicar la amistad, constituyó siempre para nosotros un profundo agrado y enriquecimiento.
Con su práctica más que con su retórica, nos enseñaba que cada uno está llamado a convertir su trabajo en misión. Nunca dejará de acompañarnos su sentido de la decencia, su vocación de justicia, su preocupación por el prójimo.
En esta hora quizás el mejor homenaje habría sido el silencio. Pero no pudimos callar. Porque la lección de Domingo es una especie de canto a la vida en medio de un ambiente plagado de mezquindades, pequeñeces y egoísmos. La herencia que nos dejó son sus efectos, su sonrisa, su generosidad, su entrega, su solidaridad, su preocupación por los demás, su natural alegría y esa persistente e insistente esperanza con que terminaba sus conversaciones y reflexiones.
Recordamos a un hombre que en sus amistades, sus convicciones y sus palabras dejó una huella profunda en esta tierra generosa de la "Perla del Norte".
Arturo Mardones Segura