ANTONIO, JUNTOS DESDE LA EDUCACIÓN A UNA VIDA PARa LA FELICIDAD
Santo Antonio, como tú sabes, junto al vertiginoso avance de la ciencia, tecnología y la robótica, los Investigadores diseñan el cómo incorporar, a las ya avanzadas y actuales competencias de los robots, aspectos esenciales e inherentes del ser humano, como la inteligencia y el amor. ¿Será posible aquello y si lo fuere, qué consecuencias traería a nuestra humanidad y cómo lo enfrentaremos como sociedad?
Antonio de ejemplaridad humana, ayúdame a reflexionar sobre la realidad del presente y futuro del mundo que habitamos y qué incidencia tiene en ello la educación, para darle sentido a la vida en la construcción de un mundo feliz. Recordemos a los maestros, estudiantes y comunidad toda que, como agentes de Cambio pro-humanización, y sembradores de esperanzas en tiempo nuevo, debemos preguntarnos: ¿Cuál es el sentido de nuestras vidas? ¿Qué sociedad estamos construyendo? ¿Cuál es nuestro proyecto de ser humano? ¿Hacia dónde va la humanidad? ¿El progreso científico, tecnológico y robótico, generará un mundo feliz? Y en esa realidad, preguntarnos ¿Nuestra educación va en el rumbo adecuado, para dar respuestas a las nuevas demandas de nuestro tiempo?
Santo Antonio de anticipación, hace 35 años tú decías: ¿Hacia dónde va nuestra humanidad? Hoy, como educador y gestor escolar, no tengo la certeza de que vamos en la dirección correcta; creo que, perdemos la ruta de lo esencial: vivir, educar y ser feliz, desde una sana convivencia fraterna universal. Y que es imperativo buscar nuevos caminos para cambiar y re- significar la esencia de la educación y el verdadero sentido de nuestras vidas hacia un mundo feliz.
Hermano sabio y poeta del norte, ayúdame a reconocer la crisis que enfrentamos por el absolutismo patriarcal de todos los tiempos y de los gobiernos desde los siglos, que desde la supuesta racionalidad intelectual, olvida el referente fundamental de lo maternal generando un mundo carente y/o débil de espiritualidad; un universo en que los vertiginosos cambios de la ciencia y la tecnología no logran equilibrar el mundo; validar lo racional con el espiritual, ni conjugan la propuesta de saber, saber hacer, saber ser y saber convivir. Efectivamente, no podemos desconocer que actualmente tiene mayor significación el tener que el ser, el competir al compartir; hoy aparece prioritario alcanzar los bienes materiales y no el bien para una sociedad feliz.
Antonio de la nortinidad y de la religiosidad, publicaciones actuales, uno de los males o enfermedades de mayor connotación en nuestro tiempo es el estrés y el doloroso silencio de la infelicidad del alma. Claramente en nuestro tiempo, aunque la vida es más longeva, no mejora su calidad; la salud no es gratuita, ni para todos; así también, la educación es segmentada y discriminatoria, sin inclusión; los avances como sociedad, no son colectivos y sólo tocan a unos pocos; claramente no se privilegia el desarrollo humano integral, ni la evolución social-cultural.
Antonio, santo doctor del cuerpo y del alma, innegablemente que en esta sociedad y sus asimetrías, predomina el consumismo, el materialismo e individualismo, aumentan los distintos flagelos de la sociedad, porque la inercia del diario vivir, genera la incapacidad del ser humano para visibilizar y resolver los temas de la deshumanización. Entonces, si queremos alcanzar una educación de calidad real y transformar esa dura realidad, debemos entender que calidad es, que los diseños y teorías educacionales, sus objetivos, metodologías y prácticas pedagógicas, no se orienten sólo a alcanzar resultados cognitivos, sino incorporar, cada día, con más fuerza, los indicadores de desarrollo personal y social; es decir el desarrollo afectivo y espiritual, enfatizando la importancia del sentido de equidad, igualdad, justicia, cohesión social, democracia, libertad y tantos otros valores fundamentales de humanidad universal.
Santo Antonio del Ancla, ayúdame para decir al mundo que debemos entender que, así como no existen dos cerebros iguales; ni todos vestimos la misma talla de camisa, cada niño es distinto, nace distinto, piensa distinto y ama distinto. Entonces, educar es adentrarse no sólo en lo externo y material, sino también en la espiritualidad como esencia del ser humano. Y que la matemática es muy importante; pero que, también es tan importante como ella la danza, el canto, el deporte, etc.
Antonio amigo, en el caso específico de Chile, sus regiones y comunas, tampoco se logran los resultados esperados de educación, en las mediciones estandarizadas nacionales e internacionales como Simce, PSU, Timms y otras. En ellas, además de no obtener elevados logros, sólo se evidencian las brechas de los distintos sectores económico-culturales y tipos de colegio, según dicho origen. Peor aún, en vez de hermanar la educación como tarea de todos, para el bienestar colectivo, se santifica la educación particular y se sataniza la educación municipal, como prototipo de la desesperanza y que nuestra Antofagasta, tierra del salar grande, los resultados de mediciones nacionales de Educación Simce y PSU, son insuficientes, y se ubica penúltima en el ranking nacional y bajo la media nacional.
Antonio de la sabiduría y dignidad, ayúdame para que no se dibujen triunfos inexistentes en educación y se ilumine el cielo de falsas estrellas de luz, que son simples oscuridades de la no verdad.
un santo para antofagasta