100 años | 6 de marzo de 1918

Preocupación en Alemania por natalidad

Una enorme disminución de nacimientos enfrenta Alemania desde el comienzo de la guerra y un diputado denuncia el peligro del despoblamiento , hecho que revela un estado de las cosas que es alarmante.

Ya antes de la guerra una de las cosas que más alarmaba a los pensadores germanos era este asunto.

50 años | 6 de marzo de 1968

Comunistas se reunirán en Moscú

Una reunión cumbre mundial de partidos comunistas se celebrará en Moscú, la capital soviética en noviembre o diciembre próximos.

Así se anunció en un foro comunista realizado en Budapest. La principal tarea será agudizar la lucha contra el imperialismo, reporta la prensa de la época.

10 años | 6 de marzo de 2008

Antofagasta vivió uno de sus días más calurosos

A 27,2 grados llegó la temperatura en la ciudad de Antofagasta, lo que representa el registro más elevado del verano y uno de los más altos de los últimos años. El calor sorprendió a los antofagastinos, quienes las últimas semanas habían percibido un descenso de las temperaturas, así como también de la humedad.

A propósito de una nueva conmemoración del día Internacional de la Mujer, podemos apreciar los avances que en términos de igualdad y derechos hemos alcanzado. Por cierto, aún queda mucho camino por delante, sin embargo, existe una visualización de las deudas pendientes y, en particular, en las diferencias que hay que considerar en el tratamiento de hombres y mujeres.

Podemos trabajar en reducir las discriminaciones o trabajar en la inclusión, con foco en las mujeres infractoras de ley. Si bien la ley está pensada para llegar a ser igual para todos/as, lo cierto es que es usual que sus efectos resulten diversos. Cuando una mujer queda sujeta a una medida de privación de libertad, el efecto sobrepasa la sola restricción de su libertad; dicha medida trasciende a su familia y en especial a sus derechos de maternidad. Si ello, además lo extendemos a mujeres extranjeras, podemos apreciar que trae aparejada una doble carga.

Muchas de estas mujeres, en la mayoría de los casos, sino en todos, por graves problemas económicos deben exponerse a realizar actividades ilícitas, ingresando a otro país y en algunos casos incluso ponen en riesgo su vida. La situación de investigarse el delito, la consecuente medida cautelar de privación de libertad que se puede aplicar, y finalmente, en caso que la misma sea declarada culpable, la condena, trae aparejada otra consecuencia crítica, cual es la desprotección de sus hijos menores, invisibles muchas veces dentro de la problemática judicial.

Aquella situación pone una doble carga pues no sólo deben enfrentar en sí misma la situación de encierro y soledad, sino además sienten la angustia de no poder generar recursos para sus hijos y no brindar la protección hacia ellos que desearían. Salvo excepciones, la regla general es que mujeres extranjeras que cometen delitos no comenten ilícitos violentos (robos, homicidio), sino que normalmente están ligados al tráfico ilícito estupefacientes, por cierto ocupando el último eslabón de esta cadena. Detrás de cada una de ellas se puede encontrar una historia de privaciones y por cierto la doble angustia de estar en un país extranjero y alejada de sus hijos y familiares. Por ello la mirada nunca puede ser igual para hombres y mujeres.

Sin duda alguna, queda aún mucho por recorrer en el camino de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Sin embargo, hemos avanzado e instituciones como la nuestra aborda con decisión esta tarea de brindar apoyo y defensa a todos por igual.

Loreto Flores Tapia

Defensora regional

Los barrios son la unidad básica de la organización social y territorial. Y allí donde éstos están organizados, existen condiciones para iniciar un escalamiento positivo en las condiciones de vida, no sólo del barrio mismo, sino de la población, del sector, y como aspiración final, de las ciudades. Desde este punto de vista, ocuparse de la unidad barrial no es una tarea intrascendente, todo lo contrario, es más bien una urgencia, a la vez que un tremendo desafío.

Hace doce años, en 2006, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo se planteó la meta de intervenir barrios emblemáticos del país, buscando no sólo mejorar su infraestructura urbana, sino también fortaleciendo su organización vecinal o bien creándola en aquellos lugares que no la tuvieran. La iniciativa se llamó programa "Quiero Mi Barrio".

Transcurrida más de una década, el proyecto muestra interesantes resultados. En la Región de Antofagasta, según datos del Ministerio de Vivienda, 27 barrios de distintas comunas ya fueron intervenidos, con un total de 60 mil vecinos beneficiados. Nuevo equipamiento, mobiliario, áreas verdes, sedes vecinales, centros comunitarios, pavimentación, iluminación y paseos, sumados a mejoras en viviendas e instalación de colectores solares son parte del largo listado de avances. Pero tan importante como aquello, en estos doce años se trabajó en la recuperación social de los sectores, esto mediante talleres, actividades comunitarias y de vinculación, capacitaciones y otros, que buscaban que los vecinos se conocieran entre sí (algo cada vez menos frecuente), que tuvieran conciencia de colectivo y que se hicieran partícipes del proceso de transformaciones que se estaba iniciando en sus barrios.

Se trata, creemos, de un esfuerzo que va bien encaminado y que debe perdurar, porque tener comunidades opinantes y comprometidas con su entorno inmediato, es clave para generar cambios profundos y duraderos, más allá de lo material. Así, el programa ha tocado una tecla esencial para tener mejores ciudades, ciudades integradas por barrios organizados, que dialoguen organizadamente entre sí, con sus integrantes y con las autoridades. Ahí hay un objetivo, y un camino en el cual perseverar.