Nuevo intendente de Antofagasta
Más allá de las credenciales del nuevo jefe regional, la Región de Antofagasta es una tierra de oportunidades. Son estas las que deben gestionarse de manera apropiada. Existe la chance real de que muchos inversionistas internacionales decidan instalarse aquí, manufacturar en Chile y salir con las ventajas arancelarias que ofrece nuestra nación. Eso es una gran oportunidad.
La designación de Marco Antonio Díaz como intendente de la Región de Antofagasta es, hasta cierto punto, una sorpresa: Por su juventud, por no estar allegado al ámbito público, ni tener una carrera política conocida.
A su favor juegan las credenciales académicas, es abogado, su experiencia en el mundo privado y un buen ánimo. En lo general, también encuentra un territorio con inmensas oportunidades para el desarrollo. Antofagasta tiene recursos, gente capacitada, paz social e industrias potentes, de alcance mundial.
No por nada, nuestra zona es líder en minería, astronomía, generación eléctrica y turismo, además de observarse muchas otras actividades que bien manejadas podrán ofrecer una enorme oportunidad hacia el mañana.
Aquí contamos la consolidación de una plataforma logística para el concierto sudamericano, lo que implica seguir "vendiendo" nuestra región y puertos en el norte de Argentina, Paraguay, Uruguay, el sur de Brasil y, por cierto, Bolivia.
Nuestros puertos están capacitados para ofrecer servicios, pero debemos seguir mejorando las carreteras, aeropuertos y crear los servicios que hagan atractivo que productores de esos países decidan sacar sus mercancías por nuestros terminales y no por el Atlántico.
Al tiempo -y esto es conocido, pero no se ha puesto en práctica- existe la chance real de que muchos inversionistas decidan instalarse aquí, manufacturar en Chile y salir con las ventajas arancelarias que ofrece nuestra nación.
Pero esto significa ser capaz de movilizar un sueño y convencer a las autoridades de varios ministerios de que esto es posible: Disponer de terrenos, a precios razonables, para que distintas compañías se instalen aquí es algo que debe diseñarse. Asimismo, salir a ofertar las características y bondades de la región es un imperativo de cara al futuro.
Atraer más inversiones -en especial de compañías que agreguen valor- es la piedra sobre la que construiremos. Todo lo demás, vendrá por añadidura, por suma; pero lo fundamental es dar un salto hacia el futuro.