Felipe Contreras Reyes
Cerca de 2,5 toneladas de productos tecnológicos en desuso fueron recolectados en la comuna de Taltal. Esto, en el marco del proyecto Sistema de Gestión y Valorización de Residuos Electrónicos, implementado por Fundación Chilenter con el objetivo de potenciar el reciclaje.
La basura electrónica, también llamada "e-waste", corresponde a todo el equipamiento eléctrico desechado por los usuarios, como celulares y monitores, entre otros aparatos.
La acumulación de estos componentes, representa un problema a nivel global. De hecho, según estimaciones de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU), solo en 2016 se generaron 44,7 millones de toneladas métricas, lo que equivale a casi 4.500 torres Eiffel.
Caso chileno
Hasta ahora no se han realizado estudios en Chile que determinen con exactitud la cantidad de e-waste que se produce, sin embargo, la UNU estima que cada hogar genera aproximadamente 8,7 kilos anuales.
Al respecto, la directora ejecutiva de Chilenter, Irina Reyes, explicó que los ciudadanos no suelen diferenciar estos productos de la basura corriente, lo cual genera problemas de sustentabilidad.
"Nos interesa que la gente entienda que un residuo electrónico hay que manejarlo y abrirlo adecuadamente. Hay oro, litio, plata, paladio y toda una línea de minerales rescatables", apuntó.
Pero Reyes también explicó que aquello se debe hacer con ciertos cuidados. Y en esto mencionó que las 2,5 toneladas de e-waste recuperadas en Taltal, una tonelada corresponde a residuos peligrosos, como plomo y cadmio.
En vista de ello, el proyecto pretende clasificar y valorizar las partes de los productos para revenderlos, mientras que el material no procesable se exporta a países como Japón, Holanda y Estados Unidos.
Minería Urbana
Este potencial ha permitido el surgimiento de una nueva alternativa económica, llamada "minería urbana" o "minería secundaria", la cual consiste justamente en el rescate de este tipo de materiales.
El seremi de Medio Ambiente, Felipe Lerzundi, destacó la importancia económica de estos esfuerzos.
"El paladio, por ejemplo, es un metal que se utiliza en los productos electrónicos. Hoy se ha hecho más barato extraerlo de los residuos electrónicos que de la tierra", apuntó.
Pese a ello, la autoridad aseguró que es necesario poner atención al volumen de basura, pues éste tiende a aumentar drásticamente a la par del comercio y los rápidos avances tecnológicos.
"Hoy encuentras los teléfonos en promociones que, desde un punto de vista ambiental, son irresponsables y te llevan a dejar obsoletos equipos al pagar una suma adicional, incluso sin necesidad de cambiarlo", argumentó.
En esta misma línea, el químico y exseremi de Medio Ambiente, Hugo Thenoux, advirtió sobre los múltiples efectos nocivos que la basura electrónica podría tener para la salud.
El cadmio, por ejemplo, puede producir problemas estomacales y respiratorios. Pese a ello, se le encuentra frecuentemente en pilas y baterías de teléfonos portátiles antiguos, linternas e incluso juguetes.
Thenoux destacó que en muchas casos importa menos cuánto demora la descomposición de los productos que los contenidos del mismo.
"Su descomposición, sobre todo en zonas más lluviosas que la nuestra, puede llegar a fluir y contaminar ríos y mares", concluyó el exseremi de Medio Ambiente.
Tipos de e-waste
El informe de la UNU explica que existen seis grupos de basura electrónica, cada uno con distintas propiedades económicas y potenciales daños al ambiente. Estos se dividen en "Equipos de cambio de temperaturas" (como refrigeradores), "Monitores y pantallas", "Lamparas" , "Equipos grandes" (como lavadoras), "Equipos pequeños" (microondas, afeitadoras, etc.) y "Small IT". Ahí están incluidas calculadoras, routers, GPS y pequeños equipos móviles como los celulares, cada vez más frecuentes en la vida cotidiana.