La captura del Huáscar
HISTORIA. Prensa de la época habla del episodio naval que dio a Chile el dominio del mar, hecho que permitió apurar el paso al ejército chileno en su victorioso camino hacia la capital peruana.
Entusiasmados, hojeamos ejemplares del diario "El Pueblo Chileno" de octubre de 1879. Lo hacemos con criterio periodístico, analizando la noticia. Situándonos a tres o cuatro días de la captura del monitor peruano "Huáscar", cuando lo sucedido en aguas mejilloninas era un hecho reciente y no revestía aún los perfiles de episodio histórico que tiene hoy.
La nave peruana asolaba las costas chilenas, dada la superioridad en sus bocas de fuego de alto calibre y su velocidad de maniobras, generada por sus calderas de doble expansión: Con solo 14 años a flote, su dotación estaba compuesta por un alto número de marinos británicos. Y en sus correrías, había sembrado el terror en los puertos chilenos, amagando y atacando navíos de cabotaje y transporte de tropas, que fueron hundidos en desiguales contiendas.
Los marinos chilenos dieron cuenta del monitor peruano, que arrió su bandera al norte de Hornitos, cerca de lo que es hoy caleta "Michilla". Desde allá fue remolcado hasta Mejillones, puerto donde ancló esa tarde del 8 de octubre de 1879. El desenlace del combate avivó los ánimos del pueblo chileno. Un connotado dibujante hizo un croquis para explicar cómo se desarrollaron los hechos, bosquejando la península de Mejillones y el movimiento estratégico que permitió derrotar al navío del Rímac. Los chilenos reconocían la caballerosidad y la astucia de Grau y su nave. Por eso, las reacciones luego de su captura fueron muchas.
Entusiasmo
Tal fue el caso de un fotógrafo, quien publicó el siguiente aviso: "Se venden vistas fotográficas del Huáscar, tomadas después del combate, por Augusto Reinskens. A un peso cada una". Sin duda, se las ofrecía como un souvenir que provocaba algún deleite en los chilenos. Eso no era todo. Otro aviso decía: "Se compra a buen precio, alguna de las balas que disparó el Huáscar el 28 de agosto". ¿Peligroso recuerdo de las andanzas del monitor peruano?
Pero en la crónica, se daban a conocer otras reacciones: Se lee: "Desde Cobija se nos escribe que la noticia de la rendición del Huáscar alborotó de entusiasmo a cuanto ser viviente hay ahí. Hubo repiques de campanas, salvas, cohetes etc. ¡Bien por los cobijeños!" También hubo regocijo en los veneros de Caracoles. Recogemos: "Al día siguiente de haberse sabido en Caracoles la rendición del Huáscar, los entusiastas vecinos de esta subdelegación celebraron tan fausto acontecimiento con un espléndido banquete, al cual asistieron, entre muchas otras personas, el señor Villegas, el coronel Barbosa, el Comandante de Armas, etc."
Claro que Chile, agradecido, ya pensaba en recompensas. Y en otra página leemos: "Medalla a Latorre. Se corre una suscripción popular para obsequiar una medalla de oro conmemorativa al vencedor del Huáscar, Comandante Latorre". Ello ocurría en tanto el 18 del mismo mes, el "Blanco Encalada" llegaba a Valparaíso con los prisioneros del "Huáscar". "Fueron recibidos por una inmensa concurrencia, sin que hubiese manifestaciones, demostrando respeto por los vencidos. Fueron alojados en una casa amoblada en la pintoresca Villa de San Bernardo, en tanto el Mayor de Órdenes del Huáscar, Melitón Carvajal, fue llevado al hospital San Vicente de Paul, donde es tratado con los mayores esmeros i la mayor consideración. Sus heridas van sanando i no le falta el apetito al marinero peruano…".
Como era de esperar, la Bolsa de Londres también sintió los efectos de la captura de la nave peruana, porque desde el 9 de octubre el cambio de la moneda chilena que estaba a 27 peniques, subió a 34. ¡A Chile le subieron los bonos!... Y la barra de cobre, se cotizó a 65 libras esterlinas. Todo se festejó con un lindísimo paso doble, compuesto por un músico del Segundo de Línea, llamado "La rendición del Huáscar", que "provocó entusiasmo y agrado en el público oyente".
En tanto la ciudad de Antofagasta se preparaba para otros imponderables de la guerra. Así, hallamos una convocatoria del Batallón Cívico Nº 2: "Tenemos el encargo de recomendar a los ciudadanos que forman este batallón, su asistencia al ejercicio de hoy. La inasistencia será penada con 24 horas de arresto. También se hará entrega de las fornituras." Y, paralelamente, se guerreaba contra la viruela. La Junta de Sanidad, en documento suscrito por el alcalde Matías Rojas Delgado, enviaba una carta a Benjamín Vicuña Mackenna, donde le expresaba con preocupación: "La viruela se desarrolla de una manera alarmante. Se solicita urgente la valiosa cooperación con el envío de las vacunas".
Finalmente, consignemos que también hubo espacio para el reconocimiento al adversario.
Y vemos un memorable párrafo: "Respeto al noble vencido i a sus dignos compañeros de gloria i de infortunio. Honor a Grau i a los valientes que han sucumbido en gloriosa lid i que legan a su patria una página de honra i de imperecedero recuerdo. Honra i gloria a los felices vencedores, que con la misma certera mano que hicieron zozobrar i caer a la nave capitana, recogen los restos gloriosos de los vencidos i les preparan piadosa sepultura…".
De aquella batalla naval, han transcurrido 138 años… Hoy, la paz nos bendice con su halo.
"La Bolsa de Londres también sintió los efectos de la captura de la nave peruana, porque desde el 9 de octubre el cambio de la moneda chilena que estaba a 27 peniques, subió a 34"."