Temer enfrenta juicio decisivo en su lucha por seguir en el poder
BRASIL. La justicia electoral retoma mañana el juicio por el financiamiento de su campañaen 2014 junto a Rousseff.
El Presidente brasileño, Michel Temer, enfrentará desde mañana a la justicia electoral de ese país y arriesga perder su mandato si se comprueba que en la campaña que compartió en 2014 con la destituida Dilma Rousseff, hubo dinero de la corrupción.
El proceso -que fue suspendido el pasado 4 de abril para escuchar a nuevos testigos-será retomado mañana en el Tribunal Superior Electoral, y puede ser decisivo en la lucha del Mandatario por seguir en el poder, en medio de fuertes presiones que piden su renuncia.
Además del juicio que enfrentará en la justicia electoral, Temer está contra las cuerdas por las denuncias que sugieren que incurrió en prácticas ilegales, que llevaron a la Corte Suprema a investigarlo por los supuestos delitos de corrupción, obstrucción a la justicia y asociación ilícita.
La situación de Temer en el Supremo pareció agravarse esta sábado con la detención del diputado Rodrigo Rocha Loures, implicado en el mismo caso que salpica al gobernante, que está relacionado con unos supuestos sobornos pagados por el grupo cárnico JBS.
Son dos frentes judiciales abiertos al mismo tiempo y algunos de los más fieles integrantes de la coalición de Gobierno se plantean la posibilidad de abandonar la nave oficialista si hubiera un fallo contra Temer en la justicia electoral.
En ese último proceso serán juzgadas denuncias hechas por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) sobre supuesto financiamiento ilegal recibida por la campaña de Rousseff y Temer, a quien acompañó como candidato a vicepresidente en 2014.
Una sentencia condenatoria del tribunal electoral anularía la victoria de la fórmula Rousseff-Temer e implicaría la destitución del mandatario, aunque este tendría derecho a numerosas apelaciones y seguiría en el poder hasta tanto no haya un dictamen definitivo, que pudiera llegar después de varios meses.
En el juicio que comenzará mañana, Rousseff y Temer tienen sus propias defensas y diferentes tesis sobre el proceso.
La exMandataria niega toda irregularidad y pide que se anule el juicio, algo que comparte Temer, quien además exige que las cuentas de campaña de uno y otro sean juzgadas por separado, pues sostiene que en la suya no hubo nada ilegal.
Por su complejidad la Corte ha reservado cuatro sesiones para el proceso, que en caso de ser necesario llegaría hasta el jueves.. Sin embargo, podría ser suspendido nuevamente si uno de los magistrados considera que necesita estudiar mejor el caso, la que es la gran apuesta del Gobierno para ganar tiempo.