Aporte de la inversión extranjera
Que permanentemente se emitan dichos que poco tienen que ver con la realidad es sorprendente a esta altura, en pleno siglo XXI. La inversión es prioritaria para Chile. Las compañías extranjeras generalmente muestran un genuino compromiso de ir más allá de lo que la ley exige. Quizás las palabras del senador salieron al calor de la ocasión y la audiencia.
El precandidato presidencial del oficialismo, Alejandro Guillier, ha realizado una serie de declaraciones, algunas contradictorias y otras cuestionables, algo que resulta bastante común en temporada de elecciones, pero que creíamos desterrada, considerando el daño que han hecho ese tipo de juicios.
Hace unos días, el senador por Antofagasta, tras ser proclamado como el candidato a La Moneda del Partido Socialista, realizó una crítica al modelo neoliberal, lo que en sí no es censurable, pero sí el tono.
El parlamentario, que fue el orador principal en el aniversario 84° de la colectividad, criticó a las "fuerzas voraces de las transnacionales" porque, según precisó, "dilapidan nuestros recursos y explotan a nuestra gente".
¿Es eso efectivo?
La frase es sorprendente, más considerando que él ha desempeñado funciones para empresas transnacionales -incluyendo el trabajo en la Fundación Minera Escondida- de la cual nunca se le escucharon cuestionamientos.
¿Qué busca, entonces, con estas aseveraciones?
Como es sabido, el país tiene una economía abierta y Antofagasta en lo particular, ha sido exitosa en el arribo de inversiones extranjeras, por lo demás, bastante disminuidas en los últimos años, con los efectos que esto tiene en la generación de empleo y riqueza. En la minería, la energía, los servicios, la infraestructura, en distintos negocios, son muchas las compañías que han confiado en Chile y en su modelo.
El país tampoco es "tierra de nadie". Aquí hay marcos regulatorios claros, en el trabajo, impuestos, medio ambiente y las empresas extranjeras generalmente muestran un genuino compromiso de ir más allá de lo que la ley exige.
Por otra parte, es efectivo que la economía chilena debe "superar la fase primaria exportadora", tal como lo citó Guillier, sin embargo, para cumplir ese objetivo, precisamente, requerimos de mayor inteligencia e inversión nacional y extranjera.
Decir lo contrario no es efectivo y sólo produce daño a la confianza y a la educación de una sociedad que requiere de liderazgos certeros y constructivos.