Ciclista local sigue sumando kilómetros hasta Santiago
TRAVESÍA. Ernesto Peñaloza llegó el domingo hasta La Serena y ayer continuó su hazaña deportiva hasta la capital. Ha recorrido hasta el momento 863 Kms.
Pese a demorarse un poco más de lo presupuestado, el ciclista local Ernesto Peñaloza, consiguió llegar este domingo a La Serena donde además de aprovechar de visitar a algunos familiares que lo estaban esperando -algunos viajaron desde Ovalle-, también se dio tiempo para descansar de una larga semana de pedaleo extremo y constante.
En total, fueron más de 860 los kilómetros que el deportista de 48 años tuvo que realizar desde su salida de Antofagasta el lunes 10 de abril, llevando un peso de 45 kilos (19,5 kg de la bicicleta y 25,5 del equipaje), por lo que los malestares musculares, sobre todo de sus piernas, se hicieron notar bastante con el correr de los días.
No obstante, y después de recoger el resto de su equipaje que se había mandado hasta esta ciudad de la Cuarta Región vía encomienda -para no tener que cargarlo-, Peñaloza emprendió nuevo rumbo hasta la capital donde piensa terminar su empresa pedalera.
Serán cerca de 460 los kilómetros que deberá recorrer, según él, en unos seis o siete días debido a que el camino hasta Santiago tiene grandes pendientes lo que hace más difícil el trayecto.
"Creo que hoy (ayer) avanzaré unos 80 kilómetros máximo. Menos que mi promedio por día antes de llegar a La Serena, no por cansancio ya que me siento bien, el ánimo está a full, pero el terreno que viene demanda otro tipo de estrategias ya que va cambiando. Es sinuoso, tiene muchas pendientes, bajadas y después subidas otra vez. Pedaleo lo mismo para andar 130 kilómetros, pero al final avanzo 90", precisó el ciclista.
Intemperie
Pese a intentar evitar dormir junto a la carretera o a la intemperie, por el riesgo que significa estando solo, Peñaloza no ha estado ajeno a este tipo de experiencias durante su viaje. Y es que de camino a La Serena, el ciclista tuvo que dormir al aire libre en más de una oportunidad.
Una de ellas fue en el sector de "Los Vientos", durante su segunda jornada de viaje. Ahí armado tan solo con el piso de un toldo (una especie de nylon o lona) con el que además de resguardarse del frío, envuelve su bicicleta, Peñaloza poco lograría descansar. Los fuertes vientos del lugar -que le hacen honor a su nombre-, le impidieron dormir por más de una hora, preocupado de que la lona "saliera volando".
Una experiencia similar viviría en su cuarta jornada de ruta, a la altura de Chañaral.
Esta vez frente a una estación de servicio de combustibles. Peñaloza encontraría gracias a un bombero, el espacio suficiente para guarecerse del frío.
Lamentablemente, el lugar estaba pasado a orina, por lo que tuvo que abandonarlo y comenzar a pedalear antes de lo pensado.
Pérdida de peso
Desde que salió de Antofagasta, Peñaloza ha perdido seis kilos. Y es que además del trabajo físico, durante el día, prefiere viajar con el estómago ligero a fin de no acalambrarse.
Entrenamiento
Previo a aventurarse con esta travesía bicicletera, Peñaloza realizó un entrenamiento de diez días. En cada uno de ellos, recorrió 30 kilómetros en bicicleta. 90 menos que el promedio actual.