Asaltantes logran un botín de $35 millones desde distribuidora
PÉRDIDAS. Delincuentes maniataron y encañoran a tres trabajadores.
El susto de sus vidas pasaron tres trabajadores de una empresa distribuidora de quesos, que la tarde del domingo fueron amenazados con armas de fuego y maniatados por un grupo de sujetos que se apoderados de mercaderías y especies por un monto cercano a los 35 millones de pesos.
De acuerdo a la información dada a conocer por los afectados, alrededor de las 17.30 horas del domingo, al interior de la empresa, ubicada en calle Curicó, entre Maipú y Uribe, llegaron al menos seis sujetos provistos de armas de fuego.
En cosa de segundos los sujetos amenazaron a los trabajadores. "Llegaron cuando estábamos en la bodega terminando el trabajo diario. Eran 5 o 6 sujetos con acento extranjero. Nos pusieron las armas en la cabeza y nos maniataron", explicó uno de los afectados que por temor prefirió omitir su nombre.
Después que los maniataron, uno de ellos movió la camioneta propiedad de la empresa para permitir el paso del camión en que se movilizaban, y donde comenzaron a cargar la mercadería sustraída.
"Ellos venían preparados porque tenían un camión. Sacaron la mercadería que había en la bodega y nos dejaron encerrados en la cámara. Como pudimos nos soltamos de las amarras y llamamos a Carabineros", sostuvo el trabajador.
A los pocos minutos en el sector se hizo presente la policía, que comenzó a recabar antecedentes sobre los hechos.
"Quisimos dar a conocer esto para alertar a la ciudadanía, especialmente porque fuimos asaltados a plena luz. Por ejemplo, la empresa Fruselac nació de un emprendimiento hace unos años atrás por lo que este suceso indudablemente afectará al proceso de crecimiento", precisaron los afectados.
Los trabajadores dieron a conocer que la experiencia que vivieron fue traumática, ya que si bien no fueron golpeados, verse amenazados con armas de fuego en la cabeza, fue una sensación terrible.
Además nunca imaginaron que pese a estar instalados en la zona céntrica, serían víctimas de un delito, que significa pérdidas cuantiosas para esforzados trabajadores.