141° aniversario de Bomberos
Los Caballeros del fuego son parte de la historia de la ciudad; su vínculo es estrecho y permanente a lo largo de varias generaciones de grandes ciudadanos. Han pasado 141 años desde su fundación y hoy los más de 500 voluntarios transitan por una serie de especialidades tanto en incendios, rescates marítimos, accidentes de tránsito, entre otras.
Una semana especial vive el Cuerpo de Bomberos de Antofagasta. El voluntariado cumplió 141 años de labor contra incendios y las más diversas emergencias a lo largo de todo este tiempo.
Ser bombero es una tarea compleja que requiere de sacrificio y una recargada dosis de solidaridad, ya que quienes juran por esta institución no dudan un minuto en arriesgar su propia vida para ir en ayuda de los demás. Todo con la única intención de servir.
Bomberos nació casi en los albores de la ciudad un 5 de abril de 1885, guiado por un grupo de personas que vieron con impotencia cómo una histórica casona de calle Prat (antes La Mar) ardía por los cuatro costados. Desde ese momento se comienza a escribir una nueva historia en Antofagasta.
Han pasado 141 años desde su fundación y hoy los más de 500 voluntarios transitan por una serie de especialidades tanto en incendios, rescates marítimos, accidentes de tránsito, derrame de sustancias peligrosas como otras situaciones de alto riesgo.
El superintendente Paulo Rodríguez está a cargo de la entidad desde el 1 de enero de este año y uno de sus objetivos es adentrar a la entidad cada vez más en el ADN de la comunidad, siempre con la convicción de ayudar y sin pedir nada a cambio.
Un dato interesante es la progresiva incorporación femenina a la institución. De hecho, el 10% de los voluntarios son mujeres, muchas de ellas madres y profesionales que no dudan un instante en acudir a una emergencia.
Sin embargo, la entidad tampoco está exenta de problemas. La eterna falta de financiamiento para cubrir sus múltiples necesidades y algunas agresiones a sus rescatistas constituyen ciertas limitantes, aunque están lejos de amilanar el espíritu de estas personas impregnadas con la vocación de servir.
Una mención especial requieren los mártires a lo largo de la historia. Muchas veces el paso del tiempo ha hecho olvidar sus nombres, pero no su valor y sacrificio. Y es que cada bombero tiene una sensibilidad especial y vive un mundo diferente ante cada emergencia. Felicitaciones a estos hombres y mujeres que no dudan en arriesgar sus vidas al servicio de los demás.