El Parque Japonés (donado en 1963 por la colectividad nipona residente) es parte de la historia de Antofagasta. El nuevo y elegante rostro del paseo viene a dar valor agregado a un sector estratégico de la ciudad, que conecta el circuito del Balneario Municipal, la costanera y el Estadio "Calvo y Bascuñán".
Con una inversión de 500 millones de pesos, la remodelación del tradicional espacio público entrega un "nuevo aire" al entorno y de paso pinta de color un sector que desde hace años clamaba por una urgente intervención.
Esto es resultado del trabajo en conjunto entre el municipio y la empresa Aguas Antofagasta, para devolver la vida a un espacio casi abandonado y recuperar las áreas verdes, entre otras acciones. También se arregló y aumentó la dimensión de la pileta y ahora sólo faltan los peces Koy para que todo quede perfecto.
Sin embargo, a pocas horas de su reinauguración sufrió los embates de la mala educación y la falta de cultura. La remozada alberca fue llenada de monedas y varias personas ingresaron al agua para sacarlas, dando un triste espectáculo y dejando en claro que tenemos un grave problema como sociedad.
Una vez más la sombra del vandalismo y la acción de antisociales que tanto daño causan en la ciudad, hacen que este tema alcance notoriedad, razones más que suficientes para protegerlo.
Es urgente que la municipalidad mantenga guardias en el sector que estén en directo contacto con Carabineros, a fin de evitar robos de la moderna infraestructura y daños en el lugar, especialmente del puente levantado con pino Oregón.
Está claro que el Parque Japonés requiere del compromiso de todos para que sea un punto de encuentro de las familias antofagastinas. Por eso hay que cuidarlo y defenderlo de aquellas personas que no tienen buenas costumbres y destruyen lo ajeno.
Por favor, cuidemos este bello espacio público que costó tantos años recuperarlo y que es un orgullo para la ciudad.