Algernón
Obra dirigida por Fernandois, adaptada del cuento "Flores para Algernón" de Daniel Keyes.
En escena, la ciencia ficción nos remece, invitándonos a reflexionar acerca de la discriminación, que conlleva el concepto de inteligencia, cuando es referido restringidamente a lo cognitivo. Originando los conceptos de normalidad, anormalidad y discapacidad intelectual.
Charly Gordon, confía que un experimento lo dotará de una inteligencia, tres veces mayor, así hablará de "cosas inteligentes" y no volverá a ser víctima de burlas ni será tratado diferente por su discapacidad. Su compañero y rival motivador, un blanco ratón de laboratorio.
El público conocedor de la inteligencia de estos roedores, disfruta del paseo repetitivo, pero cauteloso, que realiza, Algernón desde el cuello hasta la punta de los dedos del actor, novedosa actuación que provoca una mezcla de ternura, nerviosismo y empatía por ambos personajes, que comparten la desdicha de ser considerados limitadamente inteligentes.
La potenciada inteligencia llega junto al cuestionamiento de Charly Gordon: "Si Algernón debe recorrer el laberinto para comer, eso no debe ser bueno", se evidencian la crueldad, abandono y sometimiento, le parece que quienes lo rodean no son tan inteligentes como profesan. Ser inteligente, no lo hace feliz.
Algernón muere, Gordon descubre que sufrirá la misma regresión que su amigo, los mismos efectos, darán paso a un final inevitable.
Un Viaje de 80 años, realizado en 6 meses, es una metáfora de la vida, que nos invita a reflexionar acerca del conocimiento y la discriminación.
"Lo interesante de esta obra es llevar la ciencia ficción al teatro en un género que permite desatar la imaginación a los máximos niveles y fomenta el ejercicio de pensar el futuro, desde el presente", agrega el director.
Una temática y técnica, diferente, moderna y futurista enriquecida con la participación del neurocientífico, Tim Marzullo, quien realiza algunos experimentos reales con el personaje principal.
Felicitaciones, lo agradecen padres, amigos y profesores.
Iris Marín Pizarro
Comentarista teatral