Rusia ha destruido 450 objetivos del Estado Islámico (EI) y llevado a cabo casi 700 misiones de combate desde el inicio de su intervención militar en Siria, informó ayer el portavoz militar ruso.
El general Andrei Kartapolov señaló también que "la deserción" entre los militantes de este grupo terrorista "es generalizada" y que "la mayoría de estas formaciones armadas están desmoralizadas".
"Hay un creciente descontento entre los comandantes de campo y hay evidencias de desobediencia. La deserción se está haciendo generalizada", dijo el vocero.
Según Kartapolov, unos 100 extremistas cruzan la frontera sirio-turca cada día, abandonando las zonas de combate por las rutas de los refugiados.
Desde el comienzo de la operación de Moscú el 30 de septiembre, los aviones rusos realizaron 669 vuelos, 115 de ellos nocturnos, informó la misma fuente en la conferencia de prensa dirigida a periodistas y agregados de Defensa extranjeros.
En el curso de la operación quedó destruida la infraestructura de los yihadistas del EI en las provincias de Idlib, Alepo, Homs y el norte de Latakia, señaló.
Kartapálov, subjefe del Estado Mayor ruso, también aseguró que en Siria no hay rastro de la oposición moderada de la que tanto habla Occidente.
"En Occidente hablan de oposición moderada, pero nosotros por ahora en Siria no la hemos visto", afirmó.
También estimó en unos 50 mil el número de efectivos del EI y destacó que cuentan entre su armamento con baterías antiaéreas.
Defensa de Putin
El Presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que la operación militar que desarrolla la aviación rusa en Siria contra el EI ha obtenido ya "resultados importantes". El líder del Kremlin calificó, además, la situación en Afganistán como "crítica" y dijo que los terroristas están tratando de expandirse y entrar en la región de Asia Central.