Agenda política
"Entre las normas a destacar se encuentran una disminución de publicidad en la vía pública".
Hace unas semanas se aprobó la Reforma Constitucional que entrega autonomía al Servicio Electoral, y hace unos días se despachó en el Congreso Nacional la Ley de Probidad en la Función Pública que introduce nuevas exigencias en esta materia y cuya tramitación se inició en el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera.
No es fácil que una institución u órganos que ejercen poder se autolimiten y no es la única medida que se tramita en el Congreso, en paralelo se votan la Ley de Fortalecimiento a la Democracia, en la Comisión de Probidad del Senado y la nueva ley de Partidos Políticos en la Cámara de Diputados.
El primero de los proyectos mencionados que incluye financiamiento a la actividad no electoral (funcionamiento permanente) de los partidos políticos y modifica las leyes que regulan las campañas políticas, agrega una serie de limitaciones que han sido poco explicitadas, con la sola excepción de la prohibición que las empresas (personas jurídicas) hagan donaciones con fines política (partidos y campañas electorales).
Entre las normas que podemos destacar se encuentran una disminución de publicidad de candidatos en la vía pública, de tal manera de tener campañas más seguras, limpias y amigables con el entorno, con el mismo objetivo se reduce el tamaño de la publicidad (elimina gigantografías de gran formato) permitida tanto en espacios públicos como privados, se reduce el límite de los aportes y del gasto electoral que pueden hacer los candidatos, se incrementan las multas frente al incumplimiento de dichas normas y se aumentan las facultades fiscalizadoras del Servicio Electoral.
Cabe destacar que los partidos han aceptado con autocrítica la reinscripción de sus afiliados, como requisito sine quo non para obtener financiamiento a su actividad permanente y se han allanado a cumplir con una sería de exigencias en su funcionamiento interno. Desde RN lo impulsamos.
En suma, contrariamente a lo que se señala públicamente, los parlamentarios y los dirigentes de partido hemos asumido el desafío de autolimitarnos, incluso con la pérdida del escaño parlamentario, pero sólo el tiempo y la práctica nos dirá si la ciudadanía valorará, como algunos lo han denominado, este esfuerzo o, como lo entendemos las nuevas generaciones, lo que a todas luces es necesario y correcto.
Paulina Núñez Urrutia
Diputada de la República