La agenda corta contra de delincuencia que impulsa al Gobierno y que se traduce en modificaciones legislativas que apuntan a mejorar la seguridad pública, se encontró de frente con el debate respecto a los controles preventivos de identidad.
Si bien esta facultad existe hoy en los organismos policiales, sus alcances y controversia generaron un debate que no se concentra precisamente en esas facultades o en las necesidades por las que se plantea. Más bien, es una discusión que está asociada a la historia, a otros momentos y a los abusos que se le atribuye a este tipo de procedimientos.
La llamada "detención por sospecha" es un procedimiento aún presente en la memoria colectiva. Aunque ya no existe, se le asocia con los controles de identidad, especialmente cuando existe una negativa de una persona a acreditar su identidad o cuando no puede hacerlo, y debe ser conducida a una unidad policial para confirmar sus datos.
Así, un acto tan simple como cotejar la identidad de una persona puede tornarse engorroso y como se observa hoy, hasta debatible en cuanto al respeto de las libertades individuales. Todo, justo en la actualidad, cuando Carabineros y el Estado llaman a la prevención. Pero, ¿prevenirnos de qué o de quiénes?
"El que nada hace, nada teme", argumentan quienes apoyan los controles preventivos y están dispuestos a ser controlados o entregar su identidad. En "la otra vereda" están quienes rechazan la presunción de culpabilidad a priori, que se pueda atribuir a una persona por cualquier circunstancia, desde la hora o el lugar en donde se encuentre, hasta la ropa que vista.
Es un escenario complicado para un debate que tiene argumentos y contraargumentos. La facilidad con la que actúan hoy muchos delincuentes, especialmente con casos como los "portonazos", mueven a sospechas de muchos vecinos. Carabineros llama a denunciar a quienes circulen por barrios en "actitudes sospechosas".
Entonces, la clave será cómo definir cómo se impone la seguridad y el bien común, sin que con ello existan arbitrariedades como las que inquietan a parte de la población.