Pese a las dificultades económicas que ha tenido que soportar, el entusiasmo nunca la abandona. Es optimista, alegre y una férrea defensora de sus vecinos y su gente.
Paula Sampson Morales, presidenta de la agrupación "La unión hace la fuerza", se siente feliz de poder contribuir para que se reconozca el sentir de la gente en los campamentos, para que esa realidad sea escuchada.
¿Desde hace cinco años que estás viviendo la realidad de los campamentos?
-Soy antofagastina y provengo de una familia numerosa. Viví en la villa Esmeralda y luego me fui a la villa Irarrázabal. Pero desde hace cinco años que estoy viviendo en el campamento "Humilde Esperanza".
Tengo cuatro hijos, Cristian tiene 18, luego viene Daniela (9), Francisca (6) y Edgard que tiene 3 años.
¿La situación económica te llevó a buscar un lugar en el sector alto de la ciudad?
-Llegamos acá debido a que de cierta forma fui estafada. Deposité el dinero que tenía para la vivienda en la cuenta del dueño de la casa donde arrendábamos, pero finalmente éste nos engañó.
No teníamos cómo seguir pagando un arriendo y tuvimos que optar por esta alternativa, pero la vida en el campamento ha sido difícil, pero no por eso nos vamos a quedar estancados.
Estamos pasando por momentos difíciles, porque mi marido quedó sin trabajo. Antes trabajaba en minería, pero después tuvo que trabajar en la construcción.
¿Pero el ánimo no decae?
-Poco a poco hemos estado saliendo adelante, arreglando nuestra casita. No porque vivamos en un campamento vamos a estar siempre con un piso de tierra.
Hay que darles una mejor calidad de vida a los niños. Cuando no se puede pagar un arriendo hay que utilizar esta alternativa. Acá pagamos el agua solamente porque tenemos un medidor común, entonces podemos ahorrar algo de dinero para depositar en la libreta de ahorro para la vivienda.
¿Pero has logrado salir adelante, sorteando los obstáculos?
-Como mujer una tiene fortaleza. Cuando se tiene hijos está ese 200% para salir adelante. Por eso estoy en la directiva de esa agrupación que reúne a diez campamentos.
Agrupamos al campamento que está en La Negra, el manzana 9 de la Chimba, camino al futuro, 18 de Septiembre, Niños Felices y Humilde Esperanza, entre otros.
Estamos buscando mejorar la calidad de vida en los campamentos. La idea es que la gente piense en mejorar, no pensar que siempre van a estar hacinados, sino que potencien los comités para lograr el sueño de la casa propia.
¿Estás participando en la mesa de trabajo que coordinó el Gobierno Regional?
-Estoy participando en una mesa de trabajo que se denomina Plan de Superación de Campamentos. Todo el mundo habla de esto y respecto a lo que se puede hacer, pero somos nosotros los que debemos sacar la voz, gritar desde abajo para decir lo que necesitamos y lo que ya hemos solucionado.
Ahora nos tienen considerados, nos están escuchando y conociendo la realidad de los campamentos, pero falta mucho todavía. Por eso esperamos que haya fechas concretas, plazos que se cumplan.
¿Qué esperas como resultado de este trabajo conjunto?
-Que todo vaya por buen camino, porque la gente de los campamentos ya no puede esperar más. Este gobierno está haciendo cosas, está trabajando, veo que hay motivación, pero hay que trabajar intensamente para buscar soluciones.
Hay que pensar en nuestros hijos, y luchar para salir adelante.